Dos imágenes podrían resumir la vida de Boris Vian: el dibujo naif que él mismo hizo en torno a 1940, para ilustrar su Poema árabe –«L’aventure arriva sur le monts du Chérif. Le monstre remuait, trémulante machine»– y ese retrato que le hizo Jean Boullet, en el que Vian, con aire de duque existencialista, acompaña a una bella mujer rubia, con un alacrán a modo de collar, evocando así el espíritu de las Éditions du Scorpion, creadas en 1946 por Jean d’Halluin.
Son dos imágenes que ahora, gracias a esta novela gráfica que lleva por título Piscina Molitor, quedan enriquecidas en el imaginario de los admiradores de Vian con 72 planchas de Christian Cailleaux, escritas por Hervé Bourhis.
Con un estilo claro y elegante, este cómic reconstruye la vida del músico, ingeniero y escritor por medio de una sucesión de episodios que, a la manera de una sesión de jazz, van confluyendo, por medio de constantes flash-backs y flash-forwards, para finalmente adquirir nuevas sonoridades y significados.
El adjetivo que mejor le cuadra al protagonista de todas estas viñetas es el de incomprendido. Todos tenemos una idea más o menos aproximada de lo que ello implica. Por lo demás, que nadie espere un relato exhaustivo con notas a pie de página y con prolijas descripciones psicológicas.
Cailleaux y Bourhis dibujan el corazón frágil de Vian en clave impresionista, reconstruyendo el sentido de su vida con trazos nítidos pero bien escogidos.
La insuficiencia cardiaca parece que justifica ciertos desafíos del personaje, sometido a una tensión permanente. La atmósfera del álbum es la idónea, hay figuras conocidas animando los segundos términos de cada encuadre, y su temperatura emocional no puede estar mejor calibrada.
Cailleaux y Bourhis ven a Boris Vian como un héroe triste y de carácter difícil, con el alma tan quebradiza como un blues. Un existencialista, bebedor de café y al igual que Sartre, habitante del Saint-Germain-des-Prés de la posguerra. Un bohemio que no terminó de encontrarse a sí mismo y que utilizó el humor y la defensa del azar como ingredientes provocadores. Esta última, por cierto, es la razón por la cual recibió en 1953 el diploma de Sátrapa del Colegio de Patafísica.
Antes de que un infarto de miocardio le obligase a cruzar el espejo el 23 de junio de 1959, Vian quiso fortalecer su corazón sumergiéndose en la Piscina Molitor que da título al álbum.
«El viento se levanta –dice un verso que se le atribuye–. Hay que intentar vivir».
Sinopsis
Boris Vian sufrió durante toda su vida de una severa dolencia cardiaca y consideraba que bucear era bueno para su corazón.
Sin embargo, el 23 de junio de 1959 Boris Vian muere de un ataque al corazón mientras asiste de incógnito al pase de la adaptación a la pantalla de su novela Escupiré sobre vuestra tumba. Por la mañana había estado nadando en la Piscina Molitor como solía hacer cada día.
Hervé Bourhis y Christian Cailleaux narran los últimos momentos de este creador polifacético, sumergiéndose en las profundidades de su vida más allá de sus pasiones, sus amores y sus alegrías. Una vida por la que desfilan personajes secundarios como Jacques Prevert, Yehudi Menuhin, Raymond Queneau, Jean-Paul Sartre, Juliette Greco o Simone de Beauvoir.
Christian Cailleaux nació en La Garenne-Colombes, en la llamada «pequeña corona» de París. Realizó estudios de Humanidades y después asistió a la Escuela Nacional Superior de Arte de Cergy.
Ha trabajado como ilustrador en periódicos y suplementos infantiles, y también como escritor. Además, ha vivido algunas temporadas en África, donde ha realizado diversos talleres de dibujo en centros culturales o en las Alianzas Francesas de una quincena de países del continente.
Hervé Bourhis nació en el departamento francés de Indre y Loira en 1974, y actualmente vive en Burdeos.
Si bien ha sido Le Petit Livre Rock (Dargaud, 2007) la obra con la que ha obtenido un mayor reconocimiento, desde el año 2002 ha publicado una decena de novelas gráficas. En algunas de ellas se ha encargado de las ilustraciones y en otras también de la historia. Trabaja en diferentes periódicos como el diario Spirou, Télégrama, Jade, Pilote y Magic. Asimismo, también ha trabajado como ilustrador de dibujos animados. Recibió el premio Goscinny en 2002 y el Jacques Lob en 2010.
Ficha editorial
Christian Cailleaux / Hervé Bourhis
Piscina Molitor. La vida swing de Boris Vian
Traducción de Laura Salas
Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.
Copyright de imágenes y sinopsis © Impedimenta. Reservados todos los derechos.