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«Dago. El Inspector» (1991-1992), de Robin Wood y Alberto Salinas

El caballero andante siempre ha sido nuestro ideal de un aventurero noble: un tipo solitario, no importa en qué lugar, combatiendo con villanos para decidir cuál será la ética que triunfe en el mundo. El estereotipo, más allá de su perfil medieval, ha prosperado en Hollywood (piensen en el western), y por supuesto, tiene un largo recorrido en el noveno arte.

Lo demuestra un cómic tan espléndido como Dago, una historieta épica que guionizó el gran Robin Wood y que se ganó la condición de clásico instantáneo gracias al arte sin fisuras del dibujante Alberto Salinas.

Bajo el sello de la Editorial Columba, los lectores argentinos pudieron comprobar los méritos de este trabajo de Wood y Salinas desde 1981 hasta 1996. En la cuidada edición de ECC que motiva estas líneas, el público español también tuvo la posibilidad de admirar esta magnífica creación.

Llegamos ahora al séptimo volumen de la serie, en el que Dago –el noble veneciano que, por trágicos avatares, se convierte en esclavo de los turcos y acaba sirviendo a las órdenes del Sultán de Constantinopla– protagoniza varias aventuras de impecable resolución.

Resulta de especial interés el modo en que Wood introduce al héroe, enviado plenipotenciario del Gran Visir, en una de las caravanas de la ruta de la Seda, lo cual le permite conducir a su personaje por caminos donde el riesgo, las injusticias y los fenómenos sobrenaturales van punteando el relato.

Preguntado por Diego Accorsi, el guionista, recordando su etapa en Columba, se situaba a medio camino entre dos grandes autores de la historieta argentina, Oesterheld y Ray Collins, y en cierto sentido, no le falta razón. Al leer Dago, además de una trasfondo cultural excelente, uno descubre sentido del ritmo, pasión narrativa y ese toque mágico, que concede vida a cada personaje. Un término medio, como decíamos, entre la perfección de Oesterheld y la libertad y el impulso de Collins.

El mismo diálogo con Accorsi nos lleva a otra clave que explica el éxito de Dago: sus villanos. Se pregunta Wood: «¿Qué es lo más fascinante que hay en las historias? Los malos. Un bueno es bueno, y es bueno en una manera bondadosa, pero los malos, los villanos…» Y es muy cierto, porque, si se fijan en las aventuras reunidas en este volumen, son esos villanos, siempre carismáticos, quienes nos hacen comprender que Dago es un personaje muy peculiar, que siempre se las arregla para enderezar los renglones que parece torcer el destino.

Sinopsis

Investido por el Gran Visir con la autoridad de un juez omnipotente, Dago imparte su particular justicia en los dominios del Sultán de Constantinopla. A veces jurado, a veces verdugo, el jenízaro negro es siempre testigo de las erosiones del odio. En su camino se cruzan el rencor, la violencia y la envidia. Pero también el amor, la lealtad y la paz encarnadas en seres excepcionales como Hafar el justo, Leila la caballista o Karimanides y su halcón de oro.

Firmadas entre 1991 y 1992 por el guionista Robin Wood y por el dibujante Alberto Salinas, las historias reunidas en este volumen forman parte del período de madurez de una serie irrepetible.

EDICIÓN ORIGINAL: Dago núms. 105 a 117 || FECHA PUBLICACIÓN EN ESPAÑA: Agosto de 2014 || GUIÓN: Robin Wood || DIBUJO: Alberto Salinas.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.