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La delgada línea roja

La delgada línea roja es una expresión que utilizó el periodista William Howard Russell cuando ejerció de corresponsal en la guerra de Crimea (1853-1856). Se refería a la defensa que hizo el 93º Regimiento de Highlanders, manteniendo una posición contra la caballería rusa en la batalla de Balaclava, el 25 de octubre de 1854.

Russell era corresponsal por cuenta del Times londinense. Fue extremadamente crítico con el ejército británico, sobre todo por el trato que recibieron los soldados, los cuales sufrieron una enorme cantidad de bajas por diversas enfermedades. Las crónicas que enviaba Russell provocaron numerosas protestas, entre ellas las de la propia reina Victoria y su marido Alberto.

Imagen superior: William H. Russell, fotografiado por Roger Fenton en 1855.

La guerra de Crimea enfrentó a los rusos con una coalición liderada por británicos y franceses para proteger al Imperio Otomano. La coalición fue comandada por el mediocre Lord Raglan. El 25 de octubre de 1854, Russell fue testigo de la Carga de la Brigada Ligera en Balaclava, dirigida por el incompetente Lord Lucan y un auténtico asno, Lord Cardigan.

Imagen superior: la Carga, imaginada en 1897 por el pintor Richard Caton Woodville, Jr.

El artículo de Russell, escrito a las pocas horas, apareció en The Times el 14 de noviembre, y su lectura inspiró al poeta oficial del Imperio Británico, Alfred Tennyson, que cantó las glorias de aquella hazaña: «Media legua, media legua / Media legua por delante, / Por el valle de la muerte / cabalgaron los seiscientos…»

Imagen superior: grupo de hombres del 13º regimiento de caballería de Dragones Ligeros, supervivientes de la Carga de la Brigada Ligera (Roger Fenton, 1855).

La guerra de Crimea fue la primera guerra moderna. Hubo críticas periodísticas, apareció un cuerpo de enfermeras dirigido por Florence Nigthingale, y sobre todo, fue el primer conflicto registrado en un amplio reportaje fotográfico. El equipo de Roger Fenton lo llevó a cabo preparando y revelando negativos de vidrio al colodión húmedo. En la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos es posible descargar, en gran formato, un apreciable número de fotografías de dicho reportaje.

Imagen superior: Roger Fenton llegó a Sebastopol en marzo de 1855. «Desde entonces hasta el comienzo de la primavera ‒dijo‒, la luz y la temperatura fueron las mejores que un fotógrafo podría desear». Por desgracia, de ahí en adelante, todo empeoró, y se vió obligado a trabajar a primera hora del día. «Es imposible trabajar después de las nueve o las diez en punto debido al intenso calor, que hace que los tapones de mis botes exploten, y que arruina todas las imágenes». Junto a su asistente Marcus Sparling (en la foto), Fenton realizó 360 fotografías que llevó a Londres en junio de 1855. El resto del conflicto fue cubierto por el británico James Robertson y por los franceses Jean-Charles Langlois y Léon Eugène Méhedin.

Aquella fue una guerra que se libró, además de en el campo de batalla, en los periódicos y en la propaganda. El reportaje fotográfico fue encargado por el príncipe Alberto para contrarrestar las duras crónicas de Russell.

La opinión pública y la prensa pasaron a tener una importancia creciente en la toma de decisiones políticas. En el estado moderno ya no bastaba la mera acción política. En el futuro iba a ser necesario convencer, seducir o engañar a la ciudadanía.

Imagen superior: el corneta Henry John Wilkin, del 11º de Húsares (Roger Fenton, 1855).

Imagen de la cabecera: «La delgada línea roja» (1881), de Robert Gibb. Museo Nacional de la Guerra (Edimburgo).

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Joaquín Sanz Gavín

Contable y licenciado en Derecho.