Quizá mucho de lo que investigó Georges Duby (1919 –1996) a lo largo de su trayectoria se resuma en esta obra clásica, un título imprescindible para todos aquellos que deseen comprender las claves del Occidente medieval a través de su arte y su urbanismo.
Reconozámoslo: La época de las catedrales es uno de esos libros destinados a distinguirse en cualquier biblioteca culta. No en vano, ha sido objeto de continuas reediciones desde que Skira lo publicó en tres volúmenes ilustrados (Adolescence de la chrétienté occidentale, L’Europe des cathédrales y Fondement d’un nouvel humanisme) entre 1966 y 1967. Aquella trilogía fue reunida en solo tomo ‒el que hoy nos ocupa‒, impreso por Gallimard en 1976 y luego traducido a los principales idiomas del mundo.
Cátedra nos brinda nuevamente la oportunidad de disfrutar de este ensayo, maravillosamente escrito y dotado de una personalidad inimitable, en el que Duby nos invita a cruzar el espejo del tiempo con un rigor y una amenidad que, a la manera de un novelista, va graduando en cada una de sus páginas.
Elogiar, a estas alturas, a un medievalista como Duby puede parecer ocioso, y sin embargo, basta con adentrarse en La época de las catedrales para admirar la frondosidad de sus conocimientos. Desde que en 1952 escribió su tesis doctoral, La société aux XIe et XIIe siècles dans la région mâconnaise, el historiador dejó claro a sus contemporáneos que era muy capaz de analizar las estructuras sociales del Medievo teniendo en cuenta todos sus factores, desde la economía y la distribución del poder hasta los múltiples matices de su legado artístico. Como resultado, la bibliografía de este medievalista acaba conformando una historia de las mentalidades dotada de una formidable complejidad.
La época de las catedrales ilumina el mundo medieval y nos lo muestra con toda su ambición, toda su riqueza y todo su genio. En este sentido, la catedral se muestra al lector moderno como una enciclopedia de piedra, diseñada para perpetuar, en tres dimensiones, el conocimiento y la personalidad de su época. A esa complejidad técnica y a los alardes arquitectónicos que conlleva su construcción añade Duby otros detalles. Por ejemplo, una exuberante iconografía, una espiritualidad intensa y la ostentación social ‒en este caso, profana‒ de las elites.
En definitiva, nos encontramos ante un libro inagotable que describe la arquitectura como una actividad intelectual superior, en la que se resumen las interdependencias sociales y culturales más acentuadas de una época fascinante.
Sinopsis
Georges Duby sitúa las altas producciones del Occidente medieval en el movimiento general de la civilización y ofrece las claves para penetrar en este universo de formas fascinantes. Muestra cómo, en el siglo X, el gobierno de la producción artística pasa de manos de los reyes a las de los monjes; cómo, cien años más tarde, el renacimiento urbano establece la catedral como foco de las mayores innovaciones; y cómo, en el siglo XIV, la iniciativa artística vuelve a los príncipes y se abre a los valores profanos.
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