Gernot DuddaNos trasladamos a Portugal para escuchar la voz de Cuca Roseta (Maria Isabel Rebelo do Couto da Cruz Roseta), una magnífica fadista portuguesa que emprendió su carrera discográfica en 2011, con un álbum producido por Gustavo Santaolalla.
Roseta se ha consolidado a través de registros como el que hoy nos ocupa, Raiz (Universal, 2013). Pero antes de centrarnos en este último título, recordemos que en su segundo álbum, Riû (Universal, 2015), comenzó su colaboración con otra figura esencial en su carrera: el compositor y productor brasileño Nelson Motta, un veterano que ya había trabajado con figuras como Elis Regina, Marisa Monte o Daniela Mercury. Lo cierto es que Motta logró involucrar en Riû a un puñado de compositores irrepetible: Jorge Palma, Sara Tavares, Júlio Resende, Mário Pacheco, João Gil, Jorge Drexler, Ivan Lins, Bryan Adams e incluso Djavan, con quien la cantante interpretó dos duetos.
Sin duda, Luz (Sony Music, 2017) consolidó esta fulgurante trayectoria, pero es en Raiz donde ya advertimos la personalidad excepcional de Cuca como fadista y autora. De hecho, ella se ocupó de componer la mayoría de los temas y también de coproducir el álbum junto a Mário Barreiros.
«Los llamados ‘puristas del fado tradicional’ ‒dice Cuca Roseta, entrevistada por Daniela Fonseca‒ creo que no me consideran fadista. Dicen que los fadistas de la nueva generación ya no cantamos fado, y que esto no es fado. Es gracioso porque siempre he escuchado decir esto. Ya en los tiempos de Amália Rodrigues, algunos de esos puristas decían que ella no cantaba fado. (…) La acusaban de que lo suyo era un fado-canción. Rompía completamente con lo que era tradicional y creo que nosotros, en el fondo, hacemos exactamente lo mismo, pero en una época diferente. Ella añadió el bajo al fado, algo que no se hacía en aquella época. Nosotros añadimos la percusión y fuimos buscando nuestro estilo. Creo que es espectacular porque tenemos una generación muy rica, somos muchos y muy diferentes. (…) Lo que interesa es que mantenemos el fado vivo y lo llevamos al mundo. Somos embajadores de Portugal».
¿Qué decir sobre Raiz? Desde luego, este segundo trabajo de Cuca lo tiene absolutamente todo: saudade, sofisticación y calidez, transmitidas por una intérprete profunda e innovadora. La suya es aquí una voz tremendamente joven, pero que transmite madurez y veteranía, como si ya tuviera una vida hecha y hubiera pasado por todos los lances de la existencia. ¡Y cómo suena la guitarra portuguesa!
Escuchar «Fado da vaidade», «Fado menor Isabel», «Fado do silêncio» o «Fado do perdão» nos permite, además de experimentar una sincera melancolía, apreciar la calidad de Cuca Roseta como compositora y entender su profunda peculiar relación con el fado.
«Hay una estrofa [del «Velho Fado Corrido», de Manuel de Almeida] que dice: «Não é fadista quem quer, mas sim quem nasceu fadista» («No es fadista quien quiere, sino quien nació fadista») ‒explica la cantante‒ Yo creo en lo que refleja este verso, porque no todo el mundo puede cantar el fado, ni todos los buenos cantantes logran cantarlo. El fado requiere una interpretación diferente, da muchas vueltas, y a veces, ni siquiera un gran cantante logra hacerlo. He podido actuar con grandes intérpretes, principalmente de ópera, y me dicen que el fado es uno de los géneros más difíciles del mundo. Por otro lado, creo que también es necesario que quien lo cante posea algunas características, como el romanticismo, la nostalgia, la melancolía, el sentimiento y la emoción. Es necesario dedicar un tiempo a la intimidad y a los sentimientos. Y es imprescindible estar enamorado del fado».
Este artículo amplía una transcripción de mi programa radiofónico «Orient Express», emitido por Radio Círculo © Gernot Dudda. Reservados todos los derechos.
