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«Lobezno: Arma-X» (1991), de Barry Windsor-Smith

Tenemos mucho que agradecer a Barry Windsor-Smith. Apareció en nuestras vidas en una época en la que aún no pensábamos que el cómic de bárbaros y superhéroes fuera un arte, y de pronto, nos encontrábamos con viñetas que evocaban el estilo de los prerrafaelitas y del Art Nouveau.

A su manera, el británico lograba aunar lo mejor de ambos mundos: la esencia narrativa del tebeo norteamericano y las líneas estéticas (e incluso intelectuales) que seguían los comiqueros e ilustradores europeos. Aunque hay algo de tópico en esta simplificación, lo cierto es que, gracias a su trazo, uno podía disfrutar de las aventuras de Conan pensando que el autor había visitado museos con frecuencia.

Si nos decidiéramos a reunir las obras maestras de Barry Windsor-Smith, una de ellas sería este Arma X (marzo-septiembre de 1991), escrito, dibujado, entintado y coloreado por él, siempre con ese talento inimitable del que vengo hablándoles.

La trama es muy sugestiva. Asistimos al proceso terrible que modificó la anatomía de Lobezno, reforzándola con adamantium. Esta operación enloquecedora se desarrolla en un entorno aislado, y en su puesta en práctica intervienen, sobre todo, tres personajes decisivos en la historia: Abraham Cornelius, Carol Hines y un tipo de lo más inquietante a quien llaman el Profesor.

Se ha dicho muchas veces que el esquema argumental de Arma X tiene algo de slasher, ese subgénero del terror que reúne en un mismo espacio a un matarife y a sus presas. En este caso, en un giro inteligente, Lobezno es al mismo tiempo una bestia salvaje con las garras ensangrentadas ‒el asesino perfecto‒ y la principal víctima de este relato, o si lo prefieren, un animal de laboratorio, con todo lo que esto supone en el peor de los sentidos.

Barry Windsor-Smith encierra a Logan en una cámara de tortura, donde su cuerpo es atravesado por catéteres, agujas, tubos y sondas, convertido en una perfecta expresión del dolor. Pero cuando su arte alcanza mayor intensidad es cuando lo perfila como un depredador descontrolado, capaz de doblegar a un oso grizzly o a un tigre, como si él mismo fuera una criatura selvática.

Densa y dramática, la historia que nos cuenta Arma X es fundamental en la trayectoria de Lobezno, pero por encima de ello, hablamos de un cómic con una gama expresiva admirable y un poderío visual fuera de cualquier duda. En todo caso, aquí no importan tanto los detalles sobre el experimento X como el retrato traumático, feroz y complejo del propio Logan.

Sinopsis

Contiene Marvel Comics Presents 72-84 USA

La mítica saga que se atrevió a contar por primera vez el más dramático momento en la vida de Lobezno. El inigualable Barry Windsor-Smith escribe y dibuja una imprescindible saga en la que un misterioso cónclave convierte al mutante Logan en el arma asesina que todos conocemos.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Marvel Comics, Panini Comics. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.

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