Cualia.es

Crítica: «Sin rodeos» (Santiago Segura, 2018)

Se dice pronto, pero son 20 años ya los que lleva Santiago Segura atado a la figura de José Luis Torrente, protagonista de su ópera prima como director de largometrajes. Desde entonces, la exitosa carrera como realizador de Segura se ha limitado exclusivamente a las entregas de Torrente (cinco películas, nada menos). Por supuesto, nadie le puede mirar raro por querer intentar algo distinto.

En Sin rodeos se alternan los cameos de figuras televisivas y los intérpretes consolidados. Asimismo, hay algún que otro gag grosero. Quizá sean dos detalles destinados a los fans de Torrente, pero el tono general de la película es más agradable que el de la popular saga, e incluso se aprecia algún acercamiento a la comedia si no elegante, al menos sentimental.

El film es un remake de Sin filtro (Nicolás López, 2016), una exitosa comedia chilena protagonizada por Paz Bascuñán. En la versión española, Maribel Verdú se eleva como la protagonista absoluta y lo mejor (junto a una hilarante Candela Peña en un pequeño papel) de una película muy irregular.

Las partes más interesantes del guión vienen a ser sketches acerca de ciertos males del mundo actual, como las compañías proveedoras de Internet (un aplauso a Movistar, una de las productoras de la película, por su deportividad) o el incomprensible mundo del marketing digital, apoyado en el constante cambio de términos y la falta de discurso, ideas o contenidos.

La historia principal es una clásica fantasía de rebeldía y liberación (aquí con un toque feminista) que toma como base ocurrencias ya vistas en películas como Alice (Woody Allen, 1990), Mentiroso compulsivo (Tom Shadyac, 1997) o Yo, yo mismo e Irene (Bobby Farrely, 2000).

El relato de alguien que termina por explotar tras pasar demasiado tiempo aguantando que los demás se aprovechen de su paciencia o civismo es una fórmula ganadora, aunque en Sin rodeos la situación no se desmadra tanto como en Un día de furia (Joel Schumacher, 1993).

El film alterna contenidos genuinamente interesantes sobre la psicología de la protagonista (y tantas otras mujeres en una situación similar) con personajes cliché interpretados con desigual fortuna. Por ejemplo, David Guapo es un monologuista realmente gracioso en sus shows, pero su interpretación en Sin rodeos, encarnando a un jefe cretino, resulta torpe, forzada y casi temerosa. Cuando actúa junto a Maribel Verdú, la diferencia entre sus trabajos es tan abismal que se viene abajo la credibilidad de esas escenas. Por otro lado, los diálogos resultan poco naturales (“poco orgánicos”, como dirían en la película).

Santiago Segura intenta contenerse para demostrar que sabe ser sensible, y lo logra. Pero esta es una historia que pedía desenfreno. Al final, da la impresión de que la revolución personal que vive la protagonista es demasiado light y se mantiene en los insulsos terrenos del humor estilo Maitena.

Sinopsis

Paz tiene una vida aparentemente perfecta. Tiene trabajo, pareja, amigas… pero algo falla. En realidad hay cosas en su entorno que no le gustan. Se siente angustiada y agobiada pero no se atreve a expresar sus sentimientos. Hasta que un día recurre a una extraña terapia que le hará decir absolutamente todo lo que piensa, sin rodeos, poniendo a todos en su sitio y diciendo a la cara la verdad. ¿Cómo sería tu vida si sólo dijeras lo que piensas?

Nota del director

«Tras dirigir cinco películas de Torrente, me di cuenta (soy un poco lento…) de que un porcentaje elevado de mi público era masculino. Esto me llevo a una reflexión: “¿Es que no voy a ser capaz de hacer una película que le guste sobre todo a las mujeres?”. Yo mismo me respondí: “Claro que puedo!”. Ya lo decía mi madre: “¿Hijo por qué no haces una comedia romántica? Se te daría muy bien”. Y las madres, por lo menos la mía, siempre tienen razón.

Además, tenía que hacer algo para compensar a todas mis amigas que siempre me han recriminado que sus parejas las habían llevado (arrastrado) a ver alguna película de Torrente. ¡Aquí tendrán por fin su oportunidad de vengarse! Podrán llevar (obligar) a sus contrarios a ver Sin rodeos. Ellas disfrutarán y me atrevo a decir que ellos también y creo que en la misma medida…

Sin rodeos es una comedia empoderada, esta nueva palabra que suena mucho últimamente y hemos incorporado ya a nuestro vocabulario diario.

Es una comedia liberadora. Creo que cualquier persona que se sienta sometida, oprimida y deprimida va a empatizar inmediatamente con nuestra protagonista: Maribel Verdú.

Ella me ha enseñado que es mucho más sencillo hacer películas con actrices súper dotadas, hasta ahora mi protagonista siempre había sido un chico gordo, al que he llevado a todas mis películas por mi propio interés ya que básicamente hacía lo que yo le decía… se levantaba a la misma hora que yo y llegábamos al set de rodaje al mismo tiempo… pero lo de Maribel es de otro planeta. Que pedazo de actriz, qué afinada, precisa, sutil, tierna, encantadora y vulnerable está en Sin rodeos. ¡Qué bien lo ha hecho!

Creo de verdad que le va a gustar a todo el mundo, lo que me va a permitir ir diciendo por ahí que por supuesto el mérito es mío y que está muy bien dirigida. Pero entre nosotros, tengo que reconocer que ha sido una gozada y un placer, difícil de explicar, trabajar con alguien tan inteligente, entusiasta y profesional. Su vitalidad y energía positiva han impregnado cada fotograma de esta película, algo grandioso ya que Maribel aparece en cada secuencia…

Del resto del reparto poco puedo decir, podría estar hablando de ellos durante horas. Todos son magníficos, efectivos y brillantes. Grandes dentro de su campo. Ellos hacen avanzar la película y componen el perfecto contrapunto para Maribel. Son, como siempre en mis películas la gente que más me divierte o que más admiro, muchos amiguetes personales y otros con los que he tenido la suerte de trabajar por primera vez y que espero no sea la última.

Estoy deseando enseñar la película a todo el mundo, compartir el optimismo, las risas y la moraleja de esta primera película como director sin Torrente. Espero que pronto podáis verla y compartir mi entusiasmo».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © A Contracorriente Films. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).