En 1736, sobre un texto de Stefano Pallavicini, el maestro barroco bohemio encaró esta obra, I Penitenti al Sepolcro del Redentore, que intento encuadrar sin forzar categorías.
Zelenka se movió en pleno barroco, a la zaga ‒ilustrísima zaga‒ de Bach. Así, con palabras italianas y desde el mundo católico, propuso resolver su equivalente de las Pasiones alemanas y reformadas.
Debía ser una suerte de sacra representación, que tuviera el trámite de una cantata, el argumento de la muerte de Cristo y personajes propios de un oratorio escénico. Por insistir: una mezcla barroca.
La maestría de Zelenka consiguió superar el envite con total destreza. Su afición a la orquesta de capilla, que reconocemos en sus obras profanas, se manifiesta en la irresistible obertura y se reúne con arias de trámite florido y amplios melodismos, recitativos de cuidada expresión, que van delineando a los personajes convocados por el divino duelo de Jesús: Magdalena, Pedro y David, con el fondo coral del pueblo que se resuelve en un final e imponente Miserere.
Por momentos imaginamos, al escuchar esta obra, que sería bueno escenificarla. Es cuando podemos pensar que sería inútil hacerlo si no contásemos con una iglesia barroca, de Praga, sin ir más lejos, una suerte de teatro litúrgico convertido en sala de conciertos, donde lo visual y lo sonoro se conjuntaran en un mismo juego laberíntico de volutas y fustes salomónicos.
Disco recomendado: Jan Dismas Zelenka: I Penitenti al Sepolcro del Redentore (Oratorio, 1736) / M. Kozená, M. Prokes, M. Pospísil; Capella Regia Musicalis. Dir.: Robert Hugo / SUPRAPHON / Ref.: SU 3785-2 (1 CD)
Copyright del artículo © Blas Matamoro. Imágenes y notas informativas extraídas de diverdi.com. Este artículo se publica en Cualia por cortesía del autor y de Diverdi. Reservados todos los derechos.