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Crítica: «IT: Capítulo uno» (Andy Muschietti, 2017)

Aunque hubo otras razones, la principal causa por la que la década de los 50 estuvo tan de moda en la Era Reagan fue que los baby boomers ‒los que eran niños y adolescentes en la América de mediados del siglo XX‒ ya rondaban los 40 años y se hicieron con las riendas del país.

No es raro que algunos de los productos culturales más famosos de esos años establecieran una conexión nostálgica/crítica entre ambas décadas. Destacan, por su popularidad, la película Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985) y el bestseller IT (Stephen King, 1986).

La novela de King admite todo tipo de críticas literarias, pero tampoco se puede desechar como mera “comida rápida” (en buena hora lanzó ese chascarrillo el propio novelista). Más allá de la potencia de sus momentos terroríficos, It es lo más parecido a pasar un verano en compañía de unos buenos amigos. Tanto por la extensión del libro (unas 1.500 páginas) como por la astucia literaria de King a la hora de diseñar personajes y escenarios muy creíbles, legiones de lectores de distintas generaciones han establecido un vínculo emocional con la novela, convirtiéndola en una de sus favoritas.

Si bien las partes psicológicas y místicas ‒y poéticas, ¿por qué no?‒ de las novelas de Stephen King son difíciles de trasladar a la pantalla, sus tramas suelen ser sencillas, y la abundancia de imágenes de impacto son buen material para el cine de terror. En 1990 (hace 27 años, porque Pennywise ataca cada 27 años), IT fue adaptada a televisión por Tommy Lee Wallace en una miniserie que resultó más bien decepcionante, aunque contaba con algún que otro atractivo, como por ejemplo la interpretación de Tim Curry, quien encarnaba con entusiasmo al monstruoso payaso multiforme para trauma infantil de incontables millennials.

Ahora llega al cine la primera entrega (de dos) de una nueva adaptación de IT, donde lo más chocante a primera vista es el cambio del año en el que transcurre la acción: 1989 en lugar de 1958. ¿Una blasfemia para los lectores? No tanto, si pensamos que todavía queda por contar la segunda mitad de la historia, y que debe transcurrir en la actualidad, casi 30 años después.

En esta primera película se pierde la mística de los años 50, lo cual es una pena. No obstante, la historia sigue funcionando a la perfección y, por fortuna, no nos encontramos ante un “festival de la nostalgia de los 80” al estilo de la serie Stranger Things.

Evidentemente hay menciones a la cultura de finales de los 80, pero resultan más parte del atrezzo que un ejercicio de fetichismo. Por otro lado, las referencias a las películas Batman y Pesadilla en Elm Street 5 son guiños inteligentes.

Hay elementos que cambian respecto a la novela, como los monstruos, renovados para la ocasión. Seamos sinceros, a pocos preadolescentes de 1989 les podría dar miedo el hombre-lobo juvenil que interpretó Michael Landon en 1957, o Drácula, o Frankenstein, o el pájaro gigante japonés Rodan. Y prácticamente ninguno conocería la película The Crawling Eye (Quentin Lawrence, 1958).

Que nadie espere, en todo caso, ver a estas criaturas reemplazadas por Jason Voorhees o Freddy Krueger, ya que la entidad que acosa a los protagonistas adopta formas más espectrales, cercanas en ocasiones al terror japonés (con un ojo puesto en los manga Junji Ito), influencia que ya se apreció en la anterior película del director Andy Muschietti, Mamá (2013).

El payaso Pennywise, encarnado por Bill Skarsgård, no luce su maquillaje al estilo Bozo, sino que exhibe un inesperado look victoriano, pero la caracterización triunfa gracias la extraña mirada del monstruo, con unos ojos que dejan claro en todo momento que no nos encontramos ante un hombre disfrazado, sino ante otra cosa.

El terror de IT, sin ser en absoluto de mala calidad, está enfocado al público actual. De ahí que, en muchas ocasiones, se sacrifique el suspense para potenciar la acción. Hay momentos en los que los sustos se acumulan demasiado, y casi no da tiempo a inquietarse, como sucede con el cine de James Wan y sus sucedáneos.

La parte dramática y sentimental es efectiva, si bien el reparto está algo descompensado. La gran triunfadora de la función es Sophia Lillis (Bev), con todas las papeletas para convertirse en la nueva estrella juvenil ‒derrocha talento y fotogenia‒. El resto de compañeros varía desde la corrección de Jaeden Lieberher (Bill) al poco gracejo de Finn Wolfhard (Richie), pasando por la irritante sobreactuación de Jack Dylan Grazer (Eddie).

IT es una película en la que no faltan la violencia y los detalles lúgubres, pero no muestra la valentía suficiente para correr los riesgos que asumió Stephen King en su novela, no tanto en lo violento o en lo sórdido, sino en los pasajes más discutidos del tramo final: esos momentos cósmicos y tabú.

Estamos, ante todo, ante una más que aceptable película de terror juvenil en la que los personajes son más que pura carnaza para el monstruo. Por otro lado, se trata de una adaptación hecha con respeto, pero sin renunciar a la creatividad, algo que no se puede decir de todas las películas basadas en la obra de King. (Te estoy mirando a ti, Torre Oscura).

Aunque uno, que es fan del libro, echa de menos el “Hi-Yo Silver!”.

Sinopsis

La película cuenta la historia de siete niños marginados del municipio de Derry, Maine (EE. UU.), que se llaman a sí mismos «El Club de los Perdedores». Todos se han visto marginados por uno u otro motivo; todos cargan con alguna de las «cualidades» favoritas de los abusones de la ciudad… y todos han visto sus peores pesadillas hacerse realidad en forma de un antiguo depredador que cambia de forma y al que solo logran llamar «eso».

Desde que existe, Derry ha sido el coto de caza de esa entidad, que resurge de las alcantarillas cada 27 años para alimentarse de los miedos de sus presas favoritas: los niños. Unidos debido a un terrible y apasionante verano, Los Perdedores forman una piña para ayudarse a superar sus miedos y detener un nuevo ciclo de asesinatos iniciado un lluvioso día con la muerte de un niño pequeño que seguía un barco de papel en su viaje sobre las aguas de lluvia hasta el alcantarillado… y las garras de Pennywise el payaso.

Publicada en 1986, IT se convirtió automáticamente en un clásico y en el libro más vendido de ese año. Con más de treinta años a sus espaldas cautivando lectores, el eterno bestseller sigue considerándose una de las mejores y más influyentes obras del para todos maestro de la literatura de terror, inspiradora de numerosos proyectos cinematográficos y televisivos desde su publicación.

Y así ha sido sin duda para el director de esta película. Andy Muschietti afirma: «Soy un gran seguidor de Stephen King, que era mi autor favorito de adolescente. Por eso dirigir IT ha sido un sueño hecho realidad. Como me encanta hacer películas de miedo, siempre me ha fascinado el miedo y, probablemente, el momento en que más miedo pasa alguien es cuando de pequeño ve su primera película de miedo. Es un sentimiento que no se vuelve a tener en la vida, por eso volver a lograr esa sensación ha sido para mí una especie de aventura hacia lo imposible. Esto me ha ayudado porque creo que solo puedes asustar a los demás con algo que te asuste también a ti».

La historia tiene otro nivel también de la marca Stephen King. Podría decirse que ningún otro autor es tan bueno como él uniendo el terror absoluto con la experiencia de hacerse mayor y, quizá, es imposible lograrlo de forma más perfecta que la que consigue en la tierna historia de paso de la niñez a la vida adulta que subyace en IT.

El miedo en IT lo personifica el malévolo payaso, Pennywise: devorador de niños y experto en miedo. Bill Skarsgård, que da vida al malvado personaje, afirma: «De chaval conocía muy bien It y el personaje de Pennywise. En mi opinión, necesita que los niños crean en lo que ven y estén asustados para poder devorarlos porque el miedo sazona la carne. Para mí, tanto cuando era pequeño como ahora, esa es la idea más aterradora».

El escritor Stephen King subraya: «El equipo de dirección ha optado por un enfoque ligeramente distinto del de la novela. Lo importante, sin embargo, es que se ha conservado la idea básica de que Pennywise llega a los chicos descubriendo cuáles son sus mayores miedos y convirtiéndose en ellos. Andy entendió esa cuestión a la perfección, y creo que ha hecho honor al libro».

King desvela un motivo muy concreto para que los héroes de su novela fueran niños. «Existe una frontera, en los niños, en la que ya son demasiado mayores para creer en Papá Noel y el Ratoncito Pérez, pero aún tienen miedo de que haya algo debajo de su cama por las noches. Quise coger niños así y ponerlos en una situación en los que son los únicos capaces de ver y enfrentarse a una criatura malévola porque aún siguen creyendo en monstruos. A la vez, no son niños pequeños e indefensos, por lo que tienen recursos para responder al peligro».

Stephen King añade: «Las películas de miedo son muy poderosas. A la gente le gusta pasar miedo en el cine porque es un ambiente seguro en el que puedes degustar emociones que no puedes experimentar en la vida real. IT logra más que eso: nos da la oportunidad a los que somos adultos de revivir las intensas emociones que tenemos de pequeños. Ese es uno de los motivos por los que creo que la película funciona tan bien».

Copyright del artículo © Vicente Díaz. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © New Line Cinema, KatzSmith Productions, Lin Pictures y Vertigo Entertainment. Cortesía de Warner Bros. Pictures. Reservados todos los derechos.

Vicente Díaz

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid, ha desarrollado su carrera profesional como periodista y crítico de cine en distintos medios. Entre sus especialidades figuran la historia del cómic y la cultura pop. Es coautor de los libros "2001: Una Odisea del Espacio. El libro del 50 aniversario" (2018), "El universo de Howard Hawks" (2018), "La diligencia. El libro del 80 aniversario" (2019), "Con la muerte en los talones. El libro del 60 aniversario" (2019), "Alien. El 8º pasajero. El libro del 40 aniversario" (2019), "Psicosis. El libro del 60 aniversario" (2020), "Pasión de los fuertes. El libro del 75 aniversario" (2021), "El doctor Frankenstein. El libro del 90 aniversario" (2021), "El Halcón Maltés. El libro del 80 aniversario" (2021) y "El hombre lobo. El libro del 80 aniversario" (2022). En solitario, ha escrito "El cine de ciencia ficción" (2022).