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Crítica: «Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa» (2012)

Con ese larguísimo título que combina el nombre de dos novelas de Julio Verne, llega al público español Journey 2: The mysterious island, una agradable fantasía familiar en la que el buen humor se suma a la total falta de pretensiones.

Quienes pidan al realizador Brad Peyton fidelidad a los clásicos de Verne, profundidad en el guión o dobles lecturas destinadas a los adultos, se equivocan de lleno, y probablemente deban comprar entrada para otra sala.

Por el contrario, los niños de entre siete y doce años, y los mayores que sólo quieran disfrutar con una peripecia inocente y olvidable, tienen garantizado un pasatiempo similar al que ofrecían en los setenta las películas de acción real de la casa Disney. Me refiero a títulos como La isla del fin del mundo (1974), con las que muchos aprendimos a amar el cine por vías inesperadas y escasamente nobles.

Casi sobra añadirlo: uno puede ponerse las gafas de crítico, y censurar la intrascendencia o ligereza del producto. Pero eso equivaldría a pensar que todas las películas infantiles deben incluir sesudas reflexiones o formidables giros de guión.

Otra actitud predecible será comparar esta cinta con su antecesora: La isla misteriosa (1961), como si aquella bonita película de Cy Enfield fuera una genialidad y un fiel trasunto del relato de Verne. (En realidad, todo el brillo de la cinta de Enfield se apagaría si le robásemos el talento de Bernard Herrmanncomo compositor de la banda sonora y el de Ray Harryhausen como responsable de los prodigiosos efectos especiales.)

A decir verdad, Peyton se limita a regalarnos una película blanca, de consumo rápido y sin ningún alarde, en la que se exalta la fantasía, se elogia la lectura como vía de descubrimiento –atención, pedagogos–, y para horror de los cínicos, también se realzan la amistad y los valores familiares.

Los protagonistas adultos son tres actores distintos y de variado calibre, pero todos ellos muy carismáticos en su respectivo registro.

Michael Caine, además de muchas otras cosas, es el abuelo que todos querríamos tener, y ennoblece cualquier proyecto en el que aparece. Dwayne Johnson cumple como héroe de acción, optimista y de corazón tierno. Y el veterano Luis Guzmán demuestra que es un intérprete todo terreno, con una vis cómica que aquí libera sin sonrojo.

La pareja adolescente con la que se identificarán los más jóvenes, formada por Josh Hutcherson y Vanessa Hudgens, acompaña al trío mencionado con respeto y sin sobreactuar. Lo cual ya es suficiente.

En definitiva, si la simpatía sirve para compensar la falta de originalidad o de brillantez formal, esta es una de esas producciones destinadas a triunfar en la taquilla.

Sinopsis

Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa comienza cuando un joven de diecisiete años, Sean Anderson (Josh Hutcherson), recibe una señal de auxilio codificada desde una isla misteriosa donde no debería haber ninguna isla.

Incapaz de detenerle en su búsqueda del origen de la señal, el nuevo padrastro de Sean, Hank (Dwayne Johnson), se une a él en una expedición que primero les llevará al Pacífico Sur y luego a un lugar que pocas personas han visto o han vivido para contarlo. Se trata de un sitio de increíble belleza, con extrañas y amenazadoras formas de vida, volcanes, montañas de oro y más de un secreto impactante.

Junto con Gabato (Luis Guzmán), el único piloto de helicópteros dispuesto a asumir el riesgo del viaje, y la hermosa y decidida hija de Gabato, Kailani (Vanessa Hudgens), parten en busca de la isla, rescatan a su único habitante humano y escapan antes de que las fuerzas sísmicas la sumerjan bajo las aguas enterrando sus tesoros para siempre.

Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa cuenta también con la presencia de Michael Caine en el papel del abuelo de Sean, Alexander, el viajero solitario al que han acudido a buscar, y con Kristin Davis como la madre de Sean, Liz.

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © Warner Bros, New Line Cinema. Cortesía de Warner Bros. Pictures International España. Reservados todos los derechos.

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.