Reconozco que pese a haber en la biografía del Rey Sabio (1221-1284) de todo un poco ‒conquistas, enfrentamientos familiares, diplomacia internacional…‒, uno tiende a fijarse en ese legado cultural que llega hasta nuestros días, y que convierte al monarca, como mínimo, en el rey medieval más admirado y popular en la España de nuestros días.
Esa repercusión que se sostiene a lo largo de los siglos sucede muy raras veces. ¿Cuáles son los motivos de este respeto? ¿Por qué razón Alfonso X tiene tanto peso y aceptación en el mundo moderno? En este magnífico libro, Adolfo de Mingo Lorente se ocupa de estudiar todas las facetas del personaje, incluido ese asombroso legado cultural y jurídico que convirtió al hijo de Fernando III en el paradigma del buen gobernante.
Es curioso: pese la consideración que merece Alfonso X, la mayoría de los españoles de hoy, sea cual sea su edad, solo conocen de forma superficial su vida y su obra. Esa paradoja resulta chocante, pero por suerte, tiene remedio. Salta a la vista que este ensayo pretende responder a casi todas las preguntas que nos hagamos al respecto, desde las puramente biográficas hasta cuestiones tan precisas como la representación del rey en las artes plásticas o el mundo audiovisual.
El autor alcanza un buen equilibro entre la divulgación y el rigor académico. En este sentido, escribe con la autoridad y conocimiento de alguien que domina la materia, y al mismo tiempo, absorbe nuestra atención con esa amenidad que tanto agradecemos los aficionados al ensayo histórico.
El primer tramo del libro resume los episodios esenciales en los que participó el Rey Sabio: la incorporación de dominios a la Corona durante la Reconquista (con la consiguiente labor repobladora), sus decisiones de orden económico, sus vaivenes en el ejercicio del poder, la búsqueda de alianzas relacionadas con su aspiración al título de emperador germánico, alguna que otra conjura y las inevitables preocupaciones sucesorias.
La segunda parte resalta con todo detalle qué supuso el reinado de Alfonso X en términos culturales, artísticos, científicos y legales. De forma muy precisa, Adolfo de Mingo Lorente nos habla en esas páginas sobre las traducciones alfonsíes. Nos dice al respecto: «La amplísima producción del scriptorium alfonsí ‒con todas las matizaciones que implica esta expresión, lo mismo que el empleo de la consideración tradicional de ‘Escuela de Traductores de Toledo’‒ fue fundamental para el desarrollo del conocimiento medieval por su amplitud de materias y por haber contribuido a la conservación de algunos textos que, de no haberse traducido entonces ‒es el caso de tratados científicos como el Quadripartito de Ptolomeo o el Liber de mundo et coelo‒, se habrían perdido para siempre».
A las traducciones ‒el Lapidario, Calila e Dimna y el Libro del ajedrez, dados y tablas, por citar solo tres‒ se añaden otros textos que revelan la atención del monarca a todas las ramas del saber. Asimismo, hemos de agradecerle un nuevo ordenamiento legal (el Fuero Real, el Espéculo y las Partidas), un tesoro poético (las Cantigas) y otras iniciativas igualmente poderosas, de las que da cuenta este excelente libro.
Si se trata de que el lector obtenga una nítida, competente y atractiva visión de conjunto, esta obra resulta ideal.
Sinopsis
Alfonso X el Sabio es una de las figuras más importante de la historia de España. Legislador, historiador, poeta y conquistador, aunó en sí las cualidades más importantes para convertirse en el primer gran rey.
Desde las campañas de reconquista hasta la fundación de la Escuela de Traductores de Toledo, pasando por su intensa labor diplomática para convertirse en emperador del Sacro Imperio, esta obra, concisa pero completa, ofrece al lector una visión global de la vida política, cultural y militar de Alfonso X durante sus más de treinta años de reinado.
Un recorrido tan complejo como apasionante que no solo se centra en sus grandes gestas bélicas y su profusa vida intelectual, sino que también lo hace en su legado artístico e iconográfico a través del tiempo para, de este modo, plasmar la trascendencia del personaje en el VIII centenario de su nacimiento.
Adolfo de Mingo Lorente (Madrid, 1979) estudió Historia del Arte y Periodismo en la Universidad Complutense y en la Universidad Carlos III de Madrid. Es doctor en Historia del Arte por la Universidad de Castilla-La Mancha. Ha trabajado como periodista cultural desde hace más de veinte años, recibiendo reconocimientos como los premios Adelta (2018), Álvaro Cunqueiro (2017), Don Quijote de Castilla-La Mancha (2010) y Santiago Camarasa del Ayuntamiento de Toledo (2005 y 2008). Como historiador ha desarrollado una doble línea de investigación: la historia de la arquitectura del siglo XVIII y las relaciones entre el cine y la historia del arte. Es profesor del Departamento de Composición de la Escuela de Arquitectura de Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha) y miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de esta ciudad. Entre sus publicaciones destacan los libros El Greco en el cine: la creación de un mito (2013) y El monumento de Semana Santa de la Catedral de Toledo (2012).
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