Pasaba una temporada en Morion, junto a Courchevel, en la Alta Saboya. Cerca había un pueblo abandonado debido a las avalanchas de barro, tras los deshielos. Lo habían reconstruido en otro lugar más protegido. En uno de los desvanes encontré un atado de periódicos amarillentos. Su lectura me entretuvo ese verano.
Un puñado de ellos contaba los últimos días de Chan Kai Sheck en China y el avance de las tropas de Mao. En un ejemplar más antiguo la crónica de la actuación de un ventrílocuo que cantaba ópera a dúo con su muñeco articulado. Era un número cómico y divertido, pero el periodista aseguraba que además lograba sorprender, turbar y emocionar.
Parece ser que el muñeco hacía espiritismo pues emitía sonidos que parecían venir del más allá.
Una frase me llamó la atención: «Se expresa», escribía el periodista, «como un personaje de Poe o Apollinaire«. El artículo estaba fechado en 1934, la actuación tuvo lugar creo recordar en el Circo Medrano de París y el ventrílocuo era D’Anselmi, un artista español que alcanzó una gran fama internacional, actuando con gran éxito en varias ciudades de Europa, Estados Unidos y América Latina.
He conseguido saber que había nacido en Madrid, se llamaba Francisco Gurich y tuvo unos comienzos durísimos, trasladándose a pie de pueblo en pueblo y actuando en las plazas para al final pasar el sombrero. Luego todo cambió. He logrado ver una foto suya con canotier, orondo y feliz. Tengo noticia de sus actuaciones en España, en el Cirque d’Hiver de París, donde interpretó con el muñeco «El sueño» de Manon y la «Romanza» de Il Trovatore. En 1930 actuó en un teatro de Londres. En el 34 estuvo de gira por Suiza, Por entonces rodó una película que no he logrado localizar.
En esos años no parece que actuara en España. La última mención que he logrado encontrar es de 1938. Actúa en BBC Televisión con un programa propio. Luego misteriosamente desaparece.
Como la única foto que conozco no está en mis manos, no puedo reproducirla. En su lugar he escogido esta fotografía realizada por el fotógrafo chileno Alfredo Molina La Hitte de otro ventrílocuo español desconocido en España y muy popular en América. Se llamaba Emilio Agudiez y su muñeco «Don Pánfilo». Gardel lo menciona en uno de sus tangos.
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