Cualia.es

Crítica: “¡Piratas!” (Peter Lord y Jeff Newitt, 2012)

¿Qué papel juega la cultura británica en esta maravillosa comedia infantil? Decisivo. Se trata de uno de los muchos valores de esta nueva cinta de animación que nos trae la factoría Aardman.

Al margen de su espectacularidad y de su humor contagioso, ¡Piratas! bebe de una tradición que cultivaron escritores para niños como Lewis Carroll y Edward Lear, novelistas como Douglas Adams o humoristas como los Monty Python. Me refiero al nonsense: ese desafío al lenguaje y a las convenciones que nos trae de vuelta al País de las Maravillas por el camino más surrealista, simpático e inesperado.

No me sorprende, dado que esta pieza excéntrica e inclasificable se inspira en el estupendo libro con el que Gideon Defoe inauguró su serie The Pirates! En concreto The Pirates! In an Adventure with Scientists (2004).

La acción de la película se sitúa en la primera mitad del XIX. Pese a que la flota de la Reina Victoria (voz de Imelda Staunton) impone su ley en los mares, el Capitán Pirata (Hugh Grant) se empeña en imponer la disciplina de los corsarios a una tripulación de aficionados. Con la idea de profesionalizarse en este oficio, se presentan a la competición del Pirata del Año. Por supuesto, localizan una presa a la que abordar, pero ésta resulta ser un navío muy especial: el Beagle, el barco de exploración científica donde viaja Charles Darwin (David Tennant).

Cuando Darwin cae en la cuenta de que la mascota de sus atacantes, Polly, es en realidad el último dodo viviente, nuestro sabio pide al Capitán Pirata que entre en otra competición bien distinta: la del Científico del Año, organizada por la Real Academia de Londres.

Combinando impecablemente la animación stop-motion y el CGI, Peter Lord y Jeff Newitt convierten la película en una perfecta mezcla de tradición, artesanía y modernidad, llena de alusiones literarias y culturales. A la vista de todo ello, uno siente envidia de los británicos, maestros a la hora de reiventar su linaje imaginario en series como Dr. Who, en pastiches enloquecidos como los de Defoe o en producciones como ésta.

Dejo para el final el espléndido trabajo de un reparto lleno de figuras conocidas. Entre ellas, y aparte de los intérpretes ya mencionados, destacan Martin FreemanSalma Hayek, Brian BlessedAnton Yelchin y Brendan Gleeson.

Nota para curiosos: Gideon Defoe está licenciado en arqueología y antropología por la Universidad de Oxford. Mientras pensaba en un tema para su doctorado, sirvió copas en un pub londinense, donde conoció a personajes como Tom Baker (el cuarto Doctor Who). Cuando publicó The Pirates! In An Adventure With Scientists, uno de los Monty Python, Eric Idle, dijo que el libro estaba «destinado a ser un clásico de los relatos de humor sobre piratas». Defoe cuenta que escribió The Pirates! para impresionar a una chica a la que le había dicho que era novelista.

Sinopsis

El capitán pirata, al mando de una desaliñada e improvisada tripulación, y aparentemente sin percatarse de los insalvables obstáculos a los que se enfrenta, se centra en su único sueño: vencer a sus eternos rivales Black Bellamy y Sablazo Liz y conseguir el ansiado premio de Pirata del Año en una odisea que conducirá a nuestros héroes desde las orillas de la exótica Blood Island hasta las brumosas calles del Londres victoriano. Durante el transcurso de su viaje, lucharán contra una reina diabólica y formarán equipo con un joven y perdidamente enamorado científico, pero jamás perderán de vista lo que más le apasiona a un pirata: ¡la aventura!

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © 2012 Aardman Animation y Sony Pictures Animation. Cortesía de Sony Pictures Relasing de España. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.