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Crítica: ‘El Método Knox’ (2024). Un sólido thriller crepuscular

Con una factura clásica, esta película de Michael Keaton recupera los ingredientes y la dignidad del buen cine negro

Dos tipos cualquiera (uno de ellos es un tal John Knox, Michael Keaton, protagonista y director del filme), mantienen una conversación que podría haber escrito el mismo Paul Auster, en una impersonal cafetería urbana, decadente, gris y noctámbula.

Nuestro avejentado Bitelchús muestra síntomas de pérdida de memoria. Pronto sabremos que padece la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, y que en cuestión de semanas no tendrá recuerdos, sino tan sólo las emociones que haya sido capaz de atesorar en sus últimos instantes de lucidez.

Algo realmente trágico para cualquiera, y más aún para un asesino a sueldo cuya conciencia no es un bálsamo de paz, precisamente, de cara a una muy mal merecida jubilación.

Un relato de corte clásico

El método Knox narra una peripecia áspera, algo forzada quizá. Es un thriller de cariz crepuscular, que, sin embargo, mantiene la atención y despierta el interés por el desarrollo de una historia de corte clásico, donde el espectador avezado irá intuyendo con antelación el desenlace, pero sin restarle por ello cierta épica y una dignidad cinematográfica de lo más aseada.

La trama tiene algunas trazas de Poder absoluto, aunque sea menos estricta en sus aspectos éticos, y moralmente más autocomplaciente. Así mismo asistimos a los últimos coletazos de un granuja que -al igual que en la de Eastwood-, tras una vida consagrada al delito, aún tiene tiempo de redimirse en una última y decente acción.

Más que «método», el título debería apelar al modus operandi, pues es de esto de lo que trata, de las habilidades y los procedimientos empleados por un delincuente en su actividad profesional.

Sumándose al reparto, Al Pacino da vida a un típico jefe de la banda, de vida blanqueada, amigo y confidente de Knox tras una carrera dedicada al crimen, si bien es realmente un papel secundario y hasta un tanto prescindible. Diríase que estaba libre y se apuntó a la fiesta. El catering de los rodajes suele tener buena fama, y mucho tirón entre las estrellas.

La atmósfera del buen cine de género

Plásticamente, la película discurre en tonos oscuros y apagados, como una alegoría de lo que está sufriendo la memoria del protagonista en su acelerado proceso degenerativo. Olvidar es casi lo mejor que le puede pasar, vista su biografía personal y su curriculum vitae. Pero Knox tiene algo importante que finiquitar, un último trabajo en el que no debe cometer el más leve desliz, mientras su memoria comienza peligrosamente a traicionarle.

Un buen entretenimiento, en cualquier caso, y merece el visionado en la sala de cine. Es de esas películas que un día te encontrarás en la televisión y la verás de principio a fin porque el ritmo, la atmósfera y los clichés acostumbrados, te atrapan con el placer de lo familiar.

Es chocolate amargo, no del de avellanas con leche y envoltorio rojo, pero sí de ese que echas en falta el día que vas a buscarlo en la alacena y resulta que te lo acabaste hace un mes. Es de ese cine, del que te acuerdas de pascuas a ramos, pero apetece cuando lo tienes delante.

Sinopsis

John Knox (Michael Keaton) es un asesino a sueldo que pierde la memoria y decide embarcarse en una carrera contrarreloj para ayudar a su hijo (James Marsden), del que ha estado mucho tiempo distanciado, a encubrir un turbio crimen.

Copyright del artículo © Fernando Mircala. Reservados todos los derechos.

Copyright de imágenes y sinopsis © Diamond Films. Reservados todos los derechos.

Fernando Mircala

Artista, escritor, traductor y fotógrafo. Premio Lazarillo en el año 2000. Entre otros libros, es autor de 'Ciudad Monstrualia' (2001), 'El acertijo de Varpul' (2002), 'Eclipse en Malasaña. Una zarzuela negra' (2010), 'Lóbrego romance, pálido fantasma' (2010), 'Compostela iconográfica' (2012), 'Pentagonía' (2012), 'En un lugar de Malvadia' (2016; ilustrado por Perrilla), 'Pánico en el Bosque de los Corazones Marchitos' (2019), 'Versos para musas y cuatro cuentos de Edgar Allan Poe' (2019) y 'Concéntrico' (2022).