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Crítica: «Fast & Furious 5» («Fast Five», Justin Lin, 2011)

Personajes conocidos de la saga –Brian (Paul Walker), Dom (Vin Diesel) y Mia Toretto (Jordana Brewster)– protagonizan esta digna culminación de la serie: un espectáculo en el que la velocidad, la acción, los escenarios exuberantes y la sensualidad se combinan a partir de una fórmula que todavía resulta eficaz.

Tratándose de una secuela de estas características, conviene señalar que Fast & Furious 5 (Fast Five) ha sido diseñada para que resulte entretenida incluso para los espectadores que desconocen las cuatro entregas anteriores.

En su dinámica combinación de dos subgéneros que llevan vivos desde el nacimiento del séptimo arte –me refiero al cine de persecuciones y al cine de atracos– Fast & Furious 5 demuestra que una producción destinada al gran público y de corte industrial puede estar realizada con pulcritud, profesionalidad y cierta brillantez. Supongo que muchos cinéfilos de corte clásico –entre cuyas filas me encuentro muy cómodo– descartarán este título en su agenda. En realidad, el realizador Justin Lin no ha pensado en ellos, sino en ese público que abarrota las salas durante el fin de semana, en busca de una diversión puntual que justifique el precio de su entrada.

Joaquim de Almeida encarna al mafioso de la película con su elegancia natural, y Dwayne Johnson nos observa desde la pantalla como si fuera un rascacielos humano. Ambos son dos aciertos de casting que hay que sumar a los principales méritos de la cinta. Esto es: los coches de gran cilindrada y sus frenéticas carreras.

Si observamos la evolución de la saga, desde The Fast and the Furious: A todo gas (2001) hasta la actualidad, es obvio que parte del encanto de Dominic Toretto (Vin Diesel) y Brian O’Conner (Paul Walker) deriva de su aprecio por la amistad y la familia. Valores que, sin duda, los diferencian de otros tantos héroes de la carretera del cine contemporáneo.

Quizá por ello, lo que comenzó siendo una actualización cool de Tierra de nadie (No Man’s Land, 1987) –una cinta de atracadores y persecuciones rodada por Peter Werner y protagonizada por D.B. Sweeney, Charlie Sheen, Lara Harris, Randy Quaid y Bill Duke– ha acabado convertida en una poderosa y atractiva franquicia.

Títulos como este explican, sin trampas ni falsas justificaciones, por qué Hollywood aún tiene un porvenir comercial.

Sinopsis

Vin Diesel y Paul Walker protagonizan Fast & Furious 5, la última entrega de la explosiva franquicia basada en la velocidad, que reúne a muchas de las estrellas de los anteriores capítulos. Con el recién llegado Dwayne Johnson, la saga que enganchó al mundo con buenas dosis de adrenalina se autosupera llevando la acción y el espectáculo a una escala global.

En Fast & Furious 5, el expoli Brian O’Conner (Paul Walker) se une al exconvicto Dom Toretto (Vin Diesel) en un lugar desconocido para ellos: el lado opuesto de la ley, en la exótica ciudad de Río de Janeiro.

Además de Dwayne Johnson, la otra cara nueva de esta entrega es Elsa Pataky. Los dos se unen a viejos conocidos como Jordana Brewster, Chris “Ludacris” Bridges, Tyrese Gibson, Sung Kang, Gal Gadot, Matt Schulze, Tego Calderón y Don Omar para llevar a cabo un golpe de elevado riesgo.

La saga que conquistó al público hace más de una década gracias a un equipo de pilotos marginados, dedicados a organizar carreras en las calles de Los Ángeles, unidos por un profundo código de honor y de lealtad, alcanza alturas insospechadas en esta última entrega. Después de dejarnos sin aliento pilotando en Miami, de descubrir el mundo clandestino de las carreras de drift en Tokio y de recorrer a toda pastilla los túneles secretos entre México y Estados Unidos, nuestros protagonistas vuelven al ataque una vez más.

Desde que los dejamos, Brian y Mia Toretto (Jordana Brewster) han conseguido sacar a Dom de la cárcel y han tenido que cruzar muchas fronteras para eludir a la policía. Pero ahora están acorralados en Río y no tiene otra opción que dar un último golpe si quieren recuperar la libertad.

¿De qué se trata? Reunir a un equipo de élite formado por sus amigos para orquestar un robo imposible por valor de cien millones de dólares. Dom y Brian saben que su única posibilidad es dejar al descubierto el negocio del empresario corrupto (Joaquim de Almeida) que quiere verlos muertos. Pero no es el único en seguir la pista a los inesperados aliados.

El frío y duro agente Luke Hobbs (Dwayne Johnson) nunca falla. Cuando le encargan que encuentre a Dom y a Brian, él y su equipo especial se lanzan a la caza. Mientras sus hombres siguen cualquier pista, no tarda en darse cuenta de que no puede diferenciar entre los buenos y los malos. No le queda más remedio que fiarse de su instinto para acorralar a la presa… antes de que otro se encargue de matarla.

“Río está bien es esta época del año” es una frase de Fast & Furious: aún más rápido que lo dice todo. Vin Diesel recuerda: “Letty es la que habla de Río. Parece algo anodino entonces, pero no lo es”.

Los Ángeles, Miami, Tokio, República Dominicana y México han servido de telón de fondo en anteriores entregas. Dom, Brian y Mia se van mucho más al sur, hasta Brasil, donde se esconden en un barrio de favelas de Río de Janeiro. Están a punto de enfrentarse a su mayor reto en una ciudad sin ley. La cultura latina ha sido uno de los pilares de varios capítulos de la saga y no se echará en falta entre las impolutas playas de Copacabana y las estrechas callejuelas de las colinas de Río.

El rodaje de empezó a principios del verano de 2010 con tres unidades rodando simultáneamente.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes (Fotografías de Jaimie Trueblood), cómo se hizo y sinopsis © Universal Studios, Original Film, One Race Films. Cortesía de Universal Pictures International Spain. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.