Cualia.es

El arte de José Ortiz-Echagüe

José Ortiz-Echagüe (1886-1980), fotógrafo, militar e ingeniero aeronáutico, hizo su primera foto, “Sermón en la aldea” (1903), a la edad de dieciséis años.

Ortiz-Echagüe comentó que se trataba de una verdadera puesta en escena. Todo estaba preparado: se llevó a cabo en la iglesia parroquial de Viguera, a veinte kilómetros de Logroño, y requirió diez minutos de exposición. Sin embargo, estos preparativos a la hora de realizar la fotografia restan un ápice de potencia al resultado final.

La técnica de positivado incluía el bicromato de potasa, asociado a goma arábiga y acuarela, para obtener una sustancia sensible a la luz que utilizaron profusamente los fotógrafos llamados pictorialistas (del inglés picture, imagen) a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Destaca entre ellos Edward Steichen (1879-1973), que en la década de 1950 dirigió la sección de fotografía del MoMA de Nueva York.

Las fotografías obtenidas con la técnica descrita nos brindan imágenes que, sin dejar de ser reales, tienen un indudable aire onírico, incluso irreal.

Imagen superior: «Siroco en el Sahara» (1965), de Ortiz-Echagüe.

Hubo grandes discusiones sobre si el pictorialismo implicaba manipulación de las imágenes y si distorsionaba la realidad. El propio Ortiz-Echagüe en el prólogo que escribió para un libro sobre su obra (José Ortiz-EchagüeSus fotografías, Incafo, Barcelona, 1978), dice lo siguiente: “Debo por último declarar rotundamente que aborrezco totalmente toda intervención que tienda a imitaciones pictóricas, y que no deseo que se me clasifique entre los que en el mundo anglosajón se denominan pictorialistas, pues he deseado siempre que en mis obras no apareciera rastro de intervención manual, ya que si con frecuencia requieren una larga labor de retoque y afino, ésta debe realizarse con todo respeto al fondo fotográfico.”

Imagen superior: «Penitentes en Cuenca» (1940), de Ortiz-Echagüe.

Esta es la polémica eterna en la fotografía: si ésta refleja la realidad tal como es, o si inventa otra realidad. En todo caso, no es casual ‒e irónico con respecto a Ortiz-Echagüe‒ que se puedan clasificar las fotografías en función tanto de su técnica como del momento cultural que vivió su creador. La mirada modifica, inevitablemente, la realidad que refleja lo enfocado.

Copyright del artículo © Joaquín Sanz Gavín. Reservados todos los derechos.

Joaquín Sanz Gavín

Contable y licenciado en Derecho.