Cualia.es

Perceval y la alquimia

Una de mis aficiones bibliográficas favoritas consiste en comprarme los libros que Remedios Varo tenía en su biblioteca. Es una forma de imaginar el conocimiento que fue atesorando, sus inquietudes lectoras, su interés por los más variados aspectos simbólicos, científicos, históricos que deja plasmados en sus pinturas.

Mi última adquisición, en ese sentido, es L’Islam et le Graal (París, 1957). Un libro sobre la versión alemana del mito del grial, el Parzival de Wolfram von Eschenbach, quien afirmaba haber recibido la historia que transcribe de manos de un provenzal llamado Kyot quien, a su vez, la encontró en Toledo, escrita en árabe por un astrónomo de origen judío llamado Flegetanis, que decía haber leído el nombre del grial en las estrellas… Cuánto se parece esta historia al Cide Hamete Benengeli cervantino…

Eschenbach no habla del grial como un vaso sino como una piedra de esmeralda que alimenta a quien la posee:

“… unos valientes caballeros moran en el castillo de Mont Salvage donde se guarda el Grial. Estos son los templarios quienes, a menudo, cabalgan lejos en busca de aventuras… En este castillo reside una tropa de altivos guerreros. Quiero deciros con qué se sustentan: todo lo que les sirve de alimento les viene de una piedra preciosa que, en su esencia, es todo pureza. Si no la conocéis, os diré su nombre: se le llama lapsit exillis. Por la virtud de esta piedra, el Fénix se consume y se convierte en cenizas; pero de estas cenizas renace la vida; gracias a esta piedra el Fénix realiza su muda para reaparecer luego en todo su esplendor y más hermoso que nunca. Cualquier hombre, por enfermo que esté, puesto en presencia de dicha piedra, con seguridad seguirá escapando de la muerte durante toda la semana que sigue al día en que la ha visto. Quien la ve deja de envejecer. Desde el día en que esta piedra se les aparece, todos los hombres y todas las mujeres recuperan el aspecto que tenían en la época de la plenitud de sus fuerzas. Si permaneciesen en presencia de la piedra a lo largo de doscientos años no cambiarían, sólo sus cabellos se volverían blancos. Dicha piedra da al hombre tal vigor que sus huesos y su carne recuperan enseguida su juventud. También lleva el nombre de Grial.”

Piedra verde.

Elixir vitae.

¿Alquimia griálica?

Hay un punto en el que todos los mitos confluyen. Tan sólo hay que saber encontrar esa encrucijada…

En la imagen, mi flamante ejemplar intonso sobre el quinto de mis cuadernos griálicos. Grial (5): Burgos. Empezado un primero de marzo de 2019. Terminado (44 entradas después) un dieciocho de septiembre con esta anotación: “Sólo el sentido corporal ve las cosas visibles, pero sólo el ojo del corazón ve las cosas invisibles (OCULUS CORDIS)”.

Copyright del artículo © Mar Rey Bueno. Reservados todos los derechos.

Mar Rey Bueno

Mar Rey Bueno es doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Realizó su tesis doctoral sobre terapéutica en la corte de los Austrias, trabajo que mereció el Premio Extraordinario de Doctorado.
Especializada en aspectos alquímicos, supersticiosos y terapéuticos en la España de la Edad Moderna, es autora de numerosos artículos, editados en publicaciones españolas e internacionales. Entre sus libros, figuran "El Hechizado. Medicina , alquimia y superstición en la corte de Carlos II" (1998), "Los amantes del arte sagrado" (2000), "Los señores del fuego. Destiladores y espagíricos en la corte de los Austrias" (2002), "Alquimia, el gran secreto" (2002), "Las plantas mágicas" (2002), "Magos y Reyes" (2004), "Quijote mágico. Los mundos encantados de un caballero hechizado" (2005), "Los libros malditos" (2005), "Inferno. Historia de una biblioteca maldita" (2007), "Historia de las hierbas mágicas y medicinales" (2008) y "Evas alquímicas" (2017).