Casi todo puede parecer sorprendente o épico cuando lo describe Brandon Sanderson. Ya se sabe que este escritor, seguido por una legión de lectores, mejora sus habilidades narrativas en las distancias largas, como se comprueba en este extenso y ameno volumen, tercero dentro de la saga de El Archivo de las Tormentas.
En realidad, la experiencia comienza con la propia portada, obra de un maestro del género, Michael Whelan, a quien debemos imágenes inolvidables que ya forman parte del imaginario de quienes aman la literatura fantástica.
Regresamos aquí al mundo de Roshar, un escenario donde las tormentas adquieren un significado sobrenatural. Tormentas que, en su recorrido, cambian el destino de la humanidad, generando cataclismos infinitos y proyectando visiones del más alla.
Dalinar Kholin y los suyos han llegado a Urithiru, la ciudad-torre de los Caballeros Radiantes. Ante la amenaza de una desolación absoluta, Dalinar tiene claro su nuevo objetivo: debe unir al mundo frente a un enemigo que está decidido a destruirlo, y para ello, ha de convencer a los demás monarcas de que sólo esa alianza podrá contrarrestar el poderío de los Portadores del Vacío.
Sanderson maneja una legión de personajes que encauza la aventura desde distintos ángulos. En este sentido, la suya es una crónica legendaria, con ese tono perentorio que suelen tener los relatos en los que la humanidad se lo juega todo frente a un adversario inconcebible.
Pero esa es sólo la trama principal. En una obra tan extensa, hay espacio para comprender la naturaleza de cada figura con toda la verosimilitud que uno pueda desear. En este sentido, es significativo el relieve psicológico de un personaje como Dalinar Kholin: el guerrero con un pasado complejo, y que podría resultar temible, pero que debe convertirse en ese líder necesario.
Distribuida en varios arcos argumentales, la trama avanza con vigor, triunfando en el manejo de dos elementos que son consustanciales a toda la saga. Me refiero, por supuesto, a la magia y el misterio.
Otro factor decisivo en una obra de estas características es la escenografía. En este caso, Sanderson describe hasta el más mínimo detalle, abriendo nuevos caminos al lector y cerrándole oportunamente el paso cuando el suspense así lo requiere.
Sin duda, esta es una lectura imprescindible para quienes ya conocen, a través de anteriores libros, el talento de Brandon Sanderson.
Sinopsis
La humanidad se enfrenta a una nueva Desolación con el regreso de los Portadores del Vacío, un enemigo tan grande en número como en sed de venganza. La victoria fugaz de los ejércitos alezi de Dalinar Kholin ha tenido consecuencias: el enemigo parshendi ha convocado la violenta tormenta eterna, que arrasa el mundo y hace que los hasta ahora pacíficos parshmenios descubran con horror que llevan un milenio esclavizados por los humanos. Al mismo tiempo, en una desesperada huida para alertar a su familia de la amenaza, Kaladin se pregunta si la repentina ira de los parshmenios está justificada.
Entre tanto, en la torre de la ciudad de Urithiru, a salvo de la tormenta, Shallan Davar investiga las maravillas de la antigua fortaleza de los Caballeros Radiantes y desentierra oscuros secretos que acechan en las profundidades. Dalinar descubre entonces que su sagrada misión de unificar su tierra natal de Alezkar era corta de miras. A menos que todas las naciones sean capaces de unirse y dejar de lado el pasado sangriento de Dalinar, ni siquiera la restauración de los Caballeros Radiantes conseguirá impedir el fin de la civilización.
Brandon Sanderson creció en Lincoln, Nebraska. Vive en Utah con su esposa e hijos y enseña escritura creativa en la Universidad Brigham Young. Su primera novela publicada, Elantris (Nova, 2006), fue recibida por el público y la crítica como una interesantísima renovación del género de la fantasía. También ha publicado una brillante trilogía: Nacidos de la Bruma (Mistborn), formada por El imperio final (Nova, 2008), El pozo de la ascensión (Nova, 2009) y El héroe de las eras (Nova, 2010), junto con la precuela, Aleación de Ley (Nova, 2012), donde asienta las bases de su imaginario alomántico en un mundo de bruma y cenizas.
Tras El aliento de los dioses (Nova, 2012), una obra de fantasía épica en un único volumen en la línea de Elantris, Sanderson inició con El camino de los reyes la primera parte de una magna y descomunal decalogía, El Archivo de las Tormentas, de la que Palabras radiantes es la segunda parte. Los últimos títulos publicados por Nova son su aclamada novela Steelheart, primer libro de la Trilogía Reckoner, Infinity Blade (la Espada Infinita): Redención y El Rithmatista.
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