Vicente DíazEl primer [REC] llegó a las pantallas españolas como un tren desbocado en un momento en el que el subgénero de terror found footage todavía no había saturado el panorama. Los directores Paco Plaza y Jaume Balagueró supieron administrar sabiamente los elementos de realismo, de comedia costumbrista y de «tren de la bruja» con una factura impecable, metiéndose al público en el bolsillo y generando hasta remakes en Hollywood, con lo cual, las secuelas eran inevitables.
En [REC] 2 teníamos más de lo mismo, con un reparto algo más desigual que en su predecesora, que se compensaba con la inclusión de elementos fantásticos (¡los peligrosos infectados del primer film eran en realidad posesos!) y secuencias que imitaban espectacularmente los shooters, esos videojuegos de tiros en primera persona.
En [REC] 3 y 4, los directores del dúo se adjudican en solitario la dirección de cada uno los films.
[REC] 3 enfureció a muchos fans y (nos) sorprendió alegremente a algunos espectadores, no sólo por el valiente atrevimiento de dejar atrás el estilo found footage y optar por una esmerada realización «clásica», sino también por tratarse de una tragicomedia divertidísima, con algún toque berlanguiano e inesperadamente romántica.
Centrémonos ahora en [REC] 4. Después de su extraordinario thriller Mientras duermes, esta nueva película de Jaume Balagueró prometía quizá demasiado, y se queda en un mero entretenimiento, por debajo de las anteriores entregas de la saga.
La premisa no es mala: una historia de terror en alta mar, claramente derivada del segmento del Démeter en la novela Drácula (uno de los personajes exhibe una camiseta de Nosferatu en cubierta, para que quede más claro). Manuela Velasco vuelve a comerse la cámara con su personaje de Ángela –ahora a medio camino entre Ripley y el Alien– y hay misterio, sustos y gore. Hasta sale un personaje de Móstoles. PERO…
Pero (como sucedió en la segunda entrega), las encorsetadas líneas de diálogo suenan demasiado artificiales en boca de los actores. El guión hace aguas en los detalles y, pese a que Balagueró también prescinde del formato found footage, abusa del estilo cámara en mano, llenando la película de secuencias de acción demasiado confusas y mareantes.
Sabemos que Balagueró es un director que ha ido mejorando con cada película, y después Mientras duermes también sabemos que puede llegar a ser algo más que bueno, con lo cual este [REC] 4 da la impresión de ser una película hecha deprisa, sin demasiado entusiasmo y por razones estrictamente empresariales. Quizá no sea así, pero es la sensación que uno percibe.
Posiblemente [REC] 4 (lo de Apocalipsis no sabemos muy bien a qué viene) hubiera necesitado un pulido adecuado antes de ser lanzada, pero, al menos, no llega a aburrir, que es el objetivo básico de los films de esta serie.
Sinopsis
Ángela Vidal, la única superviviente de la terrible infección es evacuada del edificio. Cuando por fin la situación parece estar controlada, el caos vuelve a desatarse y la semilla del mal renace adoptando nuevas y terribles formas.
Notas del director
Algunas cosas empiezan de repente, sin esperarlas, sin que las hayas planeado o buscado. [REC] nació casi como un experimento caprichoso que se acaba yendo de las manos, como una bomba de juguete que te acaba explotando en la cara. La creamos sin demasiadas pretensiones, casi como un juego. Pero el juego se fue volviendo serio y empezó a pedir más partidas. Llegaron [REC] 2 y [REC] 3, la película tomó proporciones de saga, el universo se fue expandiendo.
Y ahora, por fin, ha llegado el momento de poner punto y final a la historia. Cerrar el círculo infeccioso y tratar de esclarecer su origen, los secretos detrás de la plaga.
Consciente de la responsabilidad que eso supone, me he propuesto que la cuarta sea una película distinta pero fiel a sus antecesoras, una vuelta a los orígenes siniestros y oscuros de la saga. Una nueva vuelta de tuerca, un paso más hacia lo desconocido, hacia el puro horror.
Vamos a construir un nuevo parque de atracciones del miedo y la angustia. Y vamos a intentar que esta vez sea más grande, más vertiginoso, más intenso…
Y acuático…
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Víctor Arribas
