Guzmán Urrero
Algunos de los significados que extraemos del cuerpo son sutiles y dignos de reflexión. Otros nacen de forma mecánica, a partir de nuestro sometimiento a la biología y a otros caminos preestablecidos. Lo hagan por caminos rectos o sinuosos, clandestinos o evidentes, reales o inventados, explícitos o delirantes, confusos o amarrados por la lógica, todos estos significados forman parte de ese equipaje tan sensible al que llamamos identidad.
En este ensayo denso y también exuberante, Margarita Ledo Andión subraya la importancia del cuerpo en los estudios fílmicos y visuales. Lo hace, por supuesto, sin olvidar otra fuente de sentido: la literatura, en especial aquella escrita por mujeres.
A partir de este tráfico y vaivén de alusiones, citas y recuerdos personales, la autora explora la idea de fisicidad. Por esta vía, la producción de imágenes revela ‒casi sobra añadirlo‒ una política, un sentido y una poética muy signiticativos a la hora de descifrar este enigma que nunca termina de disiparse.
El cuerpo como cámara, resuelto en la mirada. El cuerpo como archivo de la memoria y eje de diversidad. El cuerpo como resorte para la producción de sentido… Como ven, los frentes abiertos por Margarita Ledo son muy variados, y acarrean multitud de ejemplos, seleccionados por la autora con esmero académico e imaginación.
Aparte de su interés estético, otro aspecto importante de las obras analizadas por la autora es que nos remiten a un área ‒el cine de mujeres y la mirada femenina en el arte‒ que también implica un proceso de honda autoexploración.
La normativa y la liturgia del cine y de la fotografía permiten asimismo cobrar lúcida conciencia de lo siguiente: producir imágenes es una invitación a la etiqueta, un diálogo con el espectador, una búsqueda del asombro, un discurso político, un modo de extender las manos por entre los barrotes de la realidad, y desde luego, una forma de seducir. Pero tambien es algo que permite reordenar los vasos comunicantes de la percepción.
Sin duda, quienes participen en la búsqueda emprendida por Margarita Ledo, podrán plantearse nuevas preguntas, paralelas a las que ella misma se ha hecho a la hora de concebir y escribir este libro.
Sinopsis
Margarita Ledo reflexiona sobre el cuerpo filmado, fotografiado, representado. En la era de los selfies, cuando los smartphones han convertido la fotografía en un gesto cotidiano, proliferante y doméstico para todos nosotros, una pregunta pertinente puede ser ¿a quién, en verdad, estamos representando?, ¿qué buscamos poner en escena? Producimos sin cesar imágenes, las miramos, intentamos que las miren. Ledo se centra en este ensayo en la mirada femenina como perpetradora de actos artísticos y políticos, más allá de los ámbitos personal y emocional en los que la tradición y la norma han querido contenerla.
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