Inglaterra ha sido conquistada y anexionada a Alemania. Esta es la inquietante –para los británicos– premisa inicial de When William Came: A Story of London Under the Hohenzollerns, escrita en los turbulentos momentos que precedieron a la Primera Guerra Mundial.
En la novela, la acción comienza en un futuro muy cercano, en la posguerra entre ambos países europeos. El “Guillermo” del título hace referencia al káiser Guillermo II, de la casa Hohenzollern. El libro es una crónica de la vida en Londres bajo la ocupación alemana y los cambios que el triunfo y ocupación germanos han traído a la ciudad. Como la novela El enigma de las arenas (Erskine Childers, 1903), predice la Primera Guerra Mundial, aunque a estas alturas tal vaticinio tiene más bien poco mérito y, de hecho, la ocupación alemana que imagina es mucho más benigna que la que efectivamente tendría lugar antes y durante la Segunda Guerra Mundial en Europa
Se trata de una novela perteneciente a ese floreciente género que tanto hemos comentado aquí, la literatura de invasión, que durante decenios versó sobre guerras ficticias –aunque cada vez sonaban menos literarias y más reales– entre las potencias europeas.
En la clásica pescadilla que se muerde la cola, la literatura de invasión, enormemente popular, alimentaba el horno en el que se cocía la explosiva mezcla de patriotismo y paranoia. La gente creía ver por todos sitios espías y saboteadores que preparaban el camino a los ejércitos enemigos; los periódicos se hacían eco de esas fantasmagorías y el servicio secreto las investigaba. Para cuando los políticos encendieron la mecha, la sociedad estaba preparada para lo que ellos creían iba a ser una guerra tan gloriosa como las que aquellas novelas retrataban: las oficinas de reclutamiento registraban largas filas de jóvenes preparados para defender el honor de su país en un conflicto que prometía ser corto. El horror de las trincheras apagaría pronto el incendio y este tipo de libros desapareció ahogado por la horrible realidad.
Saki –seudónimo del escritor Hector Hugh Munro– era uno de tantos británicos que opinaba que el apaciguamiento era la actitud equivocada en las relaciones con Alemania y así, esta novela critica sin tapujos la política británica contemporánea, expresando en voz bien alta que, si no quiere verse inmerso en un futuro tan negro como el que retrata, el pueblo inglés debe prepararse para la guerra.
El propio Munro moriría por los ideales que propugnaba en su novela. Nacido y criado en Birmania, a los veintiséis años se trasladaría a Londres para trabajar como periodista en la Westminster Gazette. Allí, bajo el seudónimo de Saki, publicaría artículos e historias cortas plenas de sátira e ingenio. Escribió un par de libros y trabajó como corresponsal extranjero en los Balcanes, Rusia y París, donde fue testigo de primera mano de los manejos de la política internacional.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, fue uno de los miles de hombres que hicieron cola en las oficinas de reclutamiento para presentarse voluntario. Aunque su edad le eximía del servicio de armas, insistió en alistarse. Murió en Francia en 1916, víctima de un francotirador. Para entonces, probablemente, ya se había dado cuenta de que la realidad era mucho más horrible que lo que su ficción había imaginado.
Copyright © Manuel Rodríguez Yagüe. Publicado previamente en Un universo de ciencia-ficción y editado en Cualia con permiso del autor. Reservados todos los derechos.