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Mendelssohn empuña el violonchelo

Un largo e ilustre camino recorre el violonchelo alemán entre Bach y Brahms, un camino que va de la suite a la sonata, cuyo enlace puede ser Boccherini, que amaba ambos géneros y era un violonchelista de fuste.

Si introduzco al leve italiano entre los dos colosos teutones es porque Mendelssohn, eslabón de la cadena, siempre tuvo una querencia intelectual por la concisión y la luminosidad del clasicismo latino.

Mendelssohn sentía como un romántico y redactaba como un clásico. El violonchelo es un lugar de privilegio para tal encuentro. Tiene la robusta introspección viril del romántico y exige una nitidez de escritura clásica. Mendelssohn podía trazar soluciones melódicas de diversa naturaleza: la canción, el coral, las parábolas cantables de largo aliento o de agitado trámite. Conocía las posibilidades del instrumento, era capaz de hacerlo brillar en las variaciones que datan de 1829, a la vez que dejar un modelo que Brahms habrá de seguir e imponer a todo el romanticismo tardío germánico.

Las sonatas fueron compuestas en 1838 y 1843. Beethoven había pasado, Schumann orillaba la locura y Mendelssohnintentaba volverlo a la sensatez. No hay la una sin la otra, ni sólo con una o la otra se puede conseguir la obra de arte.

La imaginación es la loca de la casa y la cordura, su científica portera. Mendelssohn era íntimo de ambas.

Disco recomendado: F. MENDELSSOHN: Sonatas para violoncello y piano nº 1 & 2; Variaciones concertantes op.58; 3 lieder; Albumblatt / A.Leroy, cello, S.Moubarak, piano / ZIGZAG / Ref.: ZZT 040102 (1 CD) D2

Copyright del artículo © Blas Matamoro. Este artículo se publica en Cualia por cortesía del autor y de Diverdi. Reservados todos los derechos.

Blas Matamoro

Ensayista, crítico literario y musical, traductor y novelista. Nació en Buenos Aires y reside en Madrid desde 1976. Ha sido corresponsal de "La Opinión" y "La Razón" (Buenos Aires), "Cuadernos Noventa" (Barcelona) y "Vuelta" (México, bajo la dirección de Octavio Paz). Dirigió la revista "Cuadernos Hispanoamericanos" entre 1996 y 2007, y entre otros muchos libros, es autor de "La ciudad del tango; tango histórico y sociedad" (1969), "Genio y figura de Victoria Ocampo" (1986), "Por el camino de Proust" (1988), "Puesto fronterizo" (2003), Novela familiar: el universo privado del escritor (Premio Málaga de Ensayo, 2010) y Cuerpo y poder. Variaciones sobre las imposturas reales (2012)
En 2010 recibió el Premio ABC Cultural & Ámbito Cultural. En 2018 fue galardonado con el Premio Literario de la Academia Argentina de Letras a la Mejor Obra de Ensayo del trienio 2015-2017, por "Con ritmo de tango. Un diccionario personal de la Argentina". (Fotografía publicada por cortesía de "Scherzo")