Cualia.es

«Historia del Cine. Teorías, estéticas, géneros», de José Luis Sánchez Noriega

Vivimos en una época de hiperfragmentación e impaciencia. En el entorno audiovisual, eso se traduce en jóvenes deglutiendo teleseries en sus smartphones ‒saltándose una o más secuencias cuando les aburren‒ y en youtubers que regalan a su auditorio fracciones y remontajes de películas, como si éstos fueran otro meme con el que buscar nuevas complicidades.

Probablemente exagero, pero da la sensación de que pocos añoran la epifanía que, en otro tiempo, suponía ver en una gran pantalla 2001 o Lawrence de Arabia. Y sin embargo, el consumo compulsivo de imágenes me lleva a creer que hay nuevas generaciones de cinéfilos en busca de referencias y de orientación.

Como sucede con la lectura o con la música, el cine se disfruta mejor cuando uno adquiere ciertos conocimientos, necesarios no sólo desde el punto de vista histórico ‒me refiero al canon de los títulos imprescindibles‒, sino también a la hora de valorar las virtudes y cualidades de una narración cinematográfica.

José Luis Sánchez Noriega nos brinda en este magnífico libro todo lo dicho en el párrafo anterior. Sin duda, se trata de una obra idónea para el estudiante, pero además, es un texto que descubrirá al lector casual el cinéfilo que lleva dentro.

Historia del Cine. Teorías, estéticas, géneros es algo más que un manual de estudio sobre el séptimo arte. Se narra en sus páginas, desde luego, toda la evolución de esta actividad ‒mitad genio, mitad industria‒. Pero además, el libro detalla cada uno de los caminos que condujeron a los grandes directores a dejar huella en sus respectivas generaciones, eligiendo este o aquel género para alcanzar el triunfo.

Fiel a su propósito pedagógico, Sánchez Noriega desentraña con claridad todos los matices del lenguaje cinematográfico. En otras palabras: sus cómos y sus porqués, sus recetas y sus desafíos, con ejemplos muy significativos y apuntes bien escogidos, de la primera a la última página.

El planteamiento de la obra, por otro lado, nace de una dilatada visión histórica ‒rica en glorias y derrotas‒, asimismo asociada con una vocación práctica. Quiero decir con esto que más de un aspirante a realizador, o a cualquier otro oficio del gremio, puede encontrar aquí un sólido punto de partida a la hora de adentrarse en el universo de FordSpielbergKurosawa o Renoir.

Tanto en sus interrogantes más generales como en sus parcelas más específicas, el autor se adueña de la materia y la interpreta con rigor. Gracias a su libro, queda claro que la enseñanza de la historia del cine es insustituible para el arraigo de la pasión ‒o acaso de la vocación‒, de forma que el celuloide se convierta, casi de forma natural, en un objeto de deseo.

Sinopsis

Este manual ofrece la doble perspectiva de aprender y disfrutar del cine, desde la convicción de que, al igual que las novelas, los poemas, las pinturas o las obras musicales, las películas son obras artísticas y, por tanto, el conocimiento sobre el cine es hoy un componente fundamental en la cultura de cualquier ciudadano.

Está concebido como ayuda al lector para conocer, reflexionar, sugerir visionados y, en definitiva, mostrarle todo aquello que resulta indispensable para «saber de cine»; resume lo esencial y proporciona esquemas para una visión global del hecho cinematográfico.

Obra amena y bien estructurada, se acompaña de textos complementarios, numerosas fotografías, comentarios sobre un centenar de películas, filmografía específica y una bibliografía completa para ulteriores profundizaciones. Varias decenas de universidades españolas y latinoamericanas han tenido este texto como libro de referencia a lo largo de los últimos años. Aparece ahora en una nueva edición que actualiza y amplía los contenidos proyectando la Historia del Cine hacia el Audiovisual digital.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Alianza Editorial. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.