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Crítica: «Cómo entrenar a tu dragón 2» (Dean DeBlois, 2014)

Voy a hablarles de una estupenda película. Que es una secuela, aunque la definición de secuela es, por lo común, una manera ventajista de minusvalorar un producto. Más aún tratándose de una producción de dibujos animados, un formato proclive a la repetición de fórmulas. El caso es que la cinta de la que vengo a hablarles, Cómo entrenar a tu dragón 2, no solo es una secuela excelente, sino que además consolida las virtudes que ya destacaban en su predecesora.

El film es una demostración empírica de todo el talento que se reúne en los talleres de DreamWorks Animation. A partir de los personajes creados por la novelista juvenil Cressida Cowell, el director y guionista Dean DeBlois redondea una aventura que está a medio camino entre los cuentos de hadas y el subgénero de espada y brujería.

Aunque no faltan numerosos detalles de comedia, Cómo entrenar a tu dragón 2 opta por un camino algo más oscuro que el de la primera entrega.

La acción transcurre cinco años después, con lo cual, los chavales vikingos que conocimos entonces han pasado a convertirse en jóvenes con muchos retos personales por delante. Así, el protagonista, Hipo (Jay Baruchel), ve cómo se acerca el momento de heredar la jefatura de Isla Mema de manos de su padre, Estoico (Gerard Butler).

En todo caso, no es éste el mayor desafío de Hipo, cuya amistad con los dragones volverá a pasarle factura por el lado que menos espera.

Según ha declarado el propio DeBlois, las dos películas que más le han inspirado en este proyecto son Mi vecino Totoro –algo evidente cuando visitamos el territorio sagrado de los dragones– y El Imperio Contraataca –visible en el modo en que el protagonista descubre ciertos secretos de familia–. En todo caso, más allá de las referencias, el combinado de aventura emocionante, fantasía y humor vuelve aquí a mostrarse sumamente eficaz.

Colorista e imaginativa en el plano estético, Cómo entrenar a tu dragón 2 tiene su mayor baza en el guión, muy bien hilvanado en todo su desarrollo. Como gesto de cortesía con los entusiastas del 3D, hay secuencias vertiginosas, dignas de un videojuego. Aceptémoslas como parte de un estilo que ya ha tomado su carta de naturaleza en Hollywood.

En el terreno técnico, la película luce dos medallas: por un lado, gracias a su asociación con Hewlett-Packard, DreamWorks ha estrenado un sistema que permite a los artistas comprobar los resultados de su animación en tiempo real, y por otro, se ha aplicado aquí por primera vez un nuevo software de iluminación, así como programas como Premo y Torch, ideados para que la piel digital tenga la textura y la expresividad de la piel humana.

Una vez más, ese magnífico compositor que es John Powell ha escrito una exuberante partitura que pone un excelente broche al conjunto.

Sinopsis

En el segundo capítulo de esta épica trilogía, han pasado cinco años desde que el joven y heroico vikingo Hipo (Jay Baruchel) se hizo amigo de un dragón herido y cambió para siempre la forma en que los habitantes de Isla Mema se relacionaban con los escupidores de fuego. Ahora, vikingos y dragones conviven pacíficamente en la fantástica isla, que se ha convertido en el paraíso de los dragones.

Pero cuando asoman por el horizonte las responsabilidades que la edad adulta conlleva, Hipo y su fiel dragón Desdentao se lanzan a los cielos en busca de respuestas. Sin embargo, Hipo encuentra mucho más de lo que esperaba al descubrir que una misteriosa jinete de dragones es en realidad su madre, Valka, a la que hace tiempo que no ve (interpretada por la actriz ganadora del Oscar Cate Blanchett), y que la paz entre dragones y vikingos se ve amenazada por Drago, un personaje sediento de poder (interpretado por el actor nominado al premio de la Academia Djimon Hounsou), que cuenta con la ayuda del cazador de dragones Eret, hijo de Eret (interpretado por el actor de la serie Juego de tronos Kit Harington).

Cuando Astrid (America Ferrera), Bocón (Craig Ferguson) y sus amigos vikingos Patán Mocoso (Jonah Hill), Patapez (Christopher Mintz-Plasse) más los mellizos Brusca (Kristen Wiig) y Chusco (T.J. Miller) le brindan su apoyo, Hipo, su madre y su padre y jefe de la tribu Estoico, el Inmenso (Gerard Butler), deben trabajar juntos para proteger a esos dragones a los que realmente han llegado a querer. Durante el proceso, Hipo encuentra las respuestas que ha estado buscando de una manera que nunca se hubiera podido imaginar.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes y sinopsis © DreamWorks Animation, Mad Hatter Entertainment, 20th Century Fox. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.