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El cocodrilo y el kiwi

El 7 de marzo de 1911 Ernest Rutherford, que había sido Premio Nobel de Química en 1908, leyó en la Sociedad literaria y filosófica de Manchester una comunicación mediante la que presentó su modelo de la estructura atómica: un núcleo, pequeño, masivo y cargado positivamente, con electrones en órbita a su alrededor.

El modelo había sido diseñado partiendo de las reglas de la mecánica newtoniana clásica. Tal vez fue el último momento en que se pudo identificar la estructura subatómica sin recurrir a la complicada mecánica cuántica. Niels Bohr, en 1913, refinó el modelo aplicando ideas de cuantización (utilización de los mínimos valores de las magnitudes y sus variaciones).

Imagen superior: Niels Bohr.

Rutherford dirigió la cátedra Cavendish de física experimental en Cambridge desde 1919 hasta su muerte, en 1937. Se le concedió un título de nobleza en 1930, Barón Rutherford de Nelson (había nacido en Nueva Zelanda); y escogió como leyenda de su blasón: Primordia quaerere rerum (Buscar la naturaleza de las cosas). Su escudo, flanqueado por un alquimista y un maorí, se coronaba con un kiwi.

Imagen superior: escudo de armas del Barón Rutherford de Nelson. Rutherford quiso que el escudo incluyera las dos curvas del gráfico donde describía el periodo de desintegración atómica.

Junto a los antiguos Laboratorios Cavendish, en el centro de Cambridge, se construyó una ampliación en 1933, el Laboratorio Mond. En su fachada de ladrillo, inspirada en los principios de la Bauhaus, Eric Gill esculpió un cocodrilo a petición de Piotr Kapitsa, un físico ruso que trabajó con Rutherford.

Imagen superior: fachada del laboratorio Mond. A la derecha, el cocodrilo © Universidad de Cambridge.

Imagen superior: el laboratorio Mond, obra del arquitecto H.C. Hughes, fue un proyecto financiado por el Fondo Ludwig Mond de la Royal Society (Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural). Se construyó para que Kapitsa realizara sus investigaciones en física de baja temperatura. En esta fotografía que publicó en 1933 «The Architect and Building News» destaca el cocodrilo de Eric Gill. Al fondo, se distingue la vieja fachada de los Laboratorios Cavendish, diseñada por W.M. Fawcett en 1873.

Entre las varias teorías sobre la asociación del cocodrilo con Rutherford, está el hecho de que el vocablo ruso “krokodil” quiere decir, en argot, “jefe”. Otra hipótesis está relacionada con el cocodrilo como símbolo alquímico. Y por último, según el físico George Gamow, la voz alta e inconfundible de Rutherford avisaba a sus ayudantes de que venía por el pasillo, de la misma manera que, en Peter Pan, el tictac del reloj que se tragó el cocodrilo avisaba al capitan Garfio de que éste volvía a perseguirle.

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Joaquín Sanz Gavín

Contable y licenciado en Derecho.

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