Duendes, aventura y la familia de Papá Noel. ¿Qué puede salir mal? A veces te llevas sorpresas con la película que menos esperas, y ésta es la demostración: una cinta navideña y familiar que logra salir de la rutina y se convierte en un clásico instantáneo.
Esta colaboración entre el admirable estudio Aardman y Sony Pictures tiene todo lo que uno pueda desear cuando compra una entrada de cine: personajes carismáticos, una aventura como las de antes, humor británico, buenos sentimientos, mucha acción, secuencias espectaculares, emociones genuinas y diálogos dignos de un film de los años cuarenta.
A estas alturas, uno se da cuenta de que –ver para creer– hay un potencial inexplorado en el subgénero de las películas navideñas. Y eso es mérito de Sarah Smith, la directora de Arthur Christmas, cuyo talento es equiparable al de los alumnos destacados del sello Pixar.
Ayuda no le falta. El elenco de voces en la versión original es más que notable: James McAvoy, Hugh Laurie, Jim Broadbent, Bill Nighy, Joan Cusack, Robbie Coltrane, Michael Palin, Dominic West, Andy Serkis, Imelda Staunton… En todo caso, el público español que recurra a la versión doblada puede tranquilizarse: Sony ha tenido el buen sentido de no contratar a ningún famoso televisivo para esta delicada labor, y el resultado queda muy por encima de la media.
El argumento no tiene desperdicio. Se supone que Papá Noel no es un personaje eterno, sino un título que pasa de padres a hijos desde los tiempos de San Nicolás. Llegada la hora de la sucesión en esta monarquía polar, parece claro que el actual Santa Claus (Jim Broadbent) tiene claro que cederá su cetro a su hijo Steve (Hugh Laurie), un fortachón con cerebro, corazón y un ego tan grande como una montaña.
Pese al descomunal aparato logístico diseñado por Steve, el regalo de una niña se queda sin entregar. Y ahí es donde entra en escena Arthur (James McAvoy), el hijo más débil de Santa: simpático, muy torpe y convencido de que no hay ninguna idea lo demasiado inconcebible como para no decirla en voz alta.
No adelanto más: Arthur, la elfo Bryony (Ashley Jensen) y el abuelo Santa (un prodigioso Bill Nighy) se convierten en protagonistas de una peripecia de alto calibre que tiene por objetivo la entrega de ese regalo perdido.
Desde que se anunció el rodaje de Arthur Christmas en 2007, las expectativas han ido creciendo. Tras dieciocho meses de preparativos, el equipo artístico empleó otros dieciocho en la realización. Los diseños tienen el toque característico de los estudios Aardman, y eso les añade un encanto artesano que no se pierde con el desarrollo digital.
Por cierto, la banda sonora de Harry Gregson-Williams me parece digna de una superproducción épica.
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Copyright de las imágenes © Aardman Studios, Sony Pictures. Cortesía de Sony Pictures Releasing de España. Reservados todos los derechos.