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Farley Granger y los personajes problemáticos

Pareciera como que Farley Granger hubiese nacido para interpretar a jóvenes sensibles pero atormentados; por lo tanto, se ajusta perfectamente a su personaje de Philip en «La soga». Y aunque ésta era sólo su tercera película, ya estaba recibiendo elogios de la crítica y fama con el público.

Su trabajo como el muy impresionable pianista que se ve envuelto en un asesinato con un compañero de escuela sólo por experimentar la excitación intelectual que puede haber en ello, le valió que el Libro del Año de la Enciclopedia Británica le nombrase como a uno de los tres actores jóvenes más promisorios de 1949 (los otros dos eran Montgomery Clift y Richard Basehart). El sueño de Granger se estaba haciendo realidad: Iba a ser una estrella. Nació en 1925 en San José, California, y fue descubierto por Samuel Goldwyn en una producción de Los Angeles Community Theater mientras aún estudiaba en la North Hollywood High School.

Muy pronto firmó un contrato por siete años. Hizo su debut en cine a los dieciocho años interpretando a un joven ruso en la obra de Lillian Hellman «The North Star», una película de propaganda bélica sobre la resistencia de la Unión Soviética a la ocupación nazi. Luego apareció en otro film de características similares, «The Purple Heart», como un aviador norteamericano al que los japoneses hacen una corte marcial. Esto antes de ir a la guerra él mismo, alistándose en la Marina en 1944.

Al regresar a Hollywood en 1948, Granger comenzó a trabajar en «La soga», ya ésta le siguió «Enchantment». Tras terminar este film, volvió a trabajar para Goldwyn y fue encasillado como un joven confundido o neurótico –pero guapo– en una serie de historias melodramáticas. Películas como «They Live by Night», en la cual interpretaba a un chico inocente tratando de escapar a un medio criminal y comenzar una vida más fácil y simple, y en «Edge of Doorn», donde mata a un sacerdote con un crucifijo, todo esto cimentando su imagen de chico-guapo-pero-con-feos-problemas.

Después de una serie de otros films, que incluyen «Our Very Own» y «Side Street», Granger aceptó el difícil personaje de un aristocrático tenista en «Extraños en un tren», de Alfred Hitchcock. Tras la película de Goldwyn «El mundo maravilloso de Hans Christian Andersen» («Hans Christian Anderson»), Granger se liberó del contrato con su descubridor y decidió buscar la madurez lejos de Hollywood.

Sus viajes y experiencias europeos le llevaron a Italia, donde ofreció uno de sus mejores trabajos como el amante traicionado por Alida Valli en «Senso», de Luchino Visconti. Regresó brevemente a Hollywood en 1955 para aparecer junto a Joan Collins y Ray Milland en «La muchacha del trapecio rojo» («The Girl in the Red Velvet Swing»), la narración de Richard Fleischer sobre la escandalosa historia de Evelyn Nesbit. Decidido a convertirse en un buen actor de teatro, dejó la pantalla y se fue a vivir a Nueva York. Allí apareció en varias obras de éxito, como «The Heiress», «Advise and Cansent» y «The King and I».

A principios de los setenta regresó a Europa e intentó reestablecerse como estrella de cine en varias producciones británicas («AMan Called Noon»), italianas («Le llamaban Trinidad», «They Call Me Trinity») y francoalemanas («El serpiente », «The Serpent»). Sua apariciones en televisión incluyen programas como «Playhouse 90», «The U.S. Steel Hour», «Studio One», «Clímax» y «Kratt Theater». Más recientemente, trabajó en Broadway en «Deathtrap».

Murió el 27 de marzo de 2011.

Copyright de las notas de producción de «La soga» © 1984 Universal Pictures, Universal Classic, Cinema International Corporation. Reservados todos los derechos.