«El Hombre de Acero» (1986), de John Byrne

Para todo aquel espectador poco animado ante películas en la que Superman no parece sonreír en ningún momento, o para el lector que se encuentre algo perdido con los cambios y extravagancias de los nuevos cómics del legendario héroe, la lectura de la miniserie Superman: El Hombre de Acero resultará reconfortante.

En 1986 –año de importancia cósmica en el mundo de los tebeos–, y tras el reinicio del universo DC que supuso Crisis en Tierras Infinitas, John Byrne fue el encargado de reinventar al primero de los superhéroes, ocupándose del dibujo y, en la mayoría de las ocasiones, también del guión de las nuevas historias del personaje.

Con un dibujo magistral, lleno de vida, energía y elegancia, y unas historias sencillas, de ingenuidad clásica pero con toques de introspección por parte del personaje, este Superman se veía ligeramente influido por la célebre versión cinematográfica de Richard Donner y Christopher Reeve –en especial lo referente a sus orígenes y su relación con los padres adoptivos terrestres–, pero poseía una identidad propia, reclamando su puesto como buque insignia del Universo DC.

En esta atractiva reedición en tapa dura vemos los primeros pasos del héroe, desde Smallville al Daily Planet, conocemos a una Lois Lane producto de su época (sumamente independiente, de fuerte carácter, intrépida y de estética 100% ochentera), asistimos al primer y tenso encuentro entre el luminoso Superman y el oscuro Batman, y nos son presentados villanos como Lex Luthor, Metallo o Darkseid, todo de una manera ágil, divertida y espectacular.

Este Superman no estuvo exento de polémicas, en su momento, por parte de los “puristas”, pero hoy por hoy muchos lo consideran el Superman definitivo, sirviendo de modelo básico para la recordada y espléndida serie de animación de Bruce Timm y Paul Dini.

Superman: El Hombre de Acero es ideal para los que necesitan puro cómic y quieren apartarse durante unos momentos de los psicodramas sórdidos, las revisiones satíricas y el mal rollo que domina estos tiempos, dentro y fuera de los cómics.

Escapismo y arte de primera clase en una colección que no debería faltar en ninguna estantería.

Sinopsis

Unánimemente aclamada por público y crítica como el mejor origen de Superman, la miniserie The Man of Steel de John Byrne (1986) reinventó al personaje tras Crisis en tierras infinitas. Atrás quedaban 50 años de aventuras y superpoderes de todo tipo, y daba comienzo una nueva era para Superman en la que se convertiría en un héroe más accesible, cercano y humanizado. El héroe que los lectores de la época demandaban a gritos.

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