Siempre me ha divertido la ciencia, por su constante vocación de novedad, tanto como me han aburrido esos intelectuales que, desde la torre de marfil de las humanidades, presumen de desconocerla.
Aceptar y escudriñar los nuevos retos científicos parece ser la divisa de Sánchez Ron, un divulgador excepcional, empeñado en abrir el cajón del laboratorio y extraer de él todo aquello que puede ayudarnos a entender nuestro origen, nuestro presente y nuestro porvenir.
Habida cuenta de que por algún sitio hay que empezar, este libro es un perfecto manual para adentrarnos en el cosmos con los instrumentos imprescindibles para ello: desde las matemáticas hasta la química. Y que entienda quien quiera entender. Difícilmente encontrará el lector un libro más riguroso, más sencillo y más atrayente para entender cómo y por qué funciona la relojería del universo.
Visito a menudo la zona que las librerías dedican a la divulgación científica, y en sus anaqueles uno se encuentra casi de todo, desde libros memorables a frivolidades inadmisibles. Pues bien, Sánchez Ron sabe simplificar sus explicaciones sin perder un ápice de seriedad, y por si ello no fuera bastante, su prosa es ligera y adictiva. Lo cual, créanme, es toda una hazaña si tenemos en cuenta la empresa cultural que aborda: un trayecto histórico que abarca mil quinientos años.
En los tiempos que corren, suele decirse que necesitamos reforzar nuestra frágil tradición científica. Ese es un empeño que no es posible improvisar. Lo primero que hemos de hacer es apasionar a las nuevas generaciones con esa gran aventura de descubrimientos y experimentación. En este sentido, no se me ocurre mejor regalo para un joven inteligente que este libro. Quién sabe si en sus páginas se contagiará de esa misma pasión que compartieron Galileo, Newton, Hawking y Ramón y Cajal.
¿Se imaginan ustedes lo que significa el desafío de comprimir tantos siglos de sabiduría en un texto accesible y divertido? Pido disculpas por quien se duela por la siguiente afirmación, pero quien siga quejándose de la complejidad de las ciencias y no ponga remedio a través de lecturas como ésta, toma el camino de la ignorancia y la comodidad. Ya ven lo fácil que resulta escapar del tópico, y acceder a este mundo asombroso por la vía que nos propone Sánchez Ron.
Se me acabó el espacio. Quédense con esta recomendación y no la olviden. Los secretos del universo. La ciencia explicada para torpes es uno de esos libros que, sobre todo si usted presume de «ser de letras», le conviene tener siempre a mano.
Sinopsis
Este libro trata del Universo, uno de los “objetos” que más atraen a nuestra especie. En él, su autor, José Manuel Sánchez Ron, cumple una doble y poco frecuente función. Por un lado, abordar con sencillez, con un lenguaje directo accesible incluso a los más torpes, cuestiones que todos nos hemos planteado en al gún momento, preguntas del tipo de si podremos entender cómo surgió el Universo, qué es la vida, cómo apareció y si existe en otros lugares del cosmos, o cómo son las atmósferas y geologías de nuestros vecinos planetas del Sistema Solar.
Su segundo objetivo es utilizar el Universo para hablar de las ciencias más básicas, de las matemáticas, la física, la química, la geología y la biología, así como de otras disciplinas o fenómenos cuya comprensión sólo es posible a través de la ciencia. Porque el Universo es un espléndido laboratorio, un crisol en el que se manifiestan y funden todas las ciencias… y además puede ser divertido.
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