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Crítica: «Posesión infernal» («Evil Dead», 2013)

Un buen amigo, escritor por más señas, suele mencionar El prisionero de Zenda (1937) como una de sus películas favoritas. Cuando hablamos de este film, protagonizado por Ronald Colman, suelo sacar a relucir la versión de 1952, con Stewart Granger y Deborah Kerr en los papeles principales. A mí me fascina, pero a mi amigo no le gusta. La considera frívola e innecesaria. Lo curioso es que, si habláramos con otro cinéfilo aún más veterano, es posible que nos quitase la razón a ambos, y defendiera a ultranza la versión muda interpretada en 1922 por Ramón Novarro.

A la hora de valorar Posesión infernal (2013), uno tiene que lidiar con estos caprichos generacionales. Hollywood lleva haciendo remakes desde principios del siglo XX, y no va a dejar de hacerlo porque los que vamos peinando canas aún utilicemos el reclinatorio para hablar de ciertos títulos.

¿Es la nueva Posesión infernal una buena película de terror? Desde luego que sí. Más que eso: es, simplemente, una buena película. El uruguayo Fede Álvarez ha tomado el guión de la Evil Dead original, y a partir de su esquema central, ha urdido una vigorosa fantasía en la que abundan el gore, la adrenalina y los sobresaltos.

Las pinceladas de humor negro no son tan expresivas como en la cinta de Sam Raimi, y entre los protagonistas no hay un icono como Bruce Campbell (que aquí también se deja ver en un cameo sorprendente). Pero esa es una decisión del director que, en este caso, juega a su favor, porque le permite explorar un territorio alternativo.

Los efectos especiales físicos son espléndidos, y le prestan a la película una textura muy atrayente. Viéndolos, a uno le da por pensar en lo mucho que se pierden los jóvenes que sólo esperan florituras digitales. ¿Es posible una película de terror actual sin CGI? Fede Álvarez demuestra que sí.

La banda sonora de Roque Baños es magnífica, al igual que el trabajo del operador Aaron Morton. Ambos consiguen que Evil Dead tenga un empaque infinitamente superior al de otras versiones del terror de los 80, por lo general rodadas sin pena ni gloria por directores de videoclips.

En el reparto hay un poco de todo. En el papel protagonista, Jane Levy acredita un talento desbordante. Shiloh Fernández, que en principio parece el avatar de Bruce Campbell, pronto se desmarca de su invencible referente, con una interpretación distante y poco fluida. Lou Taylor Pucci se encarga de las líneas de diálogo más divertidas, y Jessica Lucas y Elizabeth Blackmore dan vida a ese tipo de personajes que los aficionados catalogamos como víctimas potenciales.

Lo malo que tiene hablar de Evil Dead en los términos en los que lo hago es que, para bien o para mal, uno siempre irritará a los profesionales de la nostalgia. Ya sé que no es fácil, pero a ellos les pido que no vean esta cinta como una superflua modernización de la obra de Raimi.

El propio Álvarez nos da una clave para conciliar el nuevo film en el universo Evil Dead. Recordemos, sencillamente, que los hechos que aquí se cuentan transcurren treinta años después de que Campbell y sus amigos llegasen a la cabaña. Pese a las muchas coincidencias, uno puede dejarse llevar por ambas historias de forma consecutiva, sin aparente contradicción.

Visto desde ese ángulo, este film es una secuela y no un remake. Y sin duda, se trata de una secuela muy recomendable.

Sinopsis

Una remota cabaña en las montañas se convierte en un aterrador baño de sangre cuando un grupo de amigos veinteañeros despiertan por accidente un antiguo demonio en Posesión Infernal (Evil Dead), la anticipadísima versión del clásico de culto de terror de 1981, Posesión Infernal, de Sam Raimi.

Con un reparto nuevo y joven, Posesión Infernal (Evil Dead) es una inquietante película que combina la cruda emoción y el gore más alegre de la aclamada película original con una serie de sorprendentes giros inesperados.

Mia (Jane Levy), es una joven cuya vida ha sido trastornada por las pérdidas que ha sufrido y su adicción a las drogas. Mia le pide a su hermano David (Shiloh Fernández), a la novia de éste, Natalie (Elizabeth Blackmore) y a sus amigos de la infancia, Olivia (Jessica Lucas) y Eric, (Lou Taylor Pucci) que le acompañen a la rústica cabaña de su familia para ayudarle a superar sus demonios. Al llegar, Mia, en presencia de sus amigos como testigos, se deshace ceremonialmente de las últimas drogas que le quedan y jura jamás volver a drogarse.

Al acceder al interior, les asombra descubrir que la abandonada cabaña ha sido allanada. La bodega ha sido transformada en un grotesco altar rodeado de animales momificados. Eric se comienza a sentir fascinado por un libro antiguo que descubre allí. Cautivado por su misterioso contenido, lo lee en voz alta sin sospechar por un momento las consecuencias que este gesto está a punto de desatar.

Según empeora la abstinencia de Mia ella comienza a venirse abajo e intenta huir, pero regresa atemorizada por una aterradora visión. En la cabaña su comportamiento se torna tan violento que sus amigos se ven obligados a sujetarla. Atrapados por una peligrosa tormenta que azota en el exterior, comienzan a enfrentarse unos a otros. A medida que aumenta la brutalidad de sus ataques David tendrá que encarar una elección inimaginable.

En 1981 Posesión Infernal se estrenó en cines y en autocines de todo el mundo, atemorizando a los espectadores, polarizando a la audiencia y lanzando las carreras del director Sam Raimi, el productor Rob Tapert y el actor Bruce Campbell. La historia de cinco amigos jóvenes que llegan a una cabaña de fiesta y accidentalmente desatan fuerzas malignas inimaginables, Posesión Infernal sorprendió incluso a sus creadores al convertirse en un clásico de culto y en una iniciación a la experiencia del cine de terror para millones de fans.

Los fanáticos seguidores de Posesión Infernal han seguido creciendo en los más de 30 años que han pasado desde que tres novatos con un presupuesto irrisorio crearon lo que sigue siendo una del las películas más terroríficas de todos los tiempos. RaimiTapert y Campbell llevan unos años debatiendo hacer el remake.

El nuevo filme, Posesión Infernal (Evil Dead), es una atrevida conceptualización de una de las películas de terror más originales y exitosas jamás creadas. Con RaimiTapert y Campbell como productores, Posesión Infernal (Evil Dead) ha vuelto para atemorizar a una nueva generación de espectadores con su hábil combinación de tecnología del siglo XXI y clásicos elementos del género.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © Ghost House Pictures. Cortesía de Sony Pictures Releasing de España. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de la sección cultural de 'The Objective'. Escribió de forma habitual en 'La Lectura', revista cultural de 'El Mundo'. Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador de las páginas de cultura del diario 'ABC' y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Ha trabajado en el sector editorial y es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.