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Crítica: «Total Recall» (Len Wiseman, 2012)

Total Recall es una película que se presta más a ser vista que a hablar de ella. Si nos limitamos a lo primero, descubriremos una fantasía futurista muy competente y entretenida. Si nos empeñamos en lo segundo, será inevitable jugar a las preferencias entre ésta y la versión anterior del mismo relato, Desafío total (1990), cuyo sentido del humor y su descaro violento la sitúan entre los clásicos del género. Y claro, en la comparación, la versión moderna palidece.

El cuento original de Philip K. Dick en el que se basa la película, («We Can Remember It for You Wholesale», The Magazine of Fantasy & Science Fiction, abril de 1966) ha circulado notablemente entre los aficionados a la ciencia-ficción. En traducción española, el lector puede encontrarlo en las recopilaciones Ciencia Ficción: Selección Cuatro (Bruguera, 1971), La máquina preservadora (Edhasa, 1978), Cuentos de ciencia ficción (Alfaguara, 1997), Minority report y otras historias (Ediciones B / Círculo de Lectores, 2002) y Cuentos completos II (Minotauro, 2011). Así pues, hay pocas disculpas para disfrutar del cuento de Dick, y luego decidir qué adaptación es más fiel a su espíritu.

En esta versión de 2012, desaparece la idea del viaje a Marte, pero está bien desarrollada toda la trama cyberpunk en la que un tipo común y corriente, tras implantarse una memoria virtual, se redescubre como un agente secreto, inmerso en una peligrosa conspiración.

El director Len Wiseman construye un artificio ágil, vigoroso y disfrutable, con una exuberante dirección artística que remite, casi constantemente, a Blade Runner.

Menos torturado e intenso que de costumbre, Colin Farrell cumple en la piel de Quaid/Hauser. Pero la parte del león se la llevan las dos coprotagonistas: Jessica Biel, como el antiguo amor de Hauser, y Kate Beckinsale, como la villana de la función.

El guión de Mark Bomback, James Vanderbilt y Kurt Wimmer encuentra su principal acierto en el contexto donde transcurre la aventura: un mundo dividido entre la metrópoli, identificable con un nuevo Imperio inglés, y su Colonia, ubicada en Australia. La comunicación entre ambas se establece gracias a una nave intraterrestre, donde no sólo viajan los obreros de las factorías, sino los miembros de la Resistencia que quieren acabar con el régimen colonialista.

Sinopsis

Total Recall (Desafío Total) es un thriller de acción sobre la realidad y la memoria, inspirado nuevamente en el relato corto de Philip K. Dick “Podemos recordarlo todo por usted” (We Can Remember It For You Wholesale).

Bienvenidos a Rekall, la empresa que puede transformar vuestros sueños en memoria real… Para Douglas Quaid (Colin Farrell), que trabaja en una fábrica, a pesar de tener una esposa bellísima (Kate Beckinsale) a quien ama, un viaje mental parecen ser las vacaciones perfectas para escapar de su frustrante vida; el recuerdo real de una vida como superespía puede ser exactamente lo que necesita.

Cuando el procedimiento al que es sometido fracasa, Quaid se convierte en el hombre más buscado. Obligado a escapar de la policía –controlada por el canciller Cohaagen (Bryan Cranston)– Quaid no puede confiar en nadie salvo, posiblemente, en un miembro de los rebeldes (Jessica Biel) que trabaja para el jefe de la resistencia (Bill Nighy).

La línea entre la fantasía y la realidad se desdibuja y el destino de su mundo pende de un hilo cuando Quaid descubre su verdadera identidad, su verdadero amor y su verdadero destino.

La película está dirigida por Len Wiseman. El guión ha sido escrito por Kurt Wimmer y Mark Bomback y el argumento para la pantalla es de Ronald Shusett y Dan O’Bannon, y Jon Povill y Kurt Wimmer. Los productores son Neal H. Moritz y Toby Jaffe.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Columbia Pictures. Cortesía de Sony Pictures Publicity Releasing de España S.A. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.