Alfred Hitchcock dijo una vez: «Si usted no experimenta un delicioso terror cuando vea La ventana indiscreta, entonces pellízquese… Posiblemente esté muerto.»
«La ventana indiscreta» era una de las películas favoritas de Hitchcock, como lo ha sido –y aún lo es– tanto para el público como para los críticos desde que fuera estrenada por Paramount Pictures en 1954.
Para el director representó la extraordinaria oportunidad de tener todo un film visto desde el punto de vista de un personaje y que abarcase un solo y gran plató. En cuanto al público, le dio la oportunidad de hacer algo que muchos habrían querido: Ser los «voyeurs» y espías de sus vecinos.
La película de Alfred Hitchcock «La ventana indiscreta» es una representación de Universal Classics, con James Stewart y Grace Kelly como protagonistas, acompañados por Wendell Carey, Thelma Ritter y Raymond Burr. Producida y dirigida por Alfred Hitchcock, el guión pertenece a John Michael Hayes, basado en el cuento corto de Cornell Woolrich «It Had To Be Murder». Robert Burks fue el director de fotografía.
El argumento es muy sencillo: un hombre inmovilizado (James Stewart) observa a sus vecinos a través de la ventana de atrás de su apartamento para pasar el tiempo. Se siente fascinado por uno de los departamentos en especial, hasta que lentamente se da cuenta que su propietario ha matado a su mujer. Lo que sigue es cómo el protagonista convence a los demás inquilinos de que ha habido un asesinato, y luego hacer que el asesino sea atrapado, pero no antes de que éste trate de matar otra vez. Sin embargo, en manos de «El maestro», una simple línea argumental se convierte en un cuento humorístico y macabro capaz de jugar con las emociones del espectador con sólo un movimiento de cámara.
Hitchcock ha sido siempre un «voyeur» y su cámara ha funcionado como los ojos del público. Con «La ventana indiscreta» explota una debilidad nuestra, que es enterarnos de lo que hace el vecino… y los problemas que eso puede acarrear.
La idea para el film surgió de diferentes fuentes, muy en especial del tristemente famoso caso de Patrick Mahon. En este caso el asesino desmembró el cuerpo de una muchacha y lo arrojó pedazo por pedazo desde la ventanilla de un tren, excepto la cabeza, a la que quemó en su chimenea. Hitchcock le asignó la tarea de escribir el guión a John Michael Hayes, un ex escritor de radio.
El director quedó tan satisfecho con el guión concluido, que Hayes escribiría tres de sus films siguientes: «Atrapa a un ladrón» («To Catch a Thief»), «Pero, ¿quién mató a Harry?» («The Trouble with Harry») y «El hombre que sabía demasiado» («The Man Who Knew Too Much»).
Hitchcock también sabía a quién quería para sus protagonistas: James Stewart había trabajado con él en «La soga» («Rope») y sentía que el actor podía estar perfecto como Jeff, el fotógrafo confinado en una silla de ruedas que está convencido de que se ha cometido un asesinato en su edificio de apartamentos. Hitchcock también contrató a Grace Kelly para interpretar a Lisa Freemont, la novia y «piernas» de Jeff.
Completando la parte central del reparto están Wendell Corey como Tom, compañero de Jeff en la guerra y ahora detective; Thelma Ritter como Stella, la enfermera de Jeff, y Raymond Burr, que interpreta a Lars Thorwald, el acusado de asesinato.
La película se rodó completamente en el plató 18 de los Estudios Paramount. El monumental decorado tenía 33 metros de ancho, 63 de largo y 10 de altura, con estructuras que se elevaban cinco y seis pisos. Fue el resultado de meses de planeamiento y construcción. Había 31 apartamentos, con la mayor parte de la acción transcurriendo en ocho habitaciones completamente amuebladas, además de un laberinto de escaleras de incendios, terrazas, un callejón, una calle y el fondo de la ciudad.
Se necesitaron más de mil arcos de luces gigantes para iluminar el plató desde arriba, mientras más de dos mil variedades de pequeñas lámparas se usaron para tener luz suplementaria. De hecho, «La ventana indiscreta» fue tan meticulosamente planeada y calculada antes de comenzar el rodaje en sí, que sólo fueron descartados al final unos pocos cientos de metros de película con tomas desechables.
Para sus movimientos, los actores que interpretaban a los vecinos de Stewart recibían sus instrucciones y direcciones a través de una radio de onda corta con micrófonos escondidos.
En realidad, Hitchcock se encontró rodando dos películas, una con sonido y otra muda. La toma más elaborada era un plano largo que debía establecer todo el escenario al comienzo del film. La cámara tenía que alzarse muy alto sobre el patio del edificio, ir de una a otra ventana hasta que, eventualmente, se detenía en el apartamento de Stewart. Allí, Hitchcock hacía que la cámara recorriese su cara transpirada hasta que se le viera en la silla de ruedas, coger un termómetro, deslizarse por la pierna inválida y escayolada, recoger un grupo de revistas y una cámara destrozada y luego moverse hacia la pared para mostrar una fotografía hecha en el circuito de Indianápolis.
Esto sugería que el personaje de Stewart era un audaz fotógrafo que se había roto la pierna al sacar la foto que estaba en la pared. También establecía la mayoría de los elementos que subsiguientemente se desarrollaban en la acción. Hay una constante identificación entre el personaje de Stewart y el público –todo lo que él ve también lo ve el espectador–, y así todos están expuestos al peligroso potencial del «voyeurismo». El público se ve implicado desde el principio dado que los créditos pasan sobre una toma de persianas cerradas que se van abriendo una tras otra.
Luego, el espectador es conducido a identificarse con Stewart cuando él se identifica con el sospechoso al que está espiando. Gozando de su ocio y deseando encontrar aventuras, él fisgón se halla en una posición menos inocente que la del espectador viendo una película. Y, naturalmente, el espectador se siente tan frustrado como Stewart cuando quiera que los hechos no justifican sus deducciones.
A todo el mundo le gusta saber lo que sucede a su alrededor. En «La ventana indiscreta», James Stewart tiene una curiosidad insaciable; tanta, que al final de la película no sólo se ha roto la otra pierna, sino que también casi logra que le asesinen. Un director tiene también mucho de «voyeur».
Con su cámara puede meterse en la vida personal de alguien e invadir su privacidad. Sin embargo, Hitchcock siempre sintió que en realidad nunca estaba siendo un intruso en lo que fotografiaba. En cambio pensaba que su función era iluminar una situación y luego dejar a todos que sacasen sus propias conclusiones de lo que veían.
«Hay principios de películas –escribe José María Latorre– que marcan indeleblemente, y la obra de Alfred Hitchcock es pródiga en tales principios. Quizá el de La ventana indiscreta sea uno de los más memorables. Estamos ante un ventanal de tres cuerpos provistos de sus correspondientes persianas. Durante los títulos de crédito, cada una de las persianas va subiendo lentamente, una después de otra, hasta mostrar la tachada interior de un edificio, con sus ventanas y balcones. La cámara se aproxima despacio al cuerpo central de la ventana y hace un primer recorrido superficial por el patio de la comunidad que termina con un primer plano de Jeff (James Stewart) dormido y sudoroso. Sigue un inserto del termómetro indicando que la temperatura es, en efecto, elevadísima. (…) Sin una sola palabra de diálogo, Hitchcock nos ha dado ya muchos datos sobre el personaje, así como sobre la comunidad en la que vive».
Sinopsis
Durante siete semanas, el fotógrafo de revistas L.B. Jeffries, al que todo el mundo llama Jeff (James Stewart), ha estado confinado a una silla de ruedas, mientras en Nueva York hay una ola de calor. Su pierna y sus caderas están inmovilizadas en una escayola a causa del accidente sufrido cuando se soltó la rueda de un coche de carreras que él estaba fotografiando.
Para pasar el tiempo, a Jeff le gusta mirar lo que hacen de sus vecinos del apartamento que tiene en el Greenwich Village. Es un verano pesado y húmedo, así que las persianas, que normalmente ocultarían la vista de las vidas privadas de los otros inquilinos, raramente están bajadas.
Durante estas observaciones aprende varias cosas, incluso que el matrimonio no es algo en lo que quiera aventurarse muy pronto, especialmente ahora que se siente presionado por su novia, Lisa Fremont (Grace Kelly), una sofisticada editora de una revista de modas. En lo que se refiere a los vecinos, parece que o bien todos son inestables emocional mente o se han confundido trágicamente al elegir pareja: Ahí está Miss Lonely Hearts (la señorita Corazón Solitario), una solterona ansiosa de hombres que tiene cenas a la luz de la vela con pretendientes imaginarios; también hay una pareja de mediana edad y sin hijos que vuelcan su amor en un pequeño perro, y también una pareja de recién casados que se pasan el día haciendo el amor detrás de las cortinas. Miss Torso es una curvilínea bailarina que practica sus ejercicios en ropa interior, para gran deleite de sus vecinos.
Luego también encontramos a la excéntrica artista madura que se dedica por completo a una nueva escultura, mientras un frustrado compositor de música trata de encontrar inspiración en la bebida. Y además está Lars Thorwald (Raymond Burr), un viajante de comercio que vende joyas, quien permanentemente tiene fuertes discusiones con su esposa inválida.
El aburrimiento de Jeff le hace ansiar algo de excitación: «En este momento me encantaría tener algún problema», le dice a Stella (Thelma Ritter), una ingeniosa enfermera que viene a darle masajes todos los días. Sin embargo no tiene que esperar mucho tiempo para ver cumplidos sus deseos, dado que aquella misma noche Jeff escucha un espeluznante grito y ve a Thorwald haciendo varios viajes con una maleta de aluminio.
Armado con binoculares y una poderosa cámara para telefotos, Jeff observa a Thorwald limpiar la maleta, lavar las paredes de su baño y envolver una sierra y un cuchillo de cocina en papel de periódico. Jeff comienza a sospechar que el viajante ha asesinado a su mujer, troceado su cuerpo y luego se ha deshecho de él en el jardín que hay en el patio de la casa de apartamentos. Pero sus evidencias son demasiado poco sostenibles como para convencer a su novia Lisa ya Tom (Wendell Corey), su compañero de armas durante la guerra y ahora detective de la sección homicidios. Las sospechas de Jeff aumentan cuando observa al pequeño perro olfateando en el jardín.
También le intriga ver a Thorwald revolviendo el bolso y las joyas de su mujer. Lisa deduce que si la mujer se ha ido de viaje –lo cual es muy posible yeso explicaría su ausencia tendría que haberse llevado el anillo de bodas con ella así que decide hacer un pequeño trabajo detectivesco: Poco tiempo después se descubre al pequeño perro estrangulado, y todos los vecinos tienen una reacción horrorizada ante el hecho.
Todos excepto Thorwald, que permanece sentado a solas en su oscuro apartamento. Finalmente, convencidas por la insistencia de Jeff en que se ha cometido un crimen, Lisa y la enfermera Stella se convierten en las piernas del fotógrafo.
Stella comienza a hacer excavaciones en el jardín, en tanto Lisa va al apartamento del sospechoso, durante su ausencia, para buscar algunas pistas. Pero allí es sorprendida por Thorwald, que está a punto de matarla si no fuera por la intervención de la policía, a la que ha llamado, el desesperadamente impotente Jeff –; Lisa es llevada a la cárcel acusada de intento de robo, pero no antes de poder hacerle entender a Jeff que ha encontrado el anillo de boda –toda la evidencia necesaria–; pero el asesino ha visto hacia dónde hacía señas la muchacha, y así se pone a acosar a Jeff. En el apartamento de Jeff, Thorwald se enfrenta con él y trata también de matarlo.
Sin poderse mover de su silla de ruedas, la única defensa de Jeff es usar su cámara y cegar a Thorwald con la luz del flash. Justo en el momento en que Thorwald ha logrado atrapar a Jeff, llega la policía y mata a balazos al enloquecido asesino, pero no antes que Jeff haya caído por la ventana. Aunque ahora tiene rotas las dos piernas, Jeff se siente feliz, cuidado y acompañado por Lisa.
Copyright de las notas de producción © 1984 Universal Pictures, Universal Classic, Cinema International Corporation. Reservados todos los derechos.