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Crítica: «Mesa 19» (Jeffrey Blitz, 2017)

El 19 es un número recurrente en la obra de Stephen King. Pero que no se entusiasmen los fans del archiconocido autor de La Torre Oscura, porque esta película no tiene nada que ver con su escritor favorito.

Como mucho, los aficionados a la lectura “fácil” podrán sentirse identificados con el personaje interpretado por Craig Robinson, dueño de un restaurante, ávido lector de novelas de misterio e integrante masculino de un matrimonio desgastado por los años y los desengaños de la vida.

Su esposa está encarnada por Lisa Kudrow, excelente actriz, siempre intentando revolverse contra el papel que le proporcionó la fama, aquella Phoebe de la serie Friends. Tanto Robinson como Kudrow tienen los dos papeles más interesantes dentro de Mesa 19.

Nos hallamos ante eso que suele llamarse «un film de personajes», con un interesante potencial que se desvanece al tomar la historia los derroteros de la comedia romántica más tópica.

La idea central de este largometraje es una especie de Club de los 5 (aunque sean 6) en mitad de un banquete de boda, un momento social nauseabundo como pocos, sobre todo si tu vida no es un jardín de rosas y lo que menos te apetece es asistir a una celebración caricaturesca (y ajena) de la felicidad, el amor y la esperanza.

Una serie dispar de personajes se reúne en la Mesa 19, reservada para la gente a la que se invita por mero compromiso y de chiripa, esperando que no acepte la invitación.

Dentro del reparto coral, la protagonista principal es una chica (Anna Kendrick) algo inestable y en plena crisis vital por culpa del padrino de la boda. A pesar de no conocerse de nada previamente, estos invitados-pero-excluidos harán piña, con cómicos y emotivos resultados.

Lo que podría haber sido un interesante y trasgresor himno a favor de la marginalidad social termina siendo la clásica bobada conservadora y predecible, aunque al menos hay momentos para la sonrisa, en especial gracias al muy peculiar personaje de Stephen Merchant y a la invisible madre del chaval encarnado por Tony Revolori.

En una película que concentra todo su interés en el trabajo de los actores, a un humilde servidor le resulta difícil valorarlo: sólo intuirlo, dada la imposibilidad de acceder a una copia en versión original. ¿Y quién sabe cómo actúa en realidad un intérprete si no es posible escuchar su voz?

Por los gestos y lenguaje corporal, uno diría que sí, quizá hay buenas interpretaciones en Mesa 19. Malo sería que Anna Kendrick lo hiciese peor que la actriz encargada de doblarla.

Sinopsis

Eloise (Anna Kendrick) es una ex dama de honor —a la que liberaron de sus obligaciones después de que el padrino de boda cortara con ella con un mensaje de texto— que decide mantener la cabeza en alto y asistir de todos modos a la boda de su vieja amiga. En la comida, se sienta en la mesa «aleatoria» del final del salón con un grupo dispar de desconocidos, la mayoría de los cuales deberían haber rechazado la invitación (pero no antes de enviar algún bonito regalo no incluido en la lista de bodas). Cuando se empiezan a revelar los secretos de todos, Eloise descubre una o dos cosas sobre los comensales de la Mesa 19. La amistad —e incluso un pequeño romance— puede surgir hasta en las situaciones más insospechadas.

«La historia trata de seis personas que llegan a una boda a la que, para empezar, probablemente no deberían haber ido «, afirma el escritor y director Jeffrey Blitz, cuyo primer largometraje de cine, Spellbound (Al pie de la letra), fue nominado a un Oscar® al mejor documental. «Están sentados en la peor mesa y de alguna manera terminan teniendo su propia aventura al margen de la boda, sin tener realmente nada que ver con ella directamente».

Mesa 19, que, esencialmente, transcurre en un sólo día, se centra en Eloise, interpretada por Anna Kendrick, que está allí para enfrentarse al hombre que le rompió el corazón. Al igual que Eloise, todos los demás comensales de la Mesa 19 tiene un motivo oculto para estar allí. «Me gusta mucho la idea de que todo el mundo esconde algo desde el principio», confiesa el productor Dan Cohen. «Todos ellos son personas que tratan con sus propias crisis personales con el telón de fondo de la boda. Sólo cuando pasa algo de tiempo empiezan a abrirse».

Desterrada de la Mesa 1, Eloise llega con bastante resentimiento. «Creo que podemos decir que está hecha un desastre pero a la vez muy atractiva», afirma el productor Shawn Levy. «Y ésa es siempre una buena base para la comedia. Anna Kendrick es exactamente lo que Eloise necesita ser: mordaz, precavida y a veces agresiva, pero perfectamente vulnerable. Realmente se empatiza con ella».

Levy, que ha estado desarrollando el proyecto desde sus inicios, cree que es una idea reconocible y propicia para una comedia. «Es muy divertida pero creo que Jeff la ha hecho muy conmovedora también», dice. «Es fácil que una película como ésta caiga en los estereotipos, pero cada persona de esa mesa es singular en el sentido de que es imperfecta pero también merece su redención.

Atrapados tratando de entablar conversación con una mesa llena de extraños, los personajes se empiezan a juzgar rápidamente los unos a los otros basándose en sus primeras impresiones y en sus propias inseguridades. «En la película, la gente siempre dice cosas malas, de manera divertida o provocativa», explica Blitz. «Parte de la diversión es descubrir que las suposiciones que hacemos sobre los personajes son totalmente erróneas. A medida que avanza el día, la gente de la mesa empieza a ser más honesta. A medida que empiezan a abrirse a los demás, descubren que las cosas que estaban ocultando a los demás en realidad no tenían por qué esconderlas. Todos se revelan como algo muy diferente —y mucho más complejo— de lo que parecían al principio».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Fox Searchlight Pictures, 3311 Productions, 21 Laps, 20th Century Fox. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).