Hernán Migoya
Carlos García, de nombre artístico «Perro», es el secreto mejor guardado del cómic español.
Los que admiramos su arte lo pregonamos donde nos dejan. Otro de sus infatigables admiradores, por ejemplo, es Emilio Bernárdez, responsable de Ediciones La Cúpula, hasta el punto de que relanzó en 2018 su Camaleón en formato novela gráfica con nueva y deliciosa portada.
Y yo de puro fanatismo por su trazo roto, rompí hace siglos a escribirle uno de mis mejores guiones, Desalmado, cuyo fracaso comercial aún voy llorando por las esquinas como reinona coplera porque gracias a Perro es también uno de mis mejores cómics.
Ahí metimos las influencias del tipo de novela negra clásica que casi nunca se menciona cuando hablan de la novela negra clásica: William P. McGivern, John D. Macdonald, Charles Williams.
Perro sí puede referenciar a muchos clásicos de la novela negra porque los ha leído ‒digamos que el toque genuino no le viene de las series de Netflix‒, y eso se nota en Camaleón. Y encima también puede referenciar a muchos clásicos de la historieta negra… Esa retirada a Eisner de sus dibujos es como el regusto de una buena cerveza. Negra, claro.
Poco a poco, el secretismo en torno a su obra cederá, estoy seguro. Por ahora, ya hay críticos como Javier Marquina que lo celebran con entusiasmo. Y ya que Marquina proclama que no puede dejar de citarme para elogiar Camaleón, yo le citaré a él para terminar, con una frase que lo dice todo de la obra de Perro: «Páginas no tan antiguas que rezuman tinta de clásico».
Ahí es nada.
Sinopsis
Una Barcelona claroscura sirve de escenario a Camaleón para llevar a cabo los «encargos» que van haciendo de él un hombre al margen. Al margen incluso de sí mismo.
Minado de aflicciones pero determinado a seguir viviendo, matando cuando así lo dispone el orden del día y presto siempre al ajuste de cuentas propias y ajenas, Camaleón nació en las páginas de la legendaria revista El Víbora como último representante de la serie negra clásica. La ruda, cínica y sentimental.
Camaleón es una obra gráficamente imbatible, toda ella fibra.
Carlos García, Perro, es uno de los muchos dibujantes españoles que empezó como profesional en las páginas de la revista El Víbora. Natural de Navarra, su primera serie en la revista fue Camaleón, con la que revitalizó el género negro urbano a partir de unos personajes muy humanos que se mueven en el submundo más oscuro de la ciudad condal. Tras una pausa en El Víbora, durante la que Perro estuvo realizando trabajos de diseño gráfico y coordinación en diversas editoriales, volvió con fuerzas renovadas a la revista, y con guión de Hernán Migoya nos ofreció Desalmado, un nuevo y espectacular trabajo, un thriller sobrenatural ambientado en Las Vegas y protagonizado por un vampiro muy especial al que no afecta el sol del desierto ni por supuesto las balas de los corruptos policías de la ciudad del pecado.
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