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Crítica: «X-Men: Fénix Oscura» (Simon Kinberg, 2019)

Como  a uno lo que le gusta es disfrutar de un buen relato, aprovecho cualquier pretexto para volver a los clásicos. Y esto abarca un género que en otro tiempo se consideraba menor, como el tebeo.

Les digo esto porque, si les agrada el cómic de superhéroes, no debe faltar en su biblioteca la Saga de Fénix Oscura (The X-Men n. 129-138, enero-octubre de 1980), una obra de Chris Claremont y John Byrne que figura entre lo mejor que ha publicado Marvel en toda su historia.

No es la primera vez que el cine se acerca a esta trama (recuerden X-Men: la decisión final), y quizá no sea la última. Lo que está claro es que el guionista y director de este nuevo largometraje, Simon Kinberg, se ha tomado unas cuantas libertades a la hora de traducirla al cine, entendiendo que la historia de Claremont y Byrne tiene que llegar a un público distinto al de los ochenta.

¿Nos encontramos ante un film memorable? No lo creo. X-Men: Fénix Oscura es una película entretenida, lo cual no es poco, y además cuenta con un puñado de intérpretes que saben bien lo que hacen, como James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Jessica Chastain y una impecable Sophie Turner.

Sin embargo, quizá por el punto de saturación que ha alcanzado el subgénero de los superhéroes, nos hemos vuelto tan exigentes que resulta difícil elogiar el trabajo de Kinberg y su equipo. Lo que en otro tiempo fue ocasión de inagotables sorpresas (por ejemplo, las dos primeras entregas de la saga X-Men), hoy engrosa un catálogo en el que, de forma inevitable, se repiten una y otra vez ideas y recursos narrativos.

Por otro lado, el Universo Marvel no es tan profundo como el teatro de Shakespeare o la narrativa de Cervantes, así que, por mucho que nos empeñemos los espectadores, el repertorio de emociones acaba entrando en un bucle.

El escepticismo, pues, aflora cuando uno ve este film, por muy solvente que sea su equipo y por firme que sea su artesanía. Al final, esa sensación de piloto automático y de déjà vu es difícil de evitar. Quizá el gran problema de una película como esta sea que ya no es fácil provocar el entusiasmo en un ámbito donde la competencia es abrumadora.

Sinopsis

¿Quiénes somos? ¿Somos simplemente lo que demás desean que seamos? ¿Estamos asignados a un destino que no podemos controlar? ¿Acaso es posible evolucionar, convertirnos en algo… más?

Del guionista y director Simon Kinberg llega el filme X-Men más radical: X-Men: Fénix Oscura cuenta la emblemática transformación de Jean Grey de mutante dotada a la fuerza más poderosa del universo. La culminación de la saga de superhéroes que lleva prácticamente dos décadas en ciernes, esta espectacular gran producción es a partes iguales thriller de ciencia ficción y drama centrado en los personajes, además de plantear preguntas intrigantes relativas a la identidad y el destino.

Durante una misión de rescate en el espacio, Jean Grey casi muere al ser alcanzada por una fuerza cósmica cuyos poderes superan con creces lo conocido o poseído por los mutantes. Cuando regresa a casa, tendrá que hacer frente a estas habilidades semidivinas, pero la fuerza que habita en su interior es tan poderosa que apenas puede contenerla. Sumida en una espiral fuera de control, Jean hace daño a aquellos que más ama. Sus hechos dividirán a los X-Men y los héroes se verán desconcertados en un momento en el que deberán hacer frente al enemigo más peligroso de todos-uno de los suyos. La historia emocional de un héroe dividido, una familia divida y un mundo dividido, X-Men: Fénix Oscura está protagonizada por James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Sophie Turner, Tye Sheridan, Alexandra Shipp y Jessica Chastain. El guionista Simon Kinberg se encarga de dirigir esta película producida por el propio Simon Kinberg, junto a Hutch Parker, Lauren Shuler Donner y Todd Hallowell.

¿Qué haces cuando la persona que amas se convierte en la mayor amenaza del mundo?. Esta es la pregunta sobre la que gira una de las historias más queridas en la trayectoria de los cómics de X-Men que abarca ya varias décadas, la saga de Fénix Oscura. Escrita por el legendario Chris Claremont e ilustrada por el artista John Byrne en 1980, la historia representa en muchos sentidos la historia X-Men por excelencia: Jean Grey sufre una transformación que incluso su familia mutante es incapaz de comprender, convirtiéndose en una anomalía entre las anomalías, un ser inalcanzable incluso por parte de sus más allegados.

«La saga de Fénix Oscura es una de las series más queridas de X-Men en su larga trayectoria principalmente porque no es una historia de héroes y villanos, donde todo es blanco o negro», dice Simon Kinberg.

Fan de los cómics desde su niñez, Kinberg sentía que era importante contar la saga de Fénix Oscura en la gran pantalla de una forma que hiciera justicia a su distinguido legado. El guionista y director ha participado en todos los filmes de X-Men desde la entrega en 2006 de X-Men: la decisión final, habiendo escrito o producido cada entrega de la franquicia (en algunos casos, en calidad tanto de guionista como de productor). La entrega del 2006 incluyó ciertos aspectos de la historia de Fénix Oscura, pero ahora, más de 10 años después, ha llegado el momento de una adaptación más oscura, cruda, mucho más fiel que serviría como piedra angular de prácticamente dos décadas de cine de superhéroes mutantes. Además de escribir el guion de esta nueva versión, Kinberg se ha estrenado como director en esta ocasión.

En realidad, esta es la historia de una mujer que hace frente a sus demonios interiores y solo el amor de su familia -los X-Men- podrán salvar su alma y el mundo. «Esta película es muy diferente a las entregas anteriores de X-Men,» dice Kinberg. «El material original no tiene nada que ver con los demás cómics de X-Men en los que nos hemos basado antes. Psicológicamente es más compleja, y en el plano emocional, más inestable. Las emociones que explora son más crudas que en muchos de los cómics de X-Men».

Kinberg contó con el apoyo de un colaborador clave en su intento de hacer una cinta X-Men conducida por los personajes -el productor Hutch Parker, que lleva trabajando en la franquicia desde el primer día, primero como ejecutivo de 20th Century Fox y luego como productor de la serie desde el año 2013 con Lobezno Inmortal. «X-Men: Fénix Oscura ofrece la oportunidad de hacer algo único y más específico de una forma en la que las entregas previas no han podido», explica Parker. «Esta película es una exploración más profunda y fiel a Jean como personaje. Mi sensación es que es muy diferente, con un tono distinto y con un estilo cinematográfico diferente, indicado para contar la historia que estamos contando».

Crítica del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Crítica de imágenes y sinopsis © The Donners’ Company, Kinberg Genre, TSG Entertainment, Marvel Entertainment, 20th Century Fox. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.