De mis recuerdos, ya remotos, de viejas lecturas superheroicas, destacan aquellos primeros crossovers en los que numerosas figuras de todo un panteón compartían fragmentos de una aventura coral. Es el mismo espíritu que reencontré ‒y vuelvo a encontrar ahora‒ en la saga DC: Un Millón, puesta en marcha en enero de 1998.
Quien se lució como impulsor de la idea y autor del tramo más representativo fue Grant Morrison. Recordemos la premisa. La humanidad ha alcanzado el siglo DCCCLIII. El sistema solar ha sido reconstruido y colonizado nuevamente. La Legión de la Justicia Alfa, integrada por los herederos de los superhéroes que ya conocemos, patrulla la galaxia y mantiene el orden en esa nueva civilización planetaria.
Pese a la distancia temporal que media entre esa época y la Tierra del siglo XX, el citado supergrupo entra en contacto con la Liga de la Justicia actual. Aunque el propósito inicial de dicho encuentro no es otro que compartir una celebración ‒el regreso del Superman original, aislado durante siglos en su nueva Fortaleza de la Soledad‒, pronto quedará claro que esa concentración de paladines tiene propósitos más peligrosos.
Entre las diversas amenazas contra las que deben aliarse, o al menos sustituirse unos a otros, destacan tres: un virus del futuro, un villano inmortal llamado Vandal Savage, y la futura némesis de Superman, Solaris, una entidad computacional que pretende ‒ahí es nada‒ destruir el Sol y ocupar su lugar en el cielo.
En realidad, como tendremos ocasión de comprobar, esas tres maldiciones llegan entrelazadas y tienen su origen en paradojas temporales, bien planificadas por Savage y Solaris. Unas paradojas que, dicho sea de paso, no son ajenas a las decisiones de los propios superhéroes.
Por decirlo sin adelantar detalles: lo que en el siglo XX parece la solución, en el año 85.271 se convierte en un agente de destrucción total.
Como era de esperar, DC: Un Millón prospera como una reunión masiva de personajes, tanto conocidos como por conocer, dispuestos a excavar sus respectivas trincheras en ese escenario multitemporal.
La cosa llega a tal extremo que, a modo de guiño, nos encontramos a un tipo idéntico a Flash Gordon en una determinada viñeta. Como era de esperar, Morrison y los demás guionistas mantienen el pulso ante una trama tan poblada, densa y de complicado manejo, aunque lo cierto es que hay momentos en que el ritmo podría ser algo más ligero y enérgico. Con todo, el resultado es satisfactorio.
En el apartado artístico, la serie alcanza un nivel uniforme. No obstante, Val Semeikis se sitúa por encima de sus colegas, con un trazo vigoroso y extraordinariamente dinámico.
Sinopsis
Grant Morrison orquestó uno de los eventos más originales y recordados de DC Comics, y este volumen recopila íntegra la saga principal, con dibujo de Val Semeiks, junto a las historias secundarias de mayor relevancia, con autores como James Robinson (Starman) y Bryan Hitch (The Authority).
EDICIÓN ORIGINAL: JLA, JLA one million, Green lantern, Starman, Ressurrection Man, Martian Manhunter, DC One Million 8o page giant USA || FECHA PUBLICACIÓN EN ESPAÑA: Noviembre de 2015 || GUIÓN: Grant Morrison, James Robinson, John Ostrander, Ron Marz || DIBUJO: Bryan Hitch, Butch Guice, Cully Hamner, Dusty Abell, Howard Porter, Peter Snejbjerg, Tom Mandrake, Val Semeiks.
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