Joseph Lanner (1801-1843) cubre de un salto el espacio que va desde los valses y Ländler de Schubert hasta los bailes animados por la familia Strauss (la de Viena, no nos confundamos).
Y si digo lo del salto es porque estoy pensando en una pista de baile, popular, burgués o cortesano, donde las parejas pegan saltos al compás de los valses, los galopes, las polcas, las tarantelas estirianas y las españoladas del maestro Lanner.
Pocas veces una música nos hace evocar el baile como estas piezas lannerianas. No sólo por la estructura y los marcados ritmos, sino por las velocidades corporales que las animan. Por decirlo de modo paradójico: por el cuerpo que es su alma.
Son, además, muestras de esa cultura vienesa, devota de graciosos pastiches y mezcolanzas graciosas, donde lo plebeyo y lo nobiliario juntan sus pies en el mismo tablado, se utilizan con alegría y libertad las citas folclóricas, cualquier compás es bueno si se puede bailar en pareja o en la fila del galope.
La selección que hoy les recomiendo es elocuente y las adaptaciones de Heinrich Peck para el conjunto del caso (dos violines, viola y contrabajo) resultan muy oportunas, porque se trata de una sumaria orquestina de esas que animaban los cafés vieneses, los casinos y verbenas que conocemos por los cuentos de Schnitzler y las comedias de Nestroy, pero que ahora podemos escuchar como si estuviéramos a punto de sacar a valsear a una camarera que ¿por qué no? puede resultar una marquesa disfrazada.
Disco recomendado: Joseph Lanner (1801-1843): Danzas Vienesas / Ensemble Wien / VMS / Ref.: VMS 134 (1 CD)
Imagen superior: Wilhelm Gause, «Baile de corte en Viena» (1900).
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