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Crítica: «Animales fantásticos y dónde encontrarlos» (David Yates, 2016)

Sé que en algún momento concluyó la saga de Harry Potter, pero J.K. Rowling se está ocupando de hacernos olvidar cuándo fue.

Los libros Animales fantásticos y dónde encontrarlos (2001), Quidditch a través de los tiempos (2001) y Cuentos de Beedle el Bardo (2008), así como la obra teatral Harry Potter y el legado maldito (escrita por Jack Thorne y estrenada en el West End en 2016), han ido prolongando el embrujo potteriano a lo largo de los años, para regocijo de todos aquellos que, un día ya lejano, traspasamos página a página el umbral de Hogwarts.

Con guión de la propia Rowling y la eficiente dirección de David Yates, llega ahora a las pantallas esta impecable adaptación del primero de los títulos mencionados.

¿Adaptación? Definir de ese modo a dicha película resultaría más bien discutible, y sobre todo, confuso. En realidad, lo que plantea el film es la trepidante aventura en la que se nos presenta a su protagonista, el excéntrico zoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne), un mago del Ministerio Británico de Magia que viaja al Nueva York de los años 20 poco después de escribir ese manual escolar que da título a la cinta. Por razones que pronto descubrirá el espectador, Scaramander actúa como una suerte de Doctor Who, fascinado en todo momento por las criaturas mágicas y empeñado en protegerlas a toda costa.

Otro personaje debe encargarse, pues, de poner en situación al protagonista: la neoyorquina Porpentina  Goldstein, encarnada con mucha sensibilidad por Katherine Waterston, la hija del gran Sam Waterston. Tina fue una auror, pero ha sido relevada a trabajos menores en el Congreso Mágico de los Estados Unidos.

El elenco se completa con Dan Fogler como el entrañable Jacob Kowalski, un no mago que se suma por accidente a esta aventura; Alison Sudol en la piel de Queenie Goldstein, la seductora hermana de Tina; Colin Farrell como el imponente auror Percival Graves; Samantha Morton dando vida a la fanática Mary Lou Barebone; Ron Perlman como Gnarlack, un duende mafioso y pendenciero; y Jon Voight como Henry Shaw, Sr., magnate de la prensa y padre de un joven senador.

Aunque solo fuera por sana diversión, el film de Yates funciona como un reloj. Sus productores, empezando por la propia Rowling, no dan puntada sin hilo, y han incorporado al equipo a profesionales que desconocen el fracaso, desde el director artístico Stuart Craig al músico James Newton Howard, sin olvidar a la diseñadora de vestuario Colleen Atwood.

Es lo que tiene la maquinaria coordinada por David Heyman y Steve Kloves en la saga Potter: un equipo de producción que acaba dando lustre a cualquier proyecto, sobre todo cuando todos los involucrados en él tienen claro su objetivo y el presupuesto acompaña.

Por cierto, si el mundo mágico inglés les parece demasiado familiar, o si ya empiezan a tenerlo muy visto, prepárense para lo que ofrece Animales fantásticos y dónde encontrarlos: esa impresionante Nueva York de entreguerras, una ciudad que no pasa por sus mejores momentos, tan severa y tan corrupta como si la descubriésemos a través del filtro de una novela negra. Es en esa urbe de arquitectura art déco ‒recreada en decorados ingleses‒ donde toman la iniciativa los seres mágicos soñados por Rowling: figuras de una ligereza y de un desparpajo admirables, con esos rasgos que sólo adquieren su verdadero sentido en un buen cuento de hadas.

Sinopsis

Animales fantásticos y dónde encontrarlos nos transporta a una época completamente nueva del mágico mundo de J.K. Rowling, décadas antes de Harry Potter y al otro lado del mundo.

El oscarizado Eddie Redmayne (La Teoría del TodoLa Chica Danesa) interpreta el papel principal del magizoólogo Newt Scamander a las órdenes de David Yates, director de las últimas cuatro entregas de Harry Potter.

El mágico mundo del Nueva York de 1926 encierra peligros cada vez mayores. Un misterio está dejando un reguero de destrucción en las calles de la ciudad y amenaza con revelar a los nomajs (término estadounidense para aludir a los muggles) la comunidad de magos, incluidos los Second Salemers, una facción de fanáticos empeñada en acabar con ellos. Además, el poderoso y oscuro mago Gellert Grinderlwald, tras hacer estragos en Europa, se ha esfumado y ahora está completamente desaparecido.

Ajeno a las tensiones cada vez mayores, Newt Scamander llega a la ciudad casi al final de una campaña mundial de búsqueda y rescate de criaturas mágicas, algunas de las cuales están a salvo en las mágicas dimensiones ocultas de su falsamente anodino estuche de cuero. El desastre acaba por estallar cuando varios de los animales de Newt se le escapan al inocente no-maj Jacob Kowalski en una ciudad ya en peligro; una severa infracción del Estatuto del Secreto sobre que la se abalanza la antigua auror Tina Goldstein, al ver en ella su posibilidad de mantener su puesto de investigadora. Sin embargo, la situación da un siniestro giro cuando Percival Graves, el enigmático Director de Seguridad mágica del Congreso mágico de Estados Unidos (MACUSA) centra sus sospechas tanto en Newt… como en Tina.

Newt y Tina, ahora aliados, junto a la hermana de Tina, Queenie, y su nuevo amigo no-maj, Jacob, forman una banda de insólitos héroes que deben recuperar los animales perdidos de Newt antes de que sufran algún daño. Los peligros, no obstante, son mucho mayores de lo que los cuatro héroes, ahora considerados fugitivos, puedan haber imaginado nunca dado que su misión les pone rumbo al encontronazo directo con fuerzas oscuras capaces de llevar a la guerra a los mundos de los magos y los nomajs.

La película supone el debut como guionista de J.K. Rowling, cuyos populares libros de Harry Potter se adaptaron en la que sería la saga cinematográfica que más dinero ha recaudado en taquilla de la historia. Su guion está inspirado en el manual de Hogwarts Animales fantásticos y dónde encontrarlos, obra de su personaje Newt Scamander.

Aunque Animales fantásticos se desarrolla en un tiempo y un lugar totalmente diferentes, tiene una conexión natural con Harry Potter, puesto que Animales fantásticos y dónde encontrarlos era uno de los libros de texto de Harry en la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería. J.K. Rowling, que debuta como guionista en la película y que también ejerce como productora, recuerda que inicialmente creó el manual como un proyecto benéfico. «Durante la escritura de ese libro», dice, «me interesé por su aparente autor, Newt Scamander, y para mi tenía bastante vida. Así que me entusiasmó que el estudio viniera y me dijera que quería convertirlo en película porque ya tenía en mi mente el trasfondo y fueron a elegir la cosa que más me interesaba de todas. Y sabía que si iba a ocurrir, tendría que escribirla porque sé demasiado sobre Newt como para dejar que otra persona lo haga».

Situada en 1926, la historia de la película da vida al auto-proclamado magizoólogo antes de que escribiera el manual que algún día sería lectura obligatoria en su alma mater, Hogwarts. Al final de un viaje que le llevó a tierras lejanas en busca de mágicas criaturas, Newt llega a Nueva York, donde la fuga de sus preciosos animales le arrastra a una cadena de acontecimientos que amenaza con sacar a la luz a la comunidad de magos, que se esconde, a la vista de todos, entre los nomajs.

Dentro del cuento se pueden encontrar otras conexiones, aunque más sutiles, con los trabajos anteriores de J.K. Rowling. El productor David Heyman, que también produjo las ocho películas de Harry Potter, confirma que en medio de la magia y la diversión, hay conceptos que se han convertido en sellos distintivos de la escritura de Rowling. «En la película se observan muchos de los temas subyacentes en los libros de Potter: la virtud de ser tolerantes en contraste con los peligros de la intolerancia y la represión; ser honesto con lo que eres; marginados que se juntan y conectan… Ideas que contienen una relevancia y una universalidad emocional, con las que se puede identificar plenamente gente de todo el mundo. Puede que en el título estén los animales, pero son los humanos los que están en el corazón de la historia».

Copyright del artículo © Guzmán Urrero. Reservados todos los derechos.

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Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.