En escasas ocasiones, la crítica y el público comparten idéntico criterio, y estos milagrosos momentos suelen estar protagonizados por las películas realizadas por Pixar.
La conjunción de brillantez técnica y guiones inteligentes es la fórmula mágica que convierte a películas como Toy Story o Monstruos en películas que lo mismo entusiasman a pequeñuelos, padres, intelectuales o campeones de halterofilia, aunque quizá en esta ocasión pueda incomodar al gremio de los pescaderos.
Como en anteriores ocasiones, Buscando a Nemo vuelve a salvar el año a la compañía Disney con una epopeya húmeda que ha resultado ser la película de animación más taquillera en Estados Unidos y ha encandilado a la crítica, que considera a los miembros de Pixar como los creadores de las mejores películas de animación del momento (por supuesto, en estas ocasiones no se tienen en cuenta las prodigiosas creaciones de Hayao Miyazaki).
La película está plagada de elementos propios de la casa: brillantes gags humorísticos protagonizados por secundarios antológicos (los tiburones de AA o los neuróticos habitantes de la pecera), espectaculares escenas de acción (la persecución de las gaviotas) e innovaciones técnicas (la recreación del agua y el movimiento del mar).
Por otro lado, Buscando a Nemo es la película más “Disney” de la casa, con más proliferación de momentos melodramáticos y familiares que en anteriores ocasiones, que convierten a la película, en cierto modo, en un Bambi escamoso. No estaría nada mal que Pixar se independizara de una vez y pudiera elaborar películas con enfoques más adultos y arriesgados.
Con las navidades precipitándose, Buscando a Nemo es una película tan inevitable y gozosa (en el fondo, les gusta) como las aglomeraciones consumistas, los belenes, los violentos debates “Reyes VS Papá Noel” (por cierto, No a Papá Noel) y la búsqueda infructuosa de un ligue en Nochevieja.
Así pues, de poco puede servir que les recomiende o no la película, ya que están condenados a disfrutar de las apasionantes aventuras de estos resbaladizos personajes. Dulce condena.
Sinopsis
Marlin es un pez payaso, padre soltero después de que fuera devorada su pareja y la mayoría de sus vástagos. Su único hijo es Nemo, un pececillo con una aleta dorsal mal desarrollada al que Marlin protege en exceso. Cuando Nemo es capturado por un buceador, Marlin emprende su búsqueda con la inesperada ayuda de Dory, un pez afectado de pérdidas de memoria reciente.
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