Si la memoria de este miembro de la generación X no falla, en España nunca llegamos a ver la serie de televisión The Fall Guy, titulada Profesión Peligro en Latinoamérica y emitida entre 1981 y 1986, base para este nuevo film hollywoodiense. Protagonizada por Lee Majors, la serie trataba sobre las aventuras de un cazarrecompensas que también era especialista de cine. Es de suponer que el tono no era muy distinto del de El equipo A, cambiando la furgoneta por una ranchera. En todo caso, se trataba de una ficción centrada en una de las figuras más románticas y maltratadas del séptimo arte: el doble de riesgo.
Estos profesionales de la adrenalina, que se juegan la vida -y la pierden en muchas ocasiones- y ni siquiera tienen su categoría en los Oscar, los Goya o Cannes (donde existe un premio al mejor perro), han sido la figura central de excelentes películas como Profesión: El especialista (1980), con protagonismo de Peter O’Toole, la española 800 balas (2002), con Sancho Gracia en un papelón infravalorado, o el inesperado éxito de Nicolas Winding Refn Drive (2011), fundamental en el impulso al estrellato de Ryan Gosling.
El actor vuelve aquí a ponerse en la maltratada piel de un especialista de riesgo, aunque en un tono menos lacónico y duro. The Fall Guy es, ante todo, una comedia romántica, y de las agradables. Hay mucha acción y posee una trama de thriller, pero lo importante es la química entre los protagonistas: una directora (Emily Blunt) rodando su opera prima tras haber luchado duramente por ascender en la industria y su ex-novio (Gosling), un especialista con mucho rodaje y trauma (tanto psicológico como físico) después de una caída mal calculada desde lo alto de un edificio.
Que la banda sonora de Dominic Lewis se construya a partir de variaciones del legendario tema de Kiss «I Was Made For Lovin’ You» deja claro el tono de la película: romance, acción, guiños a los talluditos (Gosling cambia la chaqueta de escorpión de Drive por una de Corrupción en Miami) y desenfado general. Se trata de una película de acción, pero no de violencia. ¡Incluso incluye una referencia visual directa a las comedias de Rock Hudson y Doris Day!
Además de lo mencionado, The Fall Guy supone un (auto)homenaje del director David Leitch al colectivo de los especialistas. Recordemos que Leitch trabajó durante muchos años jugándose el pescuezo como especialista y coordinador de stunts en un montón de películas y series, destacando por ser el doble de confianza de Brad Pitt. Junto a otro colega de profesión, Chad Stahelski, decidió producir y dirigir sus propias películas, creando la compañía 87Eleven (renombrada posteriormente 87North) y codirigiendo la primera entrega de John Wick.
De este modo, The Fall Guy se desenvuelve principalmente en el entorno de un rodaje, y en especial en la creación de las escenas de riesgo, de una manera que sospechamos resulta muy fiel a la realidad -el coordinador ficticio en la película, interpretado por Winston Duke, luce el logotipo de 87North en su ropa de trabajo-.
Es de suponer que Leitch, con ayuda del guionista especializado en acción Drew Pearce, ha introducido no pocos toques autobiográficos en esta encantadora y muy divertida película. Quizá podría haber llegado a ser una cinta mucho más potente de no haber optado por la mera diversión inofensiva, y si hubiera estado dotada un montaje menos fragmentado que sacara algo de más jugo las espectaculares proezas realizadas para la película (que incluye coches dando infinitas vueltas de campana y saltando distancias de récord), pero su ligereza juega a su favor como divertimento sanísimo, de ese que saca la sonrisa y deja buen cuerpo.
Simpatía y honestidad no apta para cínicos. En otros tiempos más carcas se habría dicho que se trata de una película de acción a la que puedes llevar a tu novia, aunque por fortuna hemos descubierto que los géneros «masculinos» como la acción o el terror, así como la muy «femenina» comedia romántica, en realidad, siempre gustaron por igual sin importar el género del público.
Sinopsis
Es un doble de acción, y al igual que todos en la comunidad de especialistas, sale volando, le disparan, se estrella, se tira desde ventanas y cae desde las alturas más extremas, todo para nuestro entretenimiento. Y ahora, tras un accidente que casi acaba con su carrera, este héroe de clase trabajadora debe seguir la pista de una estrella de cine desaparecida, resolver una conspiración y tratar de recuperar el amor de su vida mientras sigue haciendo su trabajo. ¿Qué podría salir bien?
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