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Crítica: ‘Wicked’ (2024). La deslumbrante exuberancia del musical que reinventa el mundo de Oz

El musical de Jon M. Chu es un espectáculo de magia verde esmeralda. Todo un despliegue de pirotecnia audiovisual que sumerge al espectador en una fantasía desmedida

Dirigida por Jon M. Chu, Wicked, primer capítulo de una historia dividida en dos entregas, adapta el exitoso musical de Winnie Holzman y Stephen Schwartz que en 2003 estrenó en Broadway un elenco encabezado por Idina Menzel (Frozen) y Kristin Chenoweth.

Ese montaje se basaba a su vez en la novela de Gregory Maguire Wicked. Memorias de una bruja mala (1995), en la que se nos narra, a modo de precuela de El Mago de Oz, la historia de lo acaecido en el reino de Oz antes de la irrupción de Dorothy, irrupción que traerá como consecuencia, y punto de partida del relato, la muerte de la Bruja del Oeste.

Preámbulo para evitar prejuicios

La van a tildar de woke, se ve venir. No perdamos el tiempo en esto: no es algo que la película disimule, lo lleva tatuado en el celuloide y lo declara de forma manifiesta. Sería como discutir si el rey va desnudo o lleva un traje que sólo ven los más aptos.

Una mujer “afro-ozense” con la piel verde, que ha sufrido discriminación desde niña, se convertirá en una bruja empoderada con poderes (nieta de las brujas que no quemasteis), y volará para lograr su libertad en un mundo mago-patriarcal donde los animales son mejores personas que las propias personas, los hombres, superficiales o impostores, y las rubias, pijas y memas.

Todo esto lo cuenta la película: no me miren a mí, las reclamaciones al maestro armero. Así que dicho esto, pasemos a la chicha ya deshuesada, que quizá se lo puedan pasar hasta muy bien.

La otra cara de la Bruja Mala del Oeste

Les dejo un par de mínimos apuntes de la trama: Glinda, la bruja buena (Ariana Grande), nos cuenta cómo conoció a la muchacha verde, Elphaba (Cynthia Erivo), en una universidad mezcla entre Rivendel, la escuela de Harry Potter y Harvard; y de cómo la antipatía y la rivalidad inicial entre ellas se fue tornando en amistad, y los prejuicios acabaron por diluirse.

Como si fuese Navidad en el Corte Inglés, cantan y cantan y vuelven a cantar. La película es un musical, y nos la irán contando entre canciones, al estilo Broadway, con ese esplendor moderno, ecléctico y jovial propio del género, y con todo lo que este formato lírico entraña de lúdico y desmesuradamente histriónico.

«Hay un mal que amenaza Oz», se nos advierte. Pronto veremos que este reino no es el paraíso de caramelo que nos pintan. Hay que buscar un enemigo para tener al pueblo subyugado y unido en una causa. La eterna historia, también en los mundos de fantasía.

Y el Mago en su castillo color esmeralda (Jeff Goldblum), demostrará -como ya nos contaban el libro de L. Frank Baum y su adaptación de 1939-, que no sólo carece de poderes mágicos, sino también de escrúpulos. El fin justifica los medios, y lo que no puede la magia lo logra la posverdad.

Si en El Mago de Oz nos mostraban a la Bruja del Oeste como el arquetipo de la vieja arpía, encarnación del mal en estado puro, y de color verde (que es el color de la carne putrefacta), en la presente historia le dan la vuelta como a un calcetín (un calcetín que sigue siendo verde pero convertido en símbolo del «diferente»), y se nos ofrece un aspecto psicológico y moral de Elphaba radicalmente opuesto: el de la mujer sensible que actúa, valiente y dignamente, contra la opresión y la manipulación.

Preciosismo y grandilocuencia escénica

No son pocas las piruetas en el trapecio para hacerla pasar de tan villana a tan heroína. Y esto es una constante en el discurso moralizante de la película, cuya historia se ve interrumpida a la mitad (este es el primer capítulo, a la espera de una segunda entrega). Lo cual nos deja con las ganas de asistir a su continuación, aunque se agradezca el descanso a que nos obliga la intensidad estética, sonora y discursiva del filme.

Y es que la cinta ofrece un generoso despliegue de imágenes oníricas gracias a su elaborado diseño artístico, que exhibe con abundancia un caudal de escenas preciosistas, cromáticas, barrocas, y mimadas hasta el último detalle, en un estilo que va del steampunk a la estética de una juguetería art déco para niños ricos.

Un espectáculo mágico y arrollador

La riada plástica y melódica que se desborda a compuertas abiertas, puede llegar a provocar una hiperglucemia sensorial. Aunque sospecho (y también deseo), que este exceso se vea compensado con algo en un tono más amargo y dark en su segunda parte.

Pónganse las gafas «progresistas» para verla, es imprescindible, como lo es emplear un filtro ahumado para contemplar una explosión nuclear. Y gozarán así de un estrambótico espectáculo de magia, fuegos artificiales verde esmeralda, y todo un despliegue de pirotecnia audiovisual dispuesto a sumergir al espectador en una fantasía delirante y desmedida, pocas veces vista.

Sinopsis

Tras dos décadas como uno de los musicales más aclamados y longevos en escena, Wicked llega a la gran pantalla para convertirse en un esperadísimo y espectacular evento cinematográfico que definirá una era.

Dirigida por el aclamado cineasta Jon M. Chu (Crazy Rich Asians, En un barrio de Nueva York), Wicked es el primer capítulo de una fascinante celebración en dos partes de todo un fenómeno cultural. El estreno en cines de la segunda entrega está programado para finales de 2025.

Wicked, la historia jamás contada de las brujas de Oz, está protagonizada por la deslumbrante ganadora de un Emmy, un Grammy y un Tony Cynthia Erivo (Harriet, el musical de Broadway El color púrpura) en el papel de Elphaba, una joven incomprendida por su inusual color verde de piel que aún no ha descubierto su verdadero poder, y por la superestrella mundial ganadora de varios Grammy y discos de platino, Ariana Grande, interpretando a Glinda, una popular joven marcada por sus privilegios y su ambición que aún no ha descubierto su verdadera pasión.

Las dos se conocen como estudiantes de la Universidad de Shiz en la fantástica Tierra de Oz y forjan una insólita pero profunda amistad. Tras un encuentro con el Maravilloso Mago de Oz, su amistad llega a una encrucijada y sus vidas toman sendas muy distintas. Con su inquebrantable deseo de popularidad, Glinda se deja seducir por el poder, mientras que la determinación de Elphaba de permanecer fiel a sí misma y a los de su alrededor tendrá inesperadas e impactantes consecuencias en su futuro. Las extraordinarias aventuras de ambas en Oz acabarán llevándolas a cumplir sus respectivos destinos como Glinda, la Bruja Buena, y la Malvada Bruja del Oeste.

 La película cuenta también en su reparto con la ganadora del Oscar® Michelle Yeoh como Madame Morrible, la imponente directora de la Universidad de Shiz; Jonathan Bailey (Los Bridgerton, Compañeros de ruta) dando vida a Fiyero, un príncipe despreocupado y canalla; el nominado a los Tony Ethan Slater (el musical de Broadway de Bob Esponja, Fosse/Verdon) en el papel de Boq, un altruista estudiante munchkin; Marissa Bode en su debut en la gran pantalla encarnando a Nessarose, la querida hermana de Elphaba; y el icono de la cultura pop Jeff Goldblum convertido nada menos que en el legendario Mago de Oz.

El elenco de personajes incluye a Pfannee y ShenShen, dos conspiradoras compatriotas de Glinda interpretadas por la nominada al Emmy Bowen Yang (Saturday Night Live) y por Bronwyn James (Harlots: Cortesanas); un nuevo personaje creado para la película, la Srta. Coddle, interpretada por la nominada al Tony Keala Settle (El gran showman) y el cuatro veces ganador del Emmy Peter Dinklage (Juego de Tronos) dando voz al Doctor Dillamond.

Wicked está producida por Marc Platt (La ciudad de las estrellas (La La Land), La sirenita), cuyas películas, series de televisión y producciones teatrales le han valido un total de 46 nominaciones a los Oscar®, 58 nominaciones a los Emmy y 36 nominaciones a los Tony; así como por el ganador de múltiples Tony David Stone (Kimberly Akimbo, Casi normales), con quien Platt ya produjo la superexitosa obra musical Wicked. Los productores ejecutivos son David Nicksay, Stephen Schwartz y Jared LeBoff.

Basada en el best seller de Gregory Maguire, Wicked ha sido adaptada para la gran pantalla por el autor de libretos para producciones teatrales Winnie Holzman y por el legendario compositor y letrista galardonado en los Grammy y los Oscar® Stephen Schwartz.

Copyright del artículo © Fernando Mircala. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Universal Pictures International Spain. Reservados todos los derechos.

Fernando Mircala

Artista, escritor, traductor y fotógrafo. Premio Lazarillo en el año 2000. Entre otros libros, es autor de 'Ciudad Monstrualia' (2001), 'El acertijo de Varpul' (2002), 'Eclipse en Malasaña. Una zarzuela negra' (2010), 'Lóbrego romance, pálido fantasma' (2010), 'Compostela iconográfica' (2012), 'Pentagonía' (2012), 'En un lugar de Malvadia' (2016; ilustrado por Perrilla), 'Pánico en el Bosque de los Corazones Marchitos' (2019), 'Versos para musas y cuatro cuentos de Edgar Allan Poe' (2019) y 'Concéntrico' (2022).