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Kim Novak, la venus rubia

«Hitchcock era dictatorial, pero en el fondo era un hombre dulce y encantador. Simplemente no sabía cómo relacionarse con los actores como personas. Te ponía en sus tramas, pero todo era como un juego de ajedrez. Sólo éramos peones», recordaba hace pocos años Kim Novak, pero agregando rápidamente que su trabajo en «Vértigo» aún es el mejor de los suyos, y que la película le había ayudado a revelarse a sí misma capacidades que no conocía.

La primera elección del director para la protagonista femenina fue Vera Miles, pero como esperaba un hijo tuvo que abandonar el proyecto. Después de algunas conversaciones, Hitchcock persuadió a Kim Novak para lo que demostró ser la oportunidad más significativa y el mayor reto de su carrera.

El doble papel le requería crear dos heroínas diferentes dentro del mismo personaje, Madeleine, la sofisticada rubia, y Judy, la sensual morena, a la vez que tener que ocultar la profunda tristeza de una mujer que ha sido despojada de su identidad.

El verdadero nombre’ de la actriz es Marilyn Pauline Novak, y nació el 13 de febrero de 1933 en Chicago. Hija de un profesor de historia que se convirtió en un despachante de cargas del ferrocarril, fue educada en una familia de clase media baja descendiente de checoslovacos. Comenzó a trabajar como modelo desde muy joven y fue elegida para hacer una gira por el país en una campaña de publicidad de una compañía de neveras. Hacia el final de la gira, «Miss Deepfreeze » se dirigió hacia Hollywood, donde fue contratada como una chica del coro para el film de RKO «The French Line», del que era protagonista Jane Russell.

Aquel mismo año, 1953, firmó un contrato a largo plazo para Columbia Pictures. El jefe del estudio, Harry Cohn, decidió construirle una imagen de reina del «glamour» –como amenaza abierta a la rebelde Rita Hayworth–. Ella sería, junto con Marilyn Monroe, una de las últimas aspirantes a actrices a las que se fabricaba para el super estrellato. Su primera película importante fue junto a Fred MacMurray en «La casa número 322» («Pushover», un melancólico film negro dirigido por Richard Quine. Ganó sus primeros elogios de la crítica con su segunda película, interpretando a una hermosa chica de Broadway en la comedia de George Axelrod «Pffft», que tenía como protagonistas a Judy Holliday y Jack Lemmon.

Después de «Five Against the House», fue cedida al productor y director independiente Otto Preminger para «El hombre del brazo de oro» («The Man With the Golden Arrn»), donde interpretaba a la sufrida novia del drogadicto que animaba Frank Sinatra. «A esta chica hay que saber valorizarla», advirtió Otto Preminger, «está asustada y sola, y para ella es difícil comunicarse con la gente, pero en realidad es más inteligente que muchas otras.»

Incluso más promisorias aún fueron sus apariciones en «Picnic» como la belleza de un pequeño pueblo en la obra de William Inge y en «Eddy Duchin» («The Eddy Duchin Story») como la elegante esposa de Tyrone Power.

A pesar de su inexperiencia como actriz, pronto se convirtió en una estrella popular. En 1956 era la primera atracción de taquilla de Estados Unidos y uno de sus principales «sex symbols». «Jeanne Eagels», en la cual interpretaba el personaje del título, una tempestuosa estrella de Broadway de los años 20, fue la primera película preparada para su lucimiento personal. En la comedia musical de Rodgers y Hart «Pal Joey» se peleaba con Rita Hayworth, la ex actriz-reina de la Columbia, por Frank Sinatra. En 1958 fue co-estrella de James Stewart en «Vértigo», y también rodó «Me enamoré de una bruja» («Bell, Book and Candle»), la obra de John Van Druten sobre brujería en el mundo moderno.

El guión de Paddy Chayefsky «En la mitad de la noche» («Middle of the Nigth») era más realista y ofrecía una imagen menos glamorosa de Kim Novak como la empleada que atraía a su maduro jefe, Frederic March.

A principio de los sesenta hizo una demostración de su versatilidad en «Un extraño en mi vida» («Strangers When We Meet»), un profundo estudio del amor y la moral en los pueblos pequeños, y en la dislocada comedia «La misteriosa dama de negro» («The Notorious Landlady»). Luego formó su propia compañía de producción, Kimco, y coprodujo «Una vez a la semana» («Boys’ Nigth Out») en asociación con Joseph E. Levine y Martin Ransohoff.

Uno de los personajes más difíciles de esa época fue el de Mildred Rogers, la amoral camarera de clase baja en la tercera versión para cine de la novela de Somerset Maugham «Servidumbre humana» («Of Human Bondage»). Fue su muy erótica interpretación de Polly en la divertidísima farsa de Billy Wilder «Bésame, tonto» («Kiss Me Stupid»), la que hizo hablar a toda la comunidad de Hollywood y que escandalizó a la Legión Americana de Decencia.

Novak regresó a Inglaterra (donde había rodado «Servidumbre humana») para ser la protagonista de «Moll Flanders» («The Amorous Adventures of Moll Flanders»), basada en la novela de Daniel Defoe del siglo XVIII. Luego se casó con su coestrella, el actor británico Richard Johnson.

Más tarde, en «La leyenda de Lylah Clare» («The Legend of Lylah Clare»), una denuncia sobre la neurosis de la gente del espectáculo, animó el personaje doble de una estrella de los principios del cine y la joven actriz que aspira a representarla en una película. Después de «Ojos verdes, rubia y peligrosa» («The Great Bank Robbery»), su primer «western», se fue a su casa de Big Sur y se retiró de la pantalla.

Halló una nueva madurez en una vida aislada dedicada a la poesía, la pintura y la escultura. En 1976 se volvió a casar, ahora con un veterinario llamado Robert Mallow, y comenzó a criar llamas en la hacienda de las colinas de Monterrey.

Aunque feliz de haber abandonado Hollywood, ha hecho esporádicos regresos al cine. Trabajó con Charles Bronson en «El desafío del búfalo blanco» («The White Buffalo») y con David Bowie en «Gigolo» («Just a Gigolo»), hecha en Berlín por el actor y director David Hemmings.

También ha aparecido en dos películas de televisión: «The Third Girl from the Left», con Tony Curtis, y «Satan ‘s Triangle». En 1981 fue coestrella, junto a Elizabeth Taylor y Angela Landsbury, en el film basado en la novela de Agatha Christie «El espejo roto» («The Mirror Crack’d»), donde interpretaba a una estrella de Hollywood de los cincuenta que es contratada para hacer de la reina Isabel I en una nueva versión de «María, reina de Escocia».

Copyright de las notas de producción de «Vértigo» © 1984 Universal Pictures, Universal Classic, Cinema International Corporation. Reservados todos los derechos.