Entre 1968 y 1970, Neal Adams regaló a sus lectores el talento que abarca esta magnífica colección de tebeos, protagonizada por Batman antes de que otros dibujantes y guionistas tumbasen al Hombre Murciélago en el diván del psicoanalista.
Si no recuerdo mal, Fernando Savater citaba una regla de Cyril Connolly para saber si una obra ha soportado el paso de los años. ¿Cuándo un éxito de moda se convierte en una creación perdurable? Y lo más importante, ¿en qué punto podemos saber que esa creación podrá considerarse un clásico? La respuesta es que, como mínimo, ha de transcurrir una década.
Aunque el cómic es un arte relativamente joven, esas categorías ya son aplicables, aunque conviene hacerlo con cierta cautela. Empecé estas líneas recordándoles la fecha en que se publicaron estos cómics. Prueben a leerlos ahora, y comprobarán que la calidad suprema de Adams no se ha empequeñecido con el paso del tiempo. Al contrario. Su trazo sigue mostrando un vigor y una soberanía creativa que pocos dibujantes de hoy pueden igualar.
En este sentido, me atrevo a afirmar que, dentro de la trayectoria del detective de Gotham, estas viñetas aspiran al clasicismo. Y no creo estar exagerando.
¿Es Adams el artista que mejor ha entendido a Batman? La duda es interesante. El suyo es un mundo hecho de vértigo e imaginación, donde el coraje del protagonista se agita en cada viñeta. No hay duda de que otros dibujantes han hecho obras maestras a partir del Hombre Murciélago, pero se cuentan con los dedos de una mano aquellos que han alcanzado los atributos de Adams a la hora de convertirlo en una realidad que casi resulta palpable.
Los guiones de Leo Dorfman, Cary Bates y Bob Haney no siempre están a la altura del dibujante. En su mayoría, son dignos entretenimientos juveniles, pero sin esa profundidad que nos hemos acostumbrado a exigir en la actualidad, como si Batman nunca hubiera sido ese detective enmascarado que se enfrenta a villanos más o menos pintorescos (Esto último es lo que suelen olvidar aquellos que olvidan al Batman de los cuarenta, los cincuenta y los sesenta).
¿Importa eso? Ni mucho menos. Aquí lo relevante es el genio de Adams a la hora de componer sus admirables encuadres y diseñar cada movimiento. Esto es dibujo de superhéroes elevado a su más alto exponente. Qué más quisiéramos que contar con más autores como él, con esa fantasía ilimitada y esa creatividad inagotable.
Sinopsis
Deadman llega a Gotham City en busca del único hombre capaz de ayudarle a dar con su asesino: ¡el mejor Detective del Mundo! A finales de los años sesenta, Neal Adams dibujó varias historias de The Brave and the Bold, la serie donde el Caballero Oscuro compartía aventuras todos los meses con otros superhéroes del Universo DC.
Este libro incluye los números del 79 al 85 de The Brave and the Bold, además de World’s Finest Comics núms. 175 y 176 y el complemento de Batman núm. 219. Por sus páginas desfilan personajes tan relevantes como Aquaman, Flash, los Jóvenes Titanes, Green Arrow o el mismísimo Superman en unas historias inolvidables escritas por Bob Haney (Teen Titans), Mike Friedrich (Phantom Stranger) y Cary Bates (La última familia de Krypton).
EDICIÓN ORIGINAL: World’s Finest Comics núms. 175-176 USA, The Brave and the Bold núms. 79-85, Batman núm. 219, Batman Illustrated by Neal Adams (extras) || FECHA PUBLICACIÓN EN ESPAÑA: Marzo de 2017 || GUIÓN: Bob Haney, Cary Bates, Leo Dorfman, Mike Friedrich || DIBUJO: Neal Adams.
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