El 22 de octubre de 2016, Steve Dillon nos dejó para siempre. Y aunque en su larga trayectoria ‒que progresó desde las páginas de la mítica revista 2000AD hasta series de impacto internacional como Predicador o Hellblazer‒ demostró en muchas ocasiones su talento, creo que este Castigador supone una digna y contundente despedida de este dibujante tan personal.
Becky Cloonan, guionista de este cómic, definió a Dillon como una leyenda del cómic, y lo cierto es que su libreto se ajusta a la perfección al estilo de este artista, que ya había visitado el oscuro universo de Frank Castle en 2000 y en fechas posteriores, colaborando con su amigo Garth Ennis ‒a quien el Castigador debe muchísimo‒ y con Jason Aaron.
Esta aproximación al personaje, editada en 2016, es un destilado de etapas anteriores. Castle se presenta algo más joven, pero su ética viene a ser la misma: sigue siendo un justiciero propio de una novela negra, cuyo estilo de vida ha cristalizado en una venganza permanente. En suma, es un antihéroe cuyos cambios de humor dependen sólo de la munición que esté empleando. Un pistolero en busca de villanos, adicto a la pólvora y al acero afilado, que cada vez que reserva una habitación de hotel extiende sobre la cama todas las armas que empleará en la próxima refriega.
Cloonan tiene muy claro aquello que los lectores esperan de Castle: reacciones súbitas, expansivas, ajenas al miedo, cargadas de una violencia que linda con la psicopatía, pero que justificamos ‒sólo en nuestra imaginación‒ por la naturaleza perversa de sus innumerables víctimas.
Se ha dicho que el Castigador de Cloonan tiene mucho que ver con el interpretado por el actor Jon Bernthal en la pequeña pantalla, bajo el amparo de Netflix. Puede ser. Si uno lo piensa, coinciden en su nihilismo y en esa pesada humanidad con la que sobrellevan su maldición.
Otro detalle a celebrar es que Cloonan demuestra a los lectores con prejuicios ‒por no llamarles machistas‒ que una escritora está perfectamente dotada para conducir una serie en la que el centro de la acción es un icono de la masculinidad, cuya banda sonora suena a impactos de bala y a gárgaras de sangre.
Y dado que el territorio humano en el que nos introduce el tebeo está poblado por señores de la droga, psicópatas y agentes de la D.E.A., parece más que razonable que el Castigador de Cloonan y Dillon recurra permanentemente, y por propia voluntad, al lenguaje no verbal de las cuchilladas y los disparos a quemarropa.
Sinopsis
Contiene Punisher v9, 1-6 USA
El mayor vigilante callejero del Universo Marvel vuelve a la acción, en una serie sin concesiones, cortesía de Becky Cloonan, una de las más celebradas guionistas de Estados Unidos, y el desaparecido Steve Dillon, en el último cómic que tuvo oportunidad de dibujar.
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