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«Conan Rey. Lobos de Allende la frontera» (2015), de Timothy Truman y Tomas Giorello

¿En qué momento Conan se convirtió en el arquetipo del héroe bárbaro? Probablemente mucho después de que Robert E. Howard ideara sus aventuras, en unos tiempos en los que la Depresión golpeaba el espíritu de América con la fuerza de un mazo de herrero.

En realidad, Conan se transformó en una figura universal cuando llegó a los cómics, cuatro décadas después de que los pulp de Howard se publicasen, y es en ese medio donde ha ido prosperando, con sus altibajos y sus momentos de gloria.

De las muchas versiones del cimmerio que habitan en el imaginario popular, una de las que más me interesan es la de Conan rey. Un monarca inusual, que reina casi a su pesar, y que duerme con la espada cerca y no desdeña callejear por las peores zonas de la ciudad, con la vista cegada por el hidromiel y el alma llena de nostalgia.

Ese Conan viejo, cubierto de cicatrices, dotado de formidable experiencia, que ha ido y ha vuelto cien veces del país de los muertos, es quien protagoniza este soberbio relato escrito por Timothy Truman y dibujado magníficamente por Tomas Giorello, con la ayuda del colorista José Villarrubia.

¿Qué puede encontrar el lector en este tebeo? Olvídense de la rutina guerrera o de esas aventuras que caen en los clichés más conocidos de la fantasía heroica. Esta vez, un Conan de blanca cabellera vuelve a sudar sangre al viajar a un territorio desconocido, bajo dominio picto, donde ha de sobrevivir gracias a sus dos virtudes más conocidas: su astucia y la imponente tensión de su musculatura.

Sorprende comprobar que, llegados a un momento en el  parece que se pueden decir pocas cosas nuevas sobre el personaje, Truman y Giorello consiguen ubicarnos en una encrucijada sorprendente. Tomando como referencia un relato inacabado de Howard, ambos completan esta miniserie en la que todo remite al Conan de los setenta, desde la fiereza de sus personajes a la garra del planteamiento narrativo.

Es difícil, por no decir casi imposible, sentirse decepcionado ante lo que nos brinda este cómic. El héroe, cargado de tantas arrugas como recuerdos, viaja a un mundo hostil, supersticioso y letal, en el que los vestigios de la civilización se reducen a ceremonias feroces y sortilegios desconocidos. Un mundo a la altura de Conan: indómito, traicionero, diseñado geométricamente para poner a prueba la templanza de quienes se atreven a penetrar en él.

Sinopsis

¡Un rey, viejo ya, ansía batallar! El rey Conan, el bárbaro que gobierna Aquilonia, ha sido un monarca justo durante varias décadas, pero empieza a cansarse de la corona. Cuando un soldado veterano lo visita y le habla de una reliquia maldita y de los rumores que dicen que las tribus pictas están preparándose para invadir las fronteras aquilonias en masa, el cimmerio se embarca con gran entusiasmo ¡en la que podría ser su última aventura!

Lejos de la seguridad de la corte, y con intención de impedir la matanza, un Conan envejecido se reúne con una chamán que conoció hace muchísimos años.

El equipo formado por Timothy TrumanTomás Giorello y José Villarrubia, el favorito de los lectores, adapta y expande Lobos de allende la frontera, la historia inacabada de Robert E. Howard.

En este volumen también se incluye una galería con el trabajo de Giorello y dos epílogos, uno de Truman y otro de Villarrubia.

King Conan Wolves Beyond the Border # 1-6

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.