Cualia.es

Agradecimientos

Por su generosidad a la hora de poner en marcha esta revista, doy las gracias muy especialmente a José Luis Arana Aroca. Su impagable ayuda permitió que Cualia emprendiera su camino sin contratiempos, en un momento de especial dificultad.

Blas Matamoro y Fernando Fraga cambiaron mi forma de ver el mundo. Ambos han sido una continua fuente de inspiración, y es un honor publicar sus artículos en Cualia. Espero que algún día pueda devolverles el favor.

A lo largo de mi carrera, he trabajado con periodistas de gran valía, pero pocos poseen el talento y la amabilidad de mi amigo Vicente Díaz, un profesional que siempre ha estado en el alma de este proyecto.

Hay personas fuera de serie, como Luis Pancorbo, Joaquín Sanz Gavín, Mª Dolores Clemente Fernández, Pedro Luis Barbero, Mar Rey Bueno, Manuel Rodríguez Yagüe, David Hernández OrtegaRafael García del Valle y mi viejo amigo José Luis González, que merecen un agradecimiento particular. Es una gran suerte poder editar en estas páginas a autores de una brillantez así.

Ramón Mayrata es un mago de la palabra. Hace años, cuando comenzó a colaborar conmigo en la revista que precedió a Cualia, descubrí que su sabiduría es tan grande como su sensibilidad.

En este esfuerzo colectivo, Daniel Tubau es una figura esencial. Daniel es un hombre del Renacimiento y me siento muy afortunado por aprender tanto de él.

Tengo una deuda con Hernán Migoya, entusiasta de la cultura pop y admirable escritor, que contribuyó de una manera decisiva a mejorar esta revista.

Por lo que se refiere a Gernot Dudda, sólo puedo decir que la amplitud de sus conocimientos musicales y cinematográficos es equivalente a su generosidad.

En último lugar, doy las gracias a Mario Vega, extraordinario naturalista, magnífico divulgador y un amigo al que debo más de lo que puedo expresar.

Gracias a todos.

Guzmán Urrero

Madrid, 28 de abril de 2019

Guzmán Urrero

Colaborador de "La Lectura", revista cultural de "El Mundo". Tras una etapa profesional en la Agencia EFE, se convirtió en colaborador habitual de las páginas de cultura del diario ABC y de revistas como "Cuadernos Hispanoamericanos", "Álbum Letras-Artes" y "Scherzo".
Como colaborador honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, se ocupó del diseño de recursos educativos, una actividad que también realizó en instituciones como el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
Asimismo, accedió al sector tecnológico como autor en las enciclopedias de Micronet y Microsoft, al tiempo que emprendía una larga trayectoria en el Instituto Cervantes, preparando exposiciones digitales y numerosos proyectos de divulgación sobre temas literarios y artísticos. Es autor de trece libros (en papel) sobre arte y cultura audiovisual.