Antonio Rosetti se llamaba, en verdad, Anton Rössler. No sabemos bien cuándo nació en Bohemia, aunque se supone que fue por 1750. Tampoco, por qué se hacía pasar por italiano. Le tocó morir en 1792.
Fue maestro de capilla en ciertas cortes germánicas y compuso un variado catálogo donde caben todos los géneros. CPO se ha ocupado de él por los mismos y buenos oficios de Consortium Classicum. Así podemos abordar sus Conciertos para clarinete y para dos cornos (CPO 999621-2).
Con estas Partitas entramos en un espacio muy típico de cierta música dieciochesca. La estructura, como su nombre indica, remite a la suite de danzas, con obertura y aria en sus lugares, y minués y rondós para mediar y rematar. La sonoridad de la «columna armónica» (orquesta de cámara compuesta por vientos) evoca tanto a los serenateros de la buena sociedad como a los conciertos de las logias masónicas.
Rosetti tiene un humor jocundo, al uso en el mundo optimista de la Ilustración. Sus armonías son diáfanas, su sonoridad es rotunda, sus ritmos nos llevan tanto al salón como a la calle hasta hacernos imaginar cómo se zarandearon los cuerpos de nuestros antepasados. La escritura revela un seguro dominio de las exigencias que cada aerófono propone. La vena melódica es de buena ley. Mozart se está yendo mientras Rossini está viniendo. Rosetti hace que se encuentren, idealmente, como nosotros con los bellos fantasmas ancestrales, que siguen bailando como si tal cosa.
Disco recomendado: Antonio Rosetti: Cinco Partitas para instrumentos de viento / Consortium Classicum / CPO / Ref.: 999961-2 (1 CD) D5
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