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Crítica: «Batman: La LEGO película» (Chris McKay, 2017)

Lo primero que debería apuntar sobre esta película es que la vi con una reticencia. Nunca he sido aficionado a las construcciones de LEGO, y tampoco estoy familiarizado con la subcultura pop que éstas han generado. Esta excusa ‒creo‒ me permite ser un poco más imparcial a la hora de contar las virtudes de este film, que son muchas y nada desdeñables. Sobre todo, en estos tiempos en los que originalidad es la palabra menos citada por los cinéfilos veteranos.

Dirigida con auténtico frenesí por Chris McKay y escrita por Seth Grahame-SmithChris McKennaErik SommersJared Stern y John WhittingtonBatman: La LEGO película funciona a dos niveles.

El primer nivel, y el que más importa en términos comerciales, tiene que ver con su eficacia como divertimento familiar. Convertir el mundo oscuro y peligroso de Gotham en un escenario colorista ya me parece un acierto. Aquí las cosas funcionan por la vía del exceso. Al fin y al cabo, el personaje de Batman también ha tenido etapas excesivas, y la película se aprovecha de ellas.

En este caso, y por decirlo de forma resumida, asistimos a un combate del personaje con su propio ego. Evidentemente, la trama viene a ser una aventura enloquecida y repleta de diversión, protagonizada por buena parte de las figuras que ya conocemos a través de los cómics y el cine de superhéroes.

Para mantener el tono de comedia y garantizar el resultado, el reparto original se llena de cómicos y actores competentes, que en más de un caso ya tuvieron vínculos con el universo DC: Will Arnett (Batman), Zach Galifianakis (Joker), Michael Cera (Robin), Rosario Dawson (Barbara Gordon), Ralph Fiennes (Alfred), Billy Dee Williams (Harvey Dent), Héctor Elizondo (Comisario Gordon), Conan O’Brien (Edward Nygma), Channing Tatum (Superman), Jonah Hill (Linterna Verde)…

Aunque los más puristas detesten hablar del doblaje, recordemos que la versión española cuenta con un magnífico intérprete, Claudio Serrano, cuya voz ha sido la de Batman tanto en las recientes superproducciones protagonizadas por Christian Bale y Ben Affleck como en videojuegos y películas de animación. Serrano demuestra aquí un sentido del humor que enriquece cada secuencia de la adaptación doblada.

Aunque Chris McKay tiene claro cuál es su público objetivo ‒los chavales que acuden a ver películas de animación o compran cajas de LEGO‒, lo cierto es que diseña una estética muy sofisticada. Y así, con una gama cromática digna de un caleidoscopio, nos introduce en un escenario lleno de personalidad, en el que las minifiguras de LEGO adquieren textura y plasticidad.

Cuando es necesario, McKay comprime la acción, y cuando el guión lo necesita, se desmelena con un ritmo casi mareante, psicodélico, propio de un videojuego de alta gama. En este sentido, creo que hasta el espectador más despistado acabará con la mirada fija en la pantalla.

Por otro lado, como ahora veremos, en el film abundan las metarreferencias cinematográficas y las alusiones a la cultura pop ‒desde el cine de los ochenta a la música disco‒, así que los mayores también se sentirán aludidos.

Decía más arriba que la cinta funciona a dos niveles. Y es el segundo nivel el que me ha conquistado como espectador. Batman: La LEGO película es una fabulosa reflexión posmoderna sobre el Hombre Murciélago. Es como si el film propusiera un psicoanálisis histórico del personaje, haciendo una sátira de cada una de sus etapas, desde 1939 hasta la actualidad.

Los elementos metanarrativos, las citas, las alusiones y los huevos de pascua se acumulan hasta la extenuación, y todo ello convierte a este largometraje en un complicado artefacto audiovisual que por un lado divierte, y por otro nos invita a diseccionar las claves más ocultas del detective enmascarado.

Las referencias llegan a tal grado de profundidad que éstas tocarán el corazón de todos los batmaniacos, desde los más sosegados ‒los que han conocido al personaje a través del cine y las reediciones de algunos cómics‒ hasta los más obsesivos ‒que abordan las aventuras del personaje como arqueólogos en busca de capas más profundas‒. Así, no es difícil encontrar en el film bromas sobre la teleserie protagonizada en los sesenta por Adam West y Burt Ward. Pero uno se queda pasmado al encontrarse con que los guionistas llegan a incluir en el festín alusiones al serial rodado en 1943 (en blanco y negro) por Lambert Hillyer, o a los Batman internacionales (Batmen of All Nations) que nacieron en el nº 215 de Detective Comics (enero de 1955).

En fin, lo dicho: esta es una gran fiesta para los seguidores del Caballero Oscuro, sea cual sea su edad y su grado de cercanía al personaje.

Sinopsis

El irreverente espíritu de diversión que convirtió a La LEGO ® película en un fenómeno mundial, con el mismo hombre que lidera tal grupo, LEGO ® Batman, que protagoniza su primera aventura en la gran pantalla. Pero se están produciendo cambios en Gotham, y si quiere salvar a la ciudad de la hostil conquista de El Joker, puede que tenga que dejar de actuar en solitario, intentar trabajar con otros y, tal vez, aprender a relajarse.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Warner Animation Group, DC Entertainment, RatPac-Dune Entertainment, LEGO System A/S, Vertigo Entertainment, Animal Logic, Lord Miller Productions, Warner Bros Pictures. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.