Hay quien devora fantasía heroica light o se apunta a la moda de Canción de Hielo y Fuego sin haber leído los libros de Martin. Es una opción respetable, pero no es a ese tipo de lectores al que se dirige Steven Erikson. En realidad, la saga que lleva su firma es literatura de muchos octanos, escrita de forma competente por un autor ambicioso y apasionado.
Dentro del género fantástico, Erikson no es uno de esos novelistas a los que pillan siempre plagiando a los clásicos del pulp. Al contrario. Hablamos del inventor de un universo literario en el que la aventura se desarrolla bajo infinidad de nombres, costumbres, deidades y avatares históricos.
Adentrarse en esta saga no es cosa fácil. A cambio, Erikson regala una épica despiadada, descripciones propias de una edda escandinava e intrigas dignas de la caída del Imperio Romano.
La casa de cadenas (House of Chains) es la cuarta entrega de este ciclo –Malaz: El libro de los caídos– del que ya hemos leído Los Jardines de la Luna, Las Puertas de la Casa de la Muerte y Memorias del Hielo.
Planteado como una secuela de Las Puertas de la Casa de la Muerte, este cuarto libro del ciclo malaciano fue editado en Inglaterra el 2 de diciembre de 2002, y llegó al público estadounidense el 22 de agosto de 2006.
Con razón, la crítica saludó esta novedad como uno de los mejores lanzamientos del año en el campo de la literatura fantástica. Sobran los motivos para estar de acuerdo. No sólo nos hallamos ante una obra de narrativa poderosa y adictiva. También confirma que Erikson es el artífice de un mundo en el que nos gustaría quedarnos a vivir para siempre: cruel, laberíntico, desmedido, extremadamente denso y con pocos rivales en cuanto a embrujo se refiere.
El tono es voluntariamente sombrío, sobre todo si tenemos en cuenta el punto de partida.
Con esta entrega, Erikson ha dado, a mi modo de ver, el do de pecho en su saga y colma las expectativas del lector más exigente (Exacto: ése que no le tiene miedo a un volumen de 941 apretadas páginas).
Una epopeya legendaria
Las tropas del Séptimo Ejército de Malaz han sido aniquiladas en su intento de proteger a 50.000 refugiados en territorio hostil.
Aunque la trama se inicia en Genabackis, buena parte de la acción transcurre en el subcontinente de las Siete Ciudades. Karsa Orlong, de la tribu Uryd de los Teblor, llega desde las montañas, decidido a vivir en su propia piel los legendarios relatos de su abuelo. Su incursión contra Lago de la Plata es solo el primer paso en este sentido. Empuña con orgullo la espada de palosangre y lo acompañan en este peligroso viaje dos guerreros, Bairoth Gild y Delum Thord. El mar les aguarda con sombrías promesas.
Otro ejército malazano es adiestrado por la Consejera Tavore, de la Casa Paran, una noble fiel a antiguas lealtades, inmersa en las intrigas de la ciudad sagrada de Aren.
Dicho ejército debe penetrar en el sagrado desierto Raraku con el fin de acabar con Sha’ik, cuya verdadera identidad no revelaré.
Sha’ik es la elegida de la diosa del Torbellino, cuyas fuerzas sustentan la rebelión que tantas bajas ha causado ya.
Aunque los insurgentes sobrepasan en número a los soldados del Imperio de Malaz, los conflictos entre los señores de la guerra menoscaban el poderío del Ejército del Apocalipsis.
Cadenas de sangre
Las cadenas del título adquieren diversas formas en el relato. Aludiendo a la Gran Casa de Cadenas, cuyo señor es el dios Tullido; en el sentido literal –pensemos en su presencia en los navíos de guerra–, o como referencia simbólica a las cadenas de soldados o de almas encadenadas, sin olvidar a la Cadena de Perros de Coltaine.
Con todo, esta metáfora acaba afectando a la propia estructura novelística, de suerte que cada acontecimiento se va uniendo a otros como lo hacen los eslabones enlazados entre sí.
Como lector, agradezco a Erikson que buena parte de este relato siga una narración lineal y cronológica, en la que, sin duda, se advierte el influjo de Robert E. Howard.
Pero que nadie se lleve a engaño y crea que Erikson nos pone las cosas fáciles: debo advertir que en los dos últimos tercios del volumen, el escritor vuelve por sus fueros y nos atrapa nuevamente en esa telaraña de historias cruzadas que ya conocen –y a veces temen– sus seguidores.
Dividido en cuatro tramos narrativos, que parecen novelas en sí mismos, La casa de cadenas es un gratísimo reto para los aficionados. De hecho, Steven Erikson casi nunca renuncia a la amenidad expositiva, y cuando lo hace, siempre es por un buen motivo.
Sinopsis
La casa de cadenas es la cuarta entrega de la saga «Malaz: El Libro de los Caídos», la decalogía, originalmente publicada entre 1999 y 2011, que ha convertido al escritor canadiense Steven Erikson en una de las mayores voces de fantasía épica contemporánea. Desde entonces, esta obra maestra de la imaginación está considerada una de las series más ambiciosas que ha dado el género en los últimos años.
Este volumen comienza en el norte de Genabackis, el día que empieza el extraordinario destino de Karsa Orlong, uno de los tres guerreros salvajes que descienden las montañas para atacar las tierras del sur. Pasados unos años, Tavore, la inexperta consejera de la emperatriz, debe adiestrar a doce mil soldados para convertirlos en una fuerza capaz de desafiar a las hordas de la elegida, Sha’ik, que aguardan en el desierto. Allí, sus caudillos están enzarzados en una lucha de poder que amenaza al alma de la rebelión, mientras que Sha’ik se obsesiona con la que cree que es su mayor enemiga: su hermana.
Steven Erikson (Toronto, 1959), arqueólogo y antropólogo, es una de las mayores voces de la fantasía épica contemporánea, gracias a su decalogía Malaz: El Libro de los Caídos, una de las obras más ambiciosas y osadas que el género ha dado en las últimas décadas. Originalmente publicada entre 1999 y 2011, Malaz ha sido desde entonces definida como «una obra maestra indiscutible de la imaginación», capaz de labrarse un público fiel en las principales lenguas del mundo. Los jardines de la Luna, primer volumen de la saga, fue finalista del World Fantasy Award del año 2000. NOVA está publicando todos los títulos de la serie.
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