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«Red Sonja» (1976-1979), de Frank Thorne

Red Sonja es una heroína con alma de tebeo. Aunque su origen es literario (en 1934 Robert E. Howard la incluyó en su relato «La sombra del buitre», ambientado en el sitio de Viena), lo cierto es que el cómic es el medio donde este personaje ha adquirido una dimensión icónica.

Es más: casi podríamos decir que, al margen de su diferente ubicación histórica, esa guerrera tan valiente y vengativa que inventó Howard y la Red Sonja de las viñetas han ido diferenciándose cada vez más. Esta última, con su bikini plateado y esa mirada de pantera, ha ido escalando posiciones en el imaginario colectivo hasta convertirse en una figura emblemática de la cultura pop.

Son muchos los dibujantes que han aportado esa fuerza a la pelirroja, empezando por Barry Windsor-Smith (Conan the Barbarian n. 23, 1973) y Dick Giordano. Pero si hubiera que elegir a un artista asociado de una forma clarísima al personaje, probablemente sería el barbudo Frank Thorne.

Imagino que, al igual que muchos lectores de mi generación, asociaré siempre el nombre de Thorne con el de otra heroína, la exuberante Ghita de Alizzarr, a quien conocimos en nuestro país gracias a la revista 1984 de Toutain, entre 1981 y 1983.

La Sonja de Thorne ‒menos sicalíptica que Guita‒ emprendió su trayectoria editorial en Marvel Feature n. 2 (enero de 1976) y siguió camino en solitario, siempre de la mano del guionista que dio nueva vida a Conan, Roy Thomas. El número clave de Marvel Feature es el número 7 (noviembre de 1976), en el que Thorne logró pasar el examen de los responsables de Marvel, que dieron luz verde a ese proyecto protagonizado por la espadachina.

Para Thorne, la visión de un lector satisfecho, incluso fascinado, era el resultado de una buena dosis de espada y brujería. Es decir, la combinación más o menos equilibrada de épica, exotismo, magia, violencia, sensualidad y pasiones primarias.

Da igual que uno lea las aventuras de Red Sonja ordenada o arbitrariamente. Cuando cualquiera de sus peripecias comienza, el lector asume que está en un territorio conectado con el del pulp, la mitología nórdica y los cuentos de hadas para adultos.

Una recopilación de la obra de Thorne es una disculpa muy oportuna para recordarlo. Tengamos además en cuenta que el dibujante, con un espíritu muy festivo, popularizó a Sonja en numerosas convenciones, donde actuó en concursos que fueron un antecedente del cosplay. ¿Las reglas?  Cada participante femenina se presentaba en el escenario disfrazada de Sonja, y Thorne, ataviado como un hechicero, divertía al auditorio como juez y maestro de ceremonias.

Sin duda, estos tebeos son una contribución decisiva al universo del personaje, y aunque es evidente que están conectados con la cultura de los setenta, conservan buena parte de su brío narrativo y de su encanto visual. Les animo, pues, a redescubrir a Thorne, y por supuesto, a disfrutar de su trazo brusco y expresivo.

Sinopsis

Estos relatos conforman donde todo empezó para el personaje y ayudan a preparar el escenario para entender las series contemporáneas de Red Sonja. Es una colección de material nunca antes reeditado, con portada de Frank Thorne y una introducción del editor y guionista Roy Thomas.

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Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.